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sábado, 21 de diciembre de 2024

Unión Postal Universal, 138 años después (I)

Las empresas de correos se focalizan en los vientos que hoy soplan e incursionan en nuevas áreas de servicios …

Luis Úbeda en Exclusivo 09/10/2012
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Historia del Correo

Cada 9 de octubre, en más de 150 naciones del planeta se conmemora la creación, mediante el Tratado de Berna de 1874, de la Unión Postal Universal (UPU), a la que Cuba pertenece desde 1877 y que en 1948 devino organismo especializado de Naciones Unidas para promover y desarrollar la comunicación postal.

Hace ahora 138 años, en la capital de Suiza, un grupo de autoridades del viejo continente firmaron un documento que permitió agrupar a una serie de servicios y reglamentos postales dispares en un territorio postal único, destinado al intercambio recíproco de envíos de correspondencia, establecer el principio de la libertad de tránsito de tales envíos en el conjunto del territorio único y garantizar la distribución de remesas.

En la actualidad, la UPU conserva ese mismo espíritu del territorio postal único, con el ánimo de mantener el intercambio de correspondencia, afianzar la organización y el mejoramiento de los servicios postales, participar en la asistencia técnica postal que soliciten los países miembros y fomentar la colaboración internacional en materia postal; en tanto desempeña un papel primordial en la modernización y actualización de los servicios postales. Además, el principio de la libertad de tránsito de los envíos de correspondencia en el conjunto del territorio único fue garantizado por todas las partes. En nuestros días, encargada de promover y desarrollar la comunicación entre las naciones, la UPU está llamada a desempeñar un papel de primer orden, favoreciendo el dinamismo constante entre los servicios postales.

Asimismo, el Día Mundial del Correo fue instituido por el Congreso de la UPU celebrado en Tokio, Japón, en 1969, con el propósito de crear conciencia sobre el papel del sector postal en la vida cotidiana de la gente y de las empresas y su contribución al desarrollo social y económico de los países. La celebración alienta cada año a los estados miembros a desarrollar actividades del programa, destinadas a generar una mayor sensibilización sobre el papel que desempeña el correo postal y a realizar contactos con el público y los medios de comunicación a nivel nacional, a la vez que aprovechan la efeméride para presentar o promover nuevos productos y servicios postales.

Entre las acciones por el Día Mundial del Correo, numerosos países organizan exposiciones filatélicas y emiten nuevos sellos y marcas de fecha de cancelación, promueven la exhibición de carteles alegóricos en las oficinas de correos y otros lugares públicos, jornadas de puertas abiertas en museos de correo postal, conferencias, seminarios y talleres, así como actividades culturales, deportivas y recreativas. Muchas administraciones postales emiten recuerdos especiales, tales como pulóveres e insignias.

Vale destacar que hoy las administraciones postales de todo el mundo cuentan con importantes ventajas, como por ejemplo 700 000 puntos de venta y 6,2 millones de empleados. Mientras, las gerencias de la UPU operan la mayor red de distribución física del mundo (189), y las oficinas de correo son puntos de contacto donde los clientes pueden adquirir productos y servicios postales.

El advenimiento de la era digital obligó a la industria postal replantearse prácticamente toda su arquitectura: las directrices internacionales que se vienen dando, tanto en ella como en las telecomunicaciones, determinan que las empresas de correos deban focalizarse en los vientos que hoy soplan e incursionar en nuevas áreas de servicios. Sobre esa base, cada año se incorporan productos y servicios capaces de acomodarla a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones: su asociación con la comunicación electrónica, el acceso al servicio de envíos controlados electrónicamente en forma amplia y a costos menores, la conformación de bloques regionales de correos, el fortalecimiento en la distribución y la adecuación en el transporte de objetos.

“El correo tradicional representa todavía la mitad de los ingresos de los servicios de correos, pero estos últimos podrían beneficiarse de la globalización de otra manera. Deberían aprovechar las oportunidades que les brinda el comercio electrónico…los analistas del sector prevén que las ventas de este comercio superarán el billón de euros en 2013”, afirma Edouard Dayan, director general de la Unión Postal Universal.

EL CORREO LLEGA A CUBA

Todavía hoy en Cuba, así como en muchas otras partes del mundo, podemos comprobar un ejemplo fehaciente de la importancia del correo, al recibir en nuestros hogares paralelo a cartas y telegramas, el recibo del teléfono, la información de nuestras cuentas bancarias o cualquier publicación a la que estemos suscritos.

Ahora bien, en 1754, la “siempre fiel” tenía alrededor de 140 000 habitantes, muchos de ellos con necesidades de comunicación, lo cual dio lugar a que la metrópoli española emitiera una Orden Real autorizando la creación del primer Servicio General Ordinario de Correos, por cuenta y riesgo de la Hacienda Pública. Dos años más tarde, el 1ro. de marzo de 1756, se implantó la primera ruta postal en la isla mediante un “correo entre La Habana y Santiago de Cuba”, pionera también la región oriental en el empleo con carácter militar del servicio postal.

Lo anterior facilitó la creación de uno de los servicios más antiguos y populares de las comunicaciones: el Oficio Público de Correo Mayor, dirigido por el regidor del Cabildo Habanero. Una década más tarde, el rey Carlos III creó los “Correos Marítimos del Estado”, que mensualmente traían desde La Coruña hacia la rada de San Cristóbal de La Habana toda la correspondencia para Las Indias; con posterioridad, en 1820, se implementa una línea marítima con iguales fines entre los puertos de La Habana y Matanzas. Asimismo, a partir de 1839 la correspondencia interna comenzó a transportarse por ferrocarril, y por esa vía se creó una red de líneas y rutas postales.

Un hito en la efectividad del correo interoceánico estuvo dado por la sustitución de los buques de velas por los de vapor, que significó un cambio significativo para las comunicaciones postales entre Cuba y las principales ciudades europeas y de América. Al principio era el destinatario quien pagaba el franqueo al recibir las cartas sin sellos, pero a partir del 15 de febrero de 1855 se estableció el uso obligatorio de estos para el franqueo previo entre España y Ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas).

El 24 de abril del propio año se puso a la venta la primera emisión de sellos usada en Cuba, con la imagen de la entonces reina de España, Isabel la Católica; y el 15 de noviembre comunicaba la inauguración del Correo Interior de La Habana, surgiendo poco después nuevos servicios postales, como los certificados y los valores declarados. (Continuará)


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Luis Úbeda


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