Vocación de servicio

El Día del bibliotecario se celebra en diferentes países en fechas que no coinciden, casi siempre porque se rinde tributo a un intelectual que impulsó el manejo de la información. En el caso de Cuba, se trata de Antonio Bachiller y Morales, profesor universitario y hombre de letras que es considerado como uno de los principales contribuyentes en el estudio de la Bibliografía en Latinoamérica.

A la pregunta de quién es un bibliotecario, la respuesta rápida señalará a la persona que trabaja en una biblioteca, organiza los libros, la información y poco más. No es desacertado, pero sí incompleto. Las Ciencias de la Información encierran muchas aristas que la gran mayoría de las personas desconocen.

A propósito del Día del bibliotecario, Cubahora quiso acercarse a cuatro estudiantes de la carrera Ciencias de la Información que en estos momentos están realizando tesis que muestran cómo su disciplina va más allá de la mera organización. A través de estas, es mucho más sencillo comprender de qué manera puede contribuir el estudio de dicha carrera para que la información esté al servicio de todos y cómo podrían resolverse problemas concretos de la sociedad.

Esteban Martínez Baniela, estudiante de quinto año de Ciencias de la Información de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana está desarrollando una propuesta de arquitectura de la información para un portal de gobierno de la República de Cuba. ¿Qué beneficios puede traer un proyecto como este? Puede ampliarse el alcance que llegue a tener el sitio, contribuye a crear un estado del arte sobre temáticas como el gobierno electrónico, el gobierno abierto, la gobernanza de la información, entre otras.

Según Esteban, “si un sistema no está organizado desde un inicio, pues por muy abierta que esté la información nadie la va a encontrar. Si estas no están organizadas en el plano físico, será imposible hacerlo en plano digital. El gobierno electrónico no es migrar todos los papeles para un sitio web. Incluye estudios de tendencias, pero además de infraestructura tecnológica, necesidades específicas de los usuarios, marcos regulatorios, entre otras cuestiones”.

A todas estas, ¿cabe preguntarse la utilidad de organizar la información? Para Esteban, “la sociedad en su desarrollo genera información, que gestionada debidamente puede convertirse en conocimiento. Vivimos en una sociedad de conocimiento, que más que centrarse en la realización de tareas, se caracteriza por brindar la información libremente de cómo esta tarea se puede realizar mejor y más rápido. Las organizaciones necesitan un orden que nosotros podemos dar”.

Rayko Samper Guerra, otro estudiante de Ciencias de la Información con una tesis en desarrollo, cree que “la bibliotecología es un área del conocimiento en exponencial crecimiento en la sociedad cubana y tenemos que darnos a la tarea de ser más participativos en los entornos sociales, no solo desde las bibliotecas, los archivos o las empresas, sino también en los trabajos y avances del país y el gobierno”.

Rayko está realizando una propuesta de rediseño de la arquitectura de la información del sitio de la Asamblea Nacional del Poder Popular, lo cual “mejoraría la interacción y la navegación de los usuarios con el sistema, gracias a la nueva estructura y organización de los contenidos y la información; además, el rediseño de la arquitectura de información de este sitio se está realizando bajos los preceptos del parlamento electrónico, el cual fomenta por sobre todo la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana”.

Dayana Bueno Querol es otra de las muchachas que culmina sus estudios este año en Ciencias de la Información y que ha elegido como tema el grado de visibilidad de la fotografía de prensa de la actividad parlamentaria, a partir de un análisis de medios como Granma y Trabajadores.

"Es un tema de gran importancia, porque hay un interés por parte de la Asamblea en conocer qué es lo que se está representando. A partir de que la Asamblea está perfeccionando su estrategia de comunicación, los resultados de esta tesis tributarán para su perfeccionamiento, y para que la población pueda participar en los procesos de toma de decisión", comenta Dayana, quien destaca la importancia de influir en el conocimiento social que existe de la Asamblea y de cambiar la mirada de que esta funciona solo dos veces en el año.

Otra de las tesis en proceso es la de Johana Ruiz Álvarez, también estudiante de quinto año de Ciencias de la Información. “Nos aceramos al tema de la administración electrónica, en función de poner esta al servicio de las necesidades del ciudadano. Cuba es firmante de la Carta Iberoamericana de gobierno electrónico y esto la hace responsable de responder a este compromiso internacional".

"Es un marco ideal desarrollar esta investigación porque tiene cabida dentro de la sociedad y de la vida política de Cuba. En el transcurso de la investigación tenemos 22 ministerios, de esos tienen sitios Web solo 6. Estos son el Ministerio de la Construcción, el de Transporte, el de Relaciones Exteriores, el de Finanzas y Precios, el de Trabajo y Seguridad Social y el Ministerio de Justicia. Nuestra investigación tiene que ver con los servicios, los contenidos, la administración electrónica, la arquitectura de la información. Está buscando cómo el ciudadano interactúa con su ministerio, con su gobierno”.

Para ella, la visión del bibliotecario ha cambiado mucho. “El bibliotecario del siglo XXI ya no es la persona conservadora que únicamente saisface las necesidades de una institución, sino que se pone en lugar del ciudadano. Hoy el bibliotecario tiene una vocación de servicio de ponerse en función, de deberse al otro.

“La frontera de la ciencia de la información se desdibuja, porque ahora está en boga la multidisciplinariedad, y la transdisciplinariedad. El trabajo en conjunto con las disciplinas es lo que tiene más valor, más allá del bibliotecario solo contra el mundo. Debe ser una persona abierta, que propicie el cambio en las maneras de ser, en las maneras de percibir del otro.”

Con el paso de los años, el pensamiento cambia. Hoy el trabajo en conjunto con las disciplinas distingue al bibliotecario del siglo XXI. Mucho pueden aportar los nuevos graduados de la carrera a una sociedad del conocimiento que cada día crece más, y si toda esta información no está organizada de una forma accesible, es como si no existiera.