Tras la ruta del agua en Cuba (+Infografías)

Antes de 1959 existían en Cuba 13 embalses, que almacenaban 48 millones de metros cúbicos de agua y solo 114 locaciones con acueducto.  Se contaban con muy pocas obras para eliminar las inundaciones

Fue un 10 de agosto de 1962 cuando se fundó la el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), presidido en ese entonces por el Comandante Faustino Pérez. Amparado por la ley No. 1049, la principal misión de la entidad fue diseñar la primera estrategia nacional hidráulica en función del desarrollo económico del país e iniciar un ambicioso programa de construcciones, asumiendo, además, la atención de los servicios de acueducto y alcantarillado.

Desde la creación y hasta la fecha, la institución ha mantenido un objetivo: preservar las aguas terrestres del país.

A la altura del 2019, el país cuenta con 242 embalses que almacenan más de 9150 millones de metros cúbicos. En la actualidad existen 1400 km de obras de protección, 806 km de canales magistrales y 22 400 km de canales secundarios, informó Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos. Además, 2489 asentamientos poblacionales cuentan con acueducto, 2848 estaciones de bombeo, 83 plantas potabilizadoras, 23 416 km de redes, 12 plantas desaladoras y 712 grupos electrógemos, agregó el titular.

El país ha incluido el acceso al agua potable y al saneamiento en sus planes de gobierno desde el triunfo de la Revolución. En concordancia con uno de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, se han desarrollado en el país diversas acciones para garantizar lo que ya la Constitución reconoce como derecho de los cubanos.

En el 2011 se aprobó el Plan Estratégico para la solución de las pérdidas en conducción. Posteriormente, en el 2012, se aprobó la política nacional del agua, con sus cuatro principios: Uso eficiente y racional del agua, uso de la infraestructura existente, prevención de riesgos asociados a la calidad del agua y la prevención de riesgos asociados a los eventos extremos.

En el año 2017 se dio un paso importante con la aprobación de la Ley de las aguas terrestres y su reglamento.

En el año 2018 se aprobó el Plan Hidráulico Nacional, como continuidad de la voluntad hidráulica diseñada por el Comandante en Jefe. A consideración de Javier Toledo Tápanes, vicepresidente del instituto, este plan constituye el elemento fundamental en la implementación de la política nacional del agua. Sus fundamentos se basan en los lineamientos de la política económica y social del partido, el plan estratégico para la solución de las pérdidas en conducción de agua y el programa de abasto y saneamiento, que fueron bases programáticas desarrolladas en un momento anterior y que constituyen parte indispensable del plan.

El directivo explicó que para su conformación se tuvieron en cuenta a todos los organismos de la Organización Central del Estado y sus planes de desarrollo. Además, se hizo un análisis exhaustivo de la situación de la infraestructura hidráulica y de la calidad en la prestación de los servicios, que arrojó como resultado un decrecimiento paulatino de la disponibilidad de agua.

Como estrategia general de este plan, el instituto presupone 2600 millones de pesos hasta el año 2030. De ellos 966 millones corresponden al período 2018-2021; 1064 entre los años 2022-2025 y 638 entre el 2026-2030. La disminución de los valores indica que para ese entonces deben culminarse importantes inversiones y solucionar la calidad del servicio en las distintas provincias del país.

El plan, además, prevé la rehabilitación y construcción de más de 2000 km de conductora y alrededor de 10 mil km de redes entre todo el potencial a rehabilitar. Se estima también la rehabilitación de 24 plantas potabilizadoras y la construcción de 36 nuevas, en un grupo importante de lugares en Cuba que en la actualidad no cumplen con la calidad certificada del agua para el abasto y otros usos, agregó Toledo.  

Se trabajará también en la construcción de 10 plantas asaladoras en aquellos lugares donde no sea posible acceder al agua dulce, continuar la rehabilitación de los sistemas de acueductos en 33 ciudades —en la actualidad se trabaja en 17— y garantizar el abastecimiento a los 19 polos turísticos que se desarrollan en el país.

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ABASTO DE AGUA EN CUBA

En este año el Consejo de Ministros aprobó la nueva estructura y funciones de la entidad, ratificando así el papel estatal del instituto como única autoridad del agua. Se crearon además dos Organizaciones Superiores de Dirección, una de Agua y Saneamiento y otra para el uso eficiente o gestión integrada de las aguas terrestres. Ambas entrarán en funcionamiento a partir de septiembre.

En el transcurso de este año se ha trabajado en el mantenimiento de los principios que han sustentado el funcionamiento del organismo. Entre las principales acciones llevadas a cabo por sus autoridades se encuentran el reordenamiento de los acueductos y las nuevas tarifas para el ahorro eficiente del agua.

La OSDE de Agua y Saneamiento del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, recientemente creada, ofrece servicios de abastecimiento de agua potable, saneamiento y drenaje urbano a toda la población cubana. Constituida por 28 empresas y 24 mil trabajadores, tiene representaciones en todos los municipios del país, informó su presidente Abel Salas García.

El 66% del agua que se suministra en Cuba es subterránea y el 34% es superficial. Esta última, localizada fundamentalmente en la región central y oriental del país, requiere de un tratamiento especial por sus características.

Salas explicó que, al cierre del mes de julio de 2019, existen un total de 145 fuentes afectadas por disponibilidad de agua y que se trabaja en 12 de estos lugares para erradicar el problema, ubicando fuentes seguras.

EL CASO HABANA

Aunque el promedio de lluvia se ha ido acercando a los promedios históricos, aún en la Cuenca Vento —que abastece el 18% de la Capital— existe un déficit fundamental, comentó Leonel Díaz Hernández, director general de Aguas de La Habana.

No obstante, agregó, existen en la provincia 54 864 habitantes que reciben el agua por carros cisternas. Si se compara esta cifra con años anteriores, puede notarse una disminución en este tipo de distribución del líquido, debido a todas las obras de inversión que se han desarrollado en la ciudad.