Dentro del humo de los cigarrillos

Muchos fumadores no entienden bien cuáles son las sustancias peligrosas y letales escondidas dentro el humo de los cigarrillos. Estiman erróneamente cómo algunos aditivos añadidos al producto, como el azúcar, el amoníaco o los saborizantes, son las combinaciones químicas más peligrosos del humo.

Otros tantos creen en los filtros como adecuados extractores de todas las sustancias perjudiciales del humo de cigarrillos. En realidad, ellos no protegen nada. Están diseñados para hacer más pequeñas las partículas del humo. De esta manera la nicotina es más fácil de absorber. La consecuencia es un aumento de la adicción.

EL CARO PRECIO DEL DESCONOCIMIENTO

Posiblemente existan más probabilidades de empezar a fumar o de mantener la adicción al tabaco cuando no se conocen bien cuáles son los mecanismos más dañinos y letales del humo.

Por eso todas las personas deben conocer a cabalidad las causas reales de este daño y no albergar ningún malentendido al respecto.

Y EL DAÑO DEL HUMO, ¿DÓNDE ESTÁ?

Los cigarrillos evidentemente son letales y las razones deben conocerse por los fumadores y por quienes no lo son.

El daño de estos costosos, malolientes y mortales engendros proviene fundamentalmente de quemarlos. Quemar cigarrillos forma nuevas sustancias muy peligrosas, además de concentrar otras.

SE DEMUESTRA EL DESCONOCIMIENTO

Fue realizada una encuesta por investigadores de la Universidad de Chapel Hill en Carolina del Norte y publicada recientemente en la revista Tobacco Control. Se les preguntó a miles de fumadores si conocían sobre el papel de los filtros y los contenidos del humo de los cigarrillos. Un por ciento considerable de los encuestados, principalmente adolescentes, consideraron a los aditivos añadidos al cigarrillo como los responsables de la mayoría de sustancias químicas nocivas contenidas en el humo. Otra cantidad importante creía que los filtros extraían todas las sustancias nocivas del humo de cigarrillos.

En general los fumadores tienen una información inadecuada y errónea, pero además muy peligrosa. Muchos consideran a los aditivos como la fuente principal del daño al organismo humano y consideran los filtros como protectores contra las sustancias tóxicas del humo de los cigarrillos porque se lo han hecho creer los anuncios durante muchos años. Para la propia supervivencia de cada ser humano es importante tener un conocimiento preciso cuando se trata de las sustancias del humo del tabaco cualquiera sea su presentación.

Al desconocer cómo los cigarrillos provocan un daño real, podrían, por ejemplo, cambiar a cigarrillos “sin aditivos o con filtros”, creyendo de forma errónea que esa nueva selección preservará su salud. En realidad, esos cigarrillos son igual de letales en relación con los demás, pues el daño principal se encuentra en realidad en los malignos tóxicos generados por su combustión.

LA INFORMACIÓN EDUCATIVA SIGUE SIENDO ESENCIAL

Sigue siendo muy importante divulgar información sobre las sustancias químicas de los cigarrillos. Pero haciéndolo de una forma donde se ayude a prevenir, reducir o eliminar la adicción al tabaco. Pero esta información de ninguna manera puede convertirse en un pretexto para cambiar a otras marcas sin aditivos o con filtros pues resultaría en un engaño a sí mismo al pensar en la posibilidad de la existencia de maneras seguras de fumar.

No existe, ni deberá existir en el futuro, una manera segura de incorporar al organismo una sustancia tan tóxica como es el tabaco. Pero, además, los fumadores tienen la obligación de mirar a su alrededor, contemplar las cara inocentes de sus seres más queridos, niños incluidos, y recordar como también existe el “humo de segunda y tercera mano”, muy tóxicos también para esas víctimas inocentes de una persona fumadora y con falta de compasión con quienes más lo quieren.