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domingo, 24 de noviembre de 2024

Vivir al pie de la horca

No se puede ser buen periodista sin ser buena persona, dijo alguna vez el mítico reportero Ryszard Kapuściński, y ello conlleva de manera irremediable a la responsabilidad de la coherencia y al respeto hacia quienes nos leen, ven o escuchan...

Haroldo Miguel Luis Castro en Exclusivo 14/03/2023
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Día de la Prensa Cubana
ás allá de las competencias tecnológicas y del respaldo legal que se pueda tener, sería imposible ostentar un periodismo atemperado a nuestras exigencias y necesidades sin sujetos con la capacidad para interpretar el entorno que lo rodea

Otro 14 de marzo se nos aparece en el calendario y no por repetitivo uno puede dejar de pensar en “Patria”. Aquel periódico intransigente fundado por José Martí en 1892 para que sirviera de punta de lanza de la guerra que comenzaría solo unos años después y para aunar alrededor del mismo objetivo las voluntades que se habían dispersado tras el desgaste por la lucha iniciada en 1868.

Fue así que Martí encontró en el periodismo la herramienta justa para hablarle a todos. Desde las páginas de "Patria" no solo se gestaron los principios políticos, sociales y morales de la República que nacería tras la derrota del colonialismo español, sino que también albergó la información, la crónica, la reseña o la crítica oportuna a través de una prosa limpia y sin edulcoraciones innecesarias.

Hay tanto del periodismo martiano por rescatar para la prensa de hoy. Sin embargo, aunque más de un siglo después, la disputa desde lo ideológico y lo cultural en el sentido más amplio de su expresión pudiera parecernos, en esencia, la misma; el oficio del periodista no deja de mirarse a sí mismo para cuestionarse y reinventarse. Sobre todo, en un país marcado por las complejidades sociohistóricas que encierra su condición de territorio insular, caribeño, subdesarrollado y en búsqueda del camino hacia el Socialismo.

En esto no existe misterio alguno, el problema continúa estando en el tipo de prensa que debiéramos forjar para acompañar a la nación en sus procesos y cómo generar una comunicación a la altura de los entresijos de la época.

Ya lo advertía en esta revista hace algunos años el profesor Raúl Garcés cuando decía que “si no entendemos la necesidad de ajustar competencias, prácticas y modos de gestión de nuestra prensa a las demandas del cambio cultural actual, corremos el riesgo de perder credibilidad frente a las audiencias y retrasar el desarrollo profesional no solo del campo periodístico, sino de toda la sociedad”.

Precisamente, desde hace varios meses dentro y fuera del gremio periodístico se discute un Proyecto de Ley de Comunicación que, sin pretenderse perfecta, aspira a regular y ordenar un proceso de larga deuda con el pueblo cubano. La legislación aboga en sentido general por un mejor periodismo a partir de la definición de derechos y deberes y propone nuevas lógicas para la autogestión y financiamiento.

Estrategias y acciones que saldrán mejor o peor en la medida en la que seamos capaces de actuar sin premuras y con el sentido común como bandera. Pero conviene también prestarle atención a aspectos que muchas veces de forma errónea se obvian o se dan por sentado.

Y es que más allá de las competencias tecnológicas y del respaldo legal que se pueda tener, sería imposible ostentar un periodismo atemperado a nuestras exigencias y necesidades sin sujetos con la capacidad para interpretar el entorno que lo rodea. La instrucción del periodista ha de trascender, incluso, su formación intelectual para moldearse desde lo humano y ético.

No se puede ser buen periodista sin ser buena persona, dijo alguna vez el mítico reportero Ryszard Kapuściński; y ello conlleva de manera irremediable a la responsabilidad de la coherencia y al respeto hacia quienes nos leen, ven o escuchan.Solo así tendremos el ejercicio periodístico que tanto reclamamos. Oportuno, impecable y sin victimismo. Pero, sobre todo, comprometido.


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Haroldo Miguel Luis Castro

Periodista y podcaster

Se han publicado 1 comentarios


Maria Elena
 4/11/23 12:56

Buenos dias... he leído el título de su trabajo y pienso que hay una falta de ortografía... no obstante si se refiere a orca como el cetaceo está correcto pero si parafraseó el título del texto del periodista chacoslovaco Julius Fucik asesinado por las hordas fascistas "Reportaje al pie de la horca"... ese horca es con H...

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