Analizando el maltrato de pareja

El maltrato de pareja produce secuelas psicológicas que pueden llegar a ser muy profundas, pues procede de una persona cercana y a quien se ama. Surge una lesión psíquica y secuelas psicológicas. La primera es resultado de un acto violento y son las sensaciones y emociones experimentadas inmediatamente después de ser víctima de maltrato. Las secuelas psicológicas son las huellas en la mente, cuando no se han resuelto las lesiones psíquicas o a consecuencia de su repetición.

NUEVA FORMA DE PENSAR

En una relación de pareja no se debe merecer a quien no ame y sí lastime. Y si alguien hiere reiteradamente sin mala intención pudiera merecer a la parte herida, pero al sufriente no le conviene esa relación.

Los actos de violencia por parte de una pareja amada son los que más impactan en la vida de una persona. Como el lazo afectivo es profundo, la situación de maltrato pudiera mantenerse durante un largo período de tiempo, siendo muchas veces sutil o abiertamente permitido por el medio o la sociedad donde se vive. Por eso, aunque se reconoce la existencia de un problema, pudiera mantenerse durante décadas.

DIFERENTES MANERAS DE MANIFESTARSE

El maltrato de pareja puede adoptar diferentes maneras. Una de las peores es cuando se aplica la violencia física, aunque también surgen todo un grupo de acciones de maltrato poco visibles ante los ojos de los demás. Entre ellas se encuentran la burlitas y ridiculizaciones sobre la apariencia o las opiniones de la persona maltratada, críticas constantes a supuestos errores, tratando de evidenciar que el otro hace todo mal o es poseedor de defectos incorregibles, hábiles manipulaciones para hacer sentir culpable al otro al endilgarle el hecho de no responder a la altura de las expectativas y como forma de castigo se le pone mala cara acompañado de silencio; también existe la no aceptación de la existencia de maltrato por parte del victimario. Si la víctima busca hablar del tema, el agresor se niega a dialogar o no reconoce en sus actos ningún tipo de daños. Dentro de este contexto también poco a poco se puede aislar totalmente a la víctima de los amigos y la familia aduciendo celos con críticas larvadas o abiertas a las amistades, a los hijos de matrimonios anteriores u otros familiares, incomodidad por encuentros sociales, etc.

SON MUY CONTROLADORES QUIENES MALTRATAN

En el fondo, estas formas de maltrato surgen del deseo de ejercer control sobre la pareja, intentando siempre imponerse y anular al otro, haciéndolo de manera más o menos disimulada y hasta con buenos modales. No se necesita gritar, gesticular o decir palabras fuertes para entronizar el maltrato a la pareja.

Esta forma de violencia produce secuelas psicológicas en diferentes esferas de la vida y las cicatrices se implantan en el cuerpo en el caso de violencia física, pero también, dolorosamente, en la mente y en la vida social, siendo diferente en cada caso; aunque las consecuencias son más o menos las mismas.

CONSECUENCIAS DEL MALTRATO

Las principales secuelas del maltrato de pareja son las psicológicas, donde se daña la autoestima y se implantan sentimientos de culpa, minusvalía e indefensión, así como estados de ansiedad y depresión; las secuelas físicas pueden ser problemas del sueño, alteraciones digestivas, dolores de cabeza, hipertensión arterial, trastornos respiratorios, etc.; y, finalmente, las secuelas sociales, donde la víctima de maltrato se aísla dejando de ver a sus amigos y después a su familia para no molestar a su pareja, receloso de esos encuentros.

MALTRATO A LOS HOMBRES

El maltrato de pareja también existe sobre los hombres, aunque esa situación habitualmente es algo más compleja, pues como la sociedad sigue siendo bastante machista, no está bien visto que un hombre se deje maltratar por su pareja.

La parte masculina tiende a ocultarlo y no lo admite para sí mismo y menos para los demás.

Debido a ese dolor interno son más proclives a enfermar y a desarrollar adicciones como respuesta a su oculto pesar.

LA MEJOR FORMA DE RESPONDER

Si después de hablar con sinceridad sobre lo inconveniente de esta situación persisten o se agravan los problemas, sufrir una situación de maltrato de pareja genera grandes confusiones, sobre todo al comienzo y lo habitual es que comiencen a surgir fuertes ambigüedades en los sentimientos, las actitudes y los pensamientos; pues se ama y se odia, se siente irritación y, al mismo tiempo, se tiende a justificar la conducta de la otra parte.

El primer paso es reconocer el hecho de estar dentro de una relación donde existe un maltrato de pareja de forma continuada y tal vez de creciente. Al aceptarlo, se debe afrontar el hecho de que esta situación no va a desaparecer espontáneamente. Lo más difícil para resolver este tipo de realidad inmerecida, siempre muy dañinas para la víctima, es dar el primer paso.

No resulta fácil afrontar el hecho de que la persona que amamos es también una fuente de, más o menos evidente, graves problemas y de un perverso maltrato a su pareja, donde quizás la única salida es dejarla definitivamente.

En casos extremos pudiera ser necesario recibir tratamiento u orientaciones por parte de un psicoterapeuta pues es posible que ya existan alteraciones muy profundas de minusvalía.