¡A generar pensamientos positivos!

Los pensamientos negativos son pensamientos de carácter perturbador, que no son útiles y bastante molestos, incapaces de ser controlados por la propia persona. Pueden hasta  llegar a afectar el funcionamiento de la vida social, laboral y familiar y no son fáciles de desechar, inclusive atacan en horas de la noche, cuando más tranquilidad física y mental se necesita.

Afectan a muchísimas personas y pueden ser la base de muchos trastornos psíquicos de base ansiosa. En general son poco realistas, racionales y sin base lógica alguna.

Normalmente, y de vez en cuando podemos tener ideas preocupantes y de base real sobre determinado asunto, pero en general acompañadas de posibles soluciones. No obstante, cuando estas ideas disminuyen la autoestima, frenan el desempeño laboral o se mezclan con emociones negativas, es cuando se pueden considerar obsesivas, irracionales y tóxicas por ser intranquilizantes, persistentes e intensas; en vez de sentir disgusto, se siente una rabia incontrolable contra el medio que rodea al afectado; en vez de sentir resignación y aceptación, se siente amargura de vivir en ese medio; o en lugar de sentir miedo, útil en determinadas circunstancias, se siente terror. Se es incapaz de razonar que quien único puede superar ese miedo es la propia persona con un decidido e inteligente andar por la vida.

EJEMPLOS DE LA VIDA DIARIA

A la hora de procesar el pensamiento, es normal sentirse preocupado por alcanzar una promoción, un grado científico, un mayor nivel económico o quedar bien delante de los demás; pero quien tiene pensamientos negativos, paralizantes, tóxicos y dañinos, utilizan adverbios como “siempre”, “nunca”, “jamás”, etc., como por ejemplo “jamás alcanzaré esa promoción”, “nunca llegaré a alcanzar elevados grados académicos”, “siempre estoy metiendo la pata”, “nunca podré llegar a comprar tal o cual equipo”, “es imposible buscar nuevas formas de tener más dinero” y otros por el estilo.

El contenido de los pensamientos negativos no es verificable, ni es real, pero además frenan el desarrollo de la persona afectada al considerarse incapaz de alcanzar determinados logros ya disfrutados por optimistas, con buena autoestima y seguros de sí mismos.

POSIBLES SOLUCIONES

Existen varias técnicas para cortar con los pensamientos negativos que frenan el desarrollo personal y en ellas se trata de cambiar los obsesivos e irracionales por aquellos racionales y de crecimiento, aunque en algunos casos se necesita el apoyo sicológico de un profesional.

Uno de ellos es controlar los momentos del día en que obsesionarte, en el llamado “tiempo basura”, útil para nada.

Cómo la persona no puede controlar sus pensamientos negativos obsesivos, pueden disminuir sus sentimientos de autocontrol y llevarle a pensar que es imposible controlar su aparición.

Con este método la persona controla esos pensamientos en determinados momentos del día, por ejemplo, decide ocupar su pensamiento en lo tóxico dos veces al día, menos por la noche antes de dormir. El objetivo final es que la persona con esos malos pensamientos solo pueda obsesionarse en esos dos momentos del día y los tenga bajo control.

Con la práctica, lo normal es que el sujeto sea capaz de darse esos dos momentos de tormento diarios acerca de sus pensamientos, para después dejarlos atrás el resto del día donde se ocupará de superar con buen e inteligente ánimo, la causa de sus angustias.

Esta técnica es útil no solo porque concentra los momentos de malestar a raíz de los pensamientos intrusivos sólo durante dos situaciones al día, sino también porque le quita el poder a esas obsesiones cuando se van alcanzando logros no pensados.

No son ellas quienes deciden cuando aparecer, sino el sujeto practicante de la técnica. Incluso, el tiempo basura limitado en tiempo a propia voluntad y avanzando en otros aspectos, permite entre otras cosas, que los pensamientos intrusivos pierdan fuerza e inicien su proceso de desaparición. El resto del día se orienta los pensamientos hacia asuntos positivos propiciadores de crecimiento personal que son muy estimulantes.

Otra técnica es también, disminuir la frecuencia y duración de los pensamientos negativos sin cambiar su contenido ni neutralizarlos. En la “parada de pensamiento” se busca una interrupción del pensamiento indeseado y la sustitución de este por pensamientos, imágenes y accionar positivo de crecimiento y triunfo, previamente seleccionado y que dificulten su reaparición de las indeseables.

Para el éxito de esta técnica, al recibir un pensamiento negativo, hay que condicionar una palabra o una conducta para la interrupción del pensamiento a propia voluntad. La palabra puede ser “basta” o “déjame” seguido de un golpe en la mesa;  si se quiere hacer de manera más disimulada, se puede llevar una liguita en la muñeca, estirándola cada vez que queramos cortar con ese pensamiento dañino.

Estas técnicas de pensamiento y acción, deben practicarse diariamente para acostumbrarse a ellas. Si no, no servirán para nada.