Aprenda a conservar su salud emocional

Cualquier persona mentalmente sana es capaz de mantener un envidiable control sobre sus pensamientos, sentimientos y conducta.

Es coherente en el manejo de estos factores tanto desde el plano íntimo, personal y privado como desde el escenario público.

Son personas satisfechas consigo mismas, con magníficas relaciones interpersonales y colocan sus problemas o los de sus allegados en una sana, gananciosa y constructiva  perspectiva.

PUDIERA SUCEDER

Estas personas no están exentas de presentar problemas emocionales e incluso, mentales.

El estrés derivado, por ejemplo, de problemas familiares o laborales puede causar determinado desequilibrio mental.

Pero quienes logran un adecuado control mental desarrollan determinadas habilidades para, exitosamente, enfrentar estas situaciones. Incluso conocen cuando necesitan buscar ayuda de un psiquiatra, un psicólogo o de un capacitado consejero sabiamente seleccionado.

ESTRÉS Y SALUD

Se responde al estrés produciendo en exceso las hormonas, precisamente, del estrés. Estas hormonas ayudan al cuerpo a responder a situaciones de necesidad extrema.

Pero cuando determinadas glándulas endocrinas producen demasiadas de esas hormonas durante un período de tiempo prolongado, las hormonas agotan y extenúan al cuerpo y a sus emociones.

Por eso las personas continuamente mantenidas bajo situaciones estresantes, la mayoría de las veces por no saber gestionarlas ni resolverlas adecuadamente, con frecuencia son emocionales, ansiosas, irritables e incluso, depresivas.

A todo trance se debe  tratar de cambiar la situación propiciadora del  estrés. Los métodos de relajación tales como la respiración profunda y la meditación, y determinados ejercicios, también son útiles para afrontarlo.

PENSAR MUCHO ANTES DE ACTUAR

A veces las emociones negativas pueden ser fuertes e incluso muy fuertes, como es el caso hipotético de  una notoria o supuesta injusticia contra uno mismo o sobre un semejante. Pero antes de dejarse llevar por el impulso derivado de esa pérdida transitoria del balance emocional, es obligatorio tomarse el tiempo necesario para pensar y analizar las cosas.

Nadie inteligente debe arrepentirse jamás de haber actuado por vías emocionales diciendo o haciendo algo indebido o perjudicial.

LOS IMPULSOS NO SON BUENOS

Las personas en ocasiones no saben cuál es la razón de sus enojos. Pudieran tener relación con determinados eventos o acciones de otras personas o consigo mismo.

Muchas pequeñas cosas irritantes pueden acumularse hasta desencadenar, incluso, ataques de rabia.

Cuando demasiada irritabilidad conduce a determinados sujetos a asumir riesgos poco saludables tales como fumar o beber en exceso o consumir alguna droga, entonces surge un serio problema adicional.

Es la dificultad o imposibilidad de resolver o disolver la rabia de sabia manera, comprendiendo, analizando y actuando inteligentemente en consecuencia para el logro de tales fines.

Guardar dentro de sí mismo y acumular sentimientos de tristeza o de rabia  consume mucha energía adicional y puede causar problemas en las relaciones interpersonales y en el trabajo o escuela.

SOLUCIONES AL ALCANCE DE LA MANO

Para evitarse problemas de mayor calibre las personas deben estar muy al tanto de las emociones propias, también de las ajenas, y tratar de entenderlas en ambos casos.

Se debe aprender a diferenciar las causas de  tristezas, frustraciones y rabia pues eso  puede ayudar a manejar mucho mejor la salud emocional.

También se deben incorporar destrezas para expresar los sentimientos ante los demás de la manera apropiada. A las personas cercanas se les debe hacer saber de la manera más inteligente y diplomática posible cuándo algo está molestando a los demás por parte de ellas.

LA SALUD FÍSICA Y LA EMOCIONAL

Todo aquel deseoso de mantener bajo férreo control las emociones indebidas debe llevar una vida balanceada. Debe tomarse su tiempo para hacer y pensar en cosas de su gusto, divertidas y relajantes.

Con esmero debe ocuparse de su salud física. Se debe cuidar al cuerpo haciendo ejercicios con regularidad, ingiriendo alimentos saludables, manteniendo un peso adecuado,  durmiendo lo suficiente y no incorporando adicciones tóxicas.

Todas las personas tienen el derecho de mantener una vida feliz y saludable por todos los medios a su alcance, entre ellos, la inteligencia.