Todo aspiramos a que nuestros hijos menores se desarrollen exitosamente en la vida, tanto desde el punto de vista intelectual como del familiar, social y el económico.
Pero los niños pequeños observan atentamente a los adultos que los rodean y aprenden activamente de sus palabras y de sus esfuerzos exitosos.
De ahí que los adultos deben mostrar a los niños cómo el trabajo duro, persistente y, por supuesto, creativo e inteligente, conduce al éxito, según se ha demostrado en una reciente investigación.
LA IMPORTANCIA DEL EJEMPLO EN LOS NIÑOS
Los niños se esfuerzan más en las tareas propias de su edad si han visto a los adultos de su entorno triunfar, según fue demostrado en un artículo publicado en una revista médica norteamericana en relación a los niños.
Los pequeños prestan atención a los éxitos y fracasos de los adultos en su entorno y, por supuesto, no persisten mucho en las tareas donde los adultos no han tenido éxito.
CÓMO SE HIZO LA INVESTIGACIÓN
Pero en la investigación se comprueba que cuando los adultos podían completar exitosamente una tarea después de realizar un importante esfuerzo para lograrlo, los niños también se volvían más persistentes.
De forma experimental fue investigada la constancia de más de 500 niños de diverso nivel socioeconómico entre 4 y 5 años. Esa constancia se modificaba por las acciones realizadas por los adultos, la forma en cómo las hacían y los resultados alcanzados.
LA IMPORTANCIA DE LAS PALABRAS SOBRE LOS NIÑOS
Por otro lado, fue analizada si la persistencia de esos pequeños se veía incrementada por las palabras de los adultos. Los mayores les dijeron a los niños: frases como “esto será difícil”, dieron conversatorios estimulantes diciendo algo como puedes hacer esto e hicieron declaraciones de valor, por ejemplo, es importante esforzarse mucho en la vida para alcanzar el éxito. También hubo un momento en el que los adultos no expresaron nada sobre las expectativas de los niños.
FUE MEDIDA LA PERSISTENCIA EN LOS NIÑOS
La persistencia se midió por el esfuerzo que realizaron los niños a la hora de hacer la misma tarea que intentaron los adultos dentro del marco de sus edades y posibilidades. Asimismo, los niños también escucharon comentarios de los mayores tanto antes como después de saber si habían tenido que realizar un esfuerzo grande o pequeño, y si lo habían logrado o, por el contrario, en ese empeño habían fracasado.
LOS RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
De esta forma, en la investigación se comprobó que los niños se esforzaron más después de ver a los adultos triunfar que después de verlos fracasar en una tarea; y que los niños eran más persistente cuando los adultos se esforzaron en llevar a cabo el trabajo, triunfaron y, además, les explicaron la importancia de haber realizado ese esfuerzo.
UNA IMPORTANTE LECCIÓN PARA TODOS LOS PADRES
De ahí la importancia en la correcta formación de los niños de hoy desde la más tierna infancia, adultos del mañana, no solo con lo que ven a su alrededor sino también con lo que escuchan.
Las acciones y palabras de los mayores deben servir en todo momento como un claro ejemplo a imitar para el bien de esa futura generación.
Rebeca
21/7/20 11:21
Lola estoy de acuerdo contigo pues si así sucediera nuestra sociedad sería ejemplar. Claro, si los padres se vuelven ejemplos dignos a imitar. Si no, hay que remontarse a 100 o 200 años atrás hasta llegar a los primeros padres descarriados y malos ejemplos.
Lola
21/7/20 4:14
Si estuviera inventada la máquina del tiempo que falta le haría a los padres de tanta gente descarriada para que echando para atrás 20 0 30 años se hubieran leído y aplicado este artículo
Eneida
20/7/20 10:16
Muy importante este artículo sobre para los padres jóvenes que tienen hijos pequeños. A tiunfar se ha dicho!
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