El televisor es un equipo electrodoméstico común y cotidiano y muy presente en los hogares. Consta de una pantalla de diversos tamaños con mandos o controles incorporados. Se encuentra destinado a la recepción y reproducción de señales visuales y auditivas.
El primer televisor comercial aparece el 26 de enero de 1926, y su creador fue John Logie Baird. La palabra proviene del griego tele (lejos) y del latín visor (ver).
MIRAR LA TELEVISIÓN TIENE UN PRECIO
Muchas personas dedican demasiadas horas a mirar la televisión. No es un entretenimiento inocuo pues en una reciente investigación fue demostrado como las arterias están más endurecidas en quienes más tiempo se pasan frente al televisor. Y esto pudiera ser el aviso de una futura enfermedad cardiaca.
La falta de elasticidad de las arterias es característica común de la hipertensión arterial y de enfermedades cardíacas, importantes causas de discapacidad y evento fatales.
Las enfermedades del corazón son la segunda causa de muerte en nuestro país, precedidas solo por el cáncer.
UN NUEVO ESTUDIO
En estudios previos ya se había establecido como la contemplación excesiva de televisión se asociaba al aumento del peso corporal y del colesterol, así como a la aparición de la diabetes o de hipertensión arterial.
Ahora, en una investigación realizada en la Universidad de Maastricht, en Países Bajos y publicada en la revista British Journal of Sports Medicine fueron detectados manifestaciones precoces de rigidez arterial relacionadas con el sedentarismo.
Se comparó la información aportada por 373 personas de los dos sexos, en relación con las horas diarias mirando la televisión o realizando ejercicios cuando tenían 32 años y pasados cuatro años, o sea a los 36.
Al final del estudio se le realizó un ultrasonido a cada participante para evaluar la rigidez de las principales arterias del cuerpo.
Aquellos con mayor rigidez arterial, tanto en el cuello como en las piernas, pasaban 20 minutos más por día mirando la televisión.
En quienes también practicaban ejercicios no fueron contrarrestados los adversos efectos de permanecer sentados durante más tiempo.
TODO TIENE UN LÍMITE
La Academia Estadounidense de Pediatría plantea para los niños que “el valor de corte crítico” es como máximo dos horas diarias frente al televisor o la computadora. En el resto del día se debe permanecer activo todo el tiempo que sea posible.
Hay quienes acuden a gimnasios. Otros caminan alegremente buenas distancias. Pero quien no disponga de tiempo para largas caminatas o para ejercitarse con equipos, pues entonces en su propia habitación, terraza, patio o azotea, debe realizar diariamente gimnasia aeróbica, ejercicios de estiramiento o trote durante varios minutos.
¡A moverse! es una consigna diaria como una buena fórmula para preservar nuestra salud. Hay que permanecer activos. Y, más allá de eso, no hay que pasar más de dos horas diarias frente al televisor o la computadora.
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