Por estos días iniciales del nuevo año, para el cual el país se ha propuesto proyectos y planes superiores a los del calendario anterior, y sobre todo corregir distorsiones, sería recomendable prever cómo y cuándo los iremos implementando y controlando a todos los niveles de dirección en organismos, organizaciones, en el Poder Popular, y en los territorios.
"En todo lo que hagamos lo primero que hay que pensar es cómo va a participar el pueblo: la unidad la da la participación”, afirmó hace unos días Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, en la reunión del Consejo de Ministros correspondiente a diciembre, encuentro que marcó pautas para el quehacer del Gobierno en el 2025.
“En los temas fundamentales, en esos que están chocando más con la población y con el desarrollo del país, tenemos que ser capaces de identificar qué proyectos se pueden potenciar; si existen, cómo los mejoramos; y si no existen, cómo concebimos otros nuevos”, dijo el mandatario.
HAY COSAS QUE NO SE PUEDEN DEJAR ACUMULAR
"Y para lograr esos propósitos, reiteró, hay que trabajar duro, hay que exigir mucho, hay que analizar mucho; hay cosas que no se pueden dejar acumular, hay que trabajar por proyectos, por programas, con integralidad; hay que ordenar las cosas que dan más impacto”.
Recordemos que la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó el Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado (devenido Ley) para el 2025, además de actualizarse los Objetivos y Proyecciones del gobierno dirigidos a corregir distorsiones y reanimar la economía.
Ahora en enero en las sesiones de las Asambleas Municipales del Poder Popular quedarán definidas las estrategias o prioridades de cada territorio, y desagregadas las partidas de gastos e ingresos, de acuerdo con los intereses y necesidades locales, es decir, les corresponderá a sus delegados aprobar dónde concentrar los recursos y esfuerzos, sin perder de vista el control popular.
Y similar proceso transcurrirá en los colectivos laborales, con la activa participación de los trabajadores, el sindicato y la administración, para quienes el ahorro, el uso eficiente y racional de los recursos, el incremento de los planes de producción y servicios, la calidad, la aplicación de la ciencia y la innovación, el combate al delito y la corrupción, entre otros, serán prioridades.
Pero el entusiasmo por proponernos metas ambiciosas no puede obviar retos o desafíos como los del permanente bloqueo estadounidense, la llegada a la Casa Blanca de una nueva administración que seguirá fomentando la política anticubana, y el impacto de los fenómenos climatológicos que año tras año azotan nuestro archipiélago.
Tras rebasarse el año más difícil, adverso y de mayores carencias de recursos que ha enfrentado Cuba desde el triunfo de la Revolución, están claras las tareas de todo cuanto hay que hacer en el 2O25 en lo económico y social, desde la producción de alimentos, la recuperación del sistema electroenergético nacional, el desarrollo de las exportaciones, del turismo y de nuevas inversiones hasta la atención a las personas, familias y comunidades en situación de vulnerabilidad.
Alentador que en 2024 el país haya podido reducir su déficit fiscal, por lo cual habrá que explotar esas reservas que todavía subyacen en aras de seguir avanzando en tan importante resultado vinculado al programa de estabilización macroeconómica.
Por eso desde ahora es necesario librar el combate contra la evasión fiscal, las subdeclaraciones de los gastos e ingresos por los contribuyentes, contra las empresas ineficientes que aún no aportan al Presupuesto del Estado...
Precisamente este seis de enero la Oficina Nacional de Administración Tributaria comenzará el proceso de declaración jurada, liquidación y pago del impuesto sobre los ingresos personales, correspondiente al ejercicio fiscal del 2024.
Entonces el Sistema Tributario continuará siendo la fundamental fuente de recursos financieros para el Presupuesto del Estado, y en este propósito como parte de las proyecciones de Gobierno juegan un papel determinante las acciones que contribuyan a la reducción gradual del déficit fiscal.
Prioridades en este año serán además, generar nuevos rubros exportables y agregar valor a los actuales, promover exportaciones basadas en conocimiento y la alta tecnología, así como recuperar los servicios turísticos y dinamizar otros junto con los flujos de inversión extranjera directa.
Incluso se procurará que las importaciones sean en gran medida de materias primas e insumos en aras de procesarlas en el país, y con ello reducir la adquisición de productos terminados para la comercialización directa.
"En ese Plan (de la Economía) y en ese Presupuesto (del Estado) hay potencialidades, y las potencialidades hay que salirlas a combatir, hay que salirlas a luchar, hay que salir a encontrarlas”, dijo el Presidente ante el Consejo de Ministros y por ello enero comienza intenso como promete ser el 2025.
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