La actual situación de confinamiento en respuesta a la COVID-19 trae un sinnúmero de retos para las familias cubanas. Uno de ellos es aprender a compartir el mismo espacio de forma sostenida en el tiempo, sobre todo en hogares donde confluyen varias generaciones.
RETOS DE LA CONVIVENCIA EN FAMILIAS MULTIGENERACIONALES
Incluso antes del período de aislamiento social, la convivencia entre varias generaciones podía tornarse complicada, pues cada generación tiene necesidades propias. Los niños necesitan jugar y recrearse, mientras que los adolescentes demandan espacio personal e independencia. Los adultos tienen que distribuir el tiempo para trabajar, cuidar de sus hijos, atender su matrimonio y sus necesidades propias; además, muchas veces cuando viven con ancianos, también tienen que cuidar de ellos. Por otra parte, los ancianos buscan tranquilidad, compartir sus conocimientos, sus experiencias y vivencias.
La satisfacción de las necesidades de unos puede interferir en la satisfacción de las de otros. Por ejemplo, puede ocurrir que los adultos mayores quieran compartir experiencias y tiempo con su familia y los adolescentes prefieran estar solos; o que los niños quieran jugar e interfieran con el tiempo de sus padres para realizar otras actividades más urgentes, como cuidar de un adulto mayor enfermo.
Lo que ocurre en este período de aislamiento es que los problemas que surgían en el seno familiar ahora se agravan porque se dan de forma más sostenida en el tiempo. Emergen con mayor frecuencia e intensidad y por eso se convierte en un reto compartir el hogar.
CÓMO MEJORAR LA CONVIVENCIA
Es de vital importancia mantener una actitud abierta y positiva ante los otros. Además, estar atentos a las necesidades de los demás, no despreciarlas aunque no las consideremos tan importantes como las nuestras. Se debe recordar que cada persona tiene necesidades que van a depender de su etapa del desarrollo y cada una es igual de valiosa.
Se debe respetar el espacio ajeno y asegurarse de crear uno propio. Es necesario también mantener una comunicación asertiva basada en el respeto a la opinión de todos y en la confianza.
Finalmente, es importante no centrarse en lo negativo de las situaciones, sino buscar los elementos positivos. La convivencia en familias multigeneracionales puede llegar a ser muy provechosa si se sabe explotar.
Infografía: Tayatne Torres Rodríguez/ Cubahora
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