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jueves, 21 de noviembre de 2024

Tesoreros del desarrollo científico y cultural del país

A la par de la Covid-19, una Infodemia masiva azota a la humanidad, ese es el actual campo de batalla de los profesionales de la información…

Laura Mercedes Giraldez Collera en Exclusivo 07/06/2020
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Bibliotecaria
En esa lucha constante, agravada por la compleja situación que vivimos hoy, tienen los profesionales de la información su campo de batalla

En nuestra sociedad, donde la información se ha convertido en la materia prima más importante, los profesionales encargados de organizar, gestionar y socializar la información y el conocimiento, desempeñan un rol imprescindible cargado de constantes retos.  

La noble labor de acercar a las personas a la lectura y guiarlas a través del camino de la localización, adquisición y almacenamiento de recursos informacionales, cuenta entre los principales aportes de los bibliotecarios y cientistas de la información al desarrollo cultural y científico de nuestro país.

Entre los desafíos que encaran hoy estos profesionales se encuentra, sobre todo, la comprensión de los nuevos escenarios creados por las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICˈs), lo que supone la alfabetización informacional de la sociedad, esas tareas, sumadas a la tradicional labor docente-educativa de orientar a los demás en la búsqueda e identificación de documentos, recuperar, conservar y crear vías de acceso a la información, trasformar e interpretar datos, incentivar el gusto por la lectura y desarrollar el intelecto desde tempranas edades, conforman el amplio campo de sus quehaceres.

Gracias a esas destrezas y competencias que caracterizan el trabajo de nuestros profesionales, la aplicación y difusión del conocimiento y la información a la hora de gestionar, producir y distribuir servicios, se ha convertido en una herramienta esencial, razones de sobra para que cada siete de junio, se celebre el Día del Bibliotecario Cubano.

La fecha fue escogida para homenajear a uno de los intelectuales más prolíficos de esta isla antillana, el periodista, historiador y abogado Antonio Bachiller y Morales (1812-1889), quien ha sido catalogado como el Padre de la Bibliografía Cubana, teniendo en cuenta sus contribuciones a dicha esfera, donde sobresale el primer estudio bibliográfico metódico sobre las letras y las culturas en nuestro país: Apuntes para la Historia de las Letras y de la Instrucción Pública en la Isla de Cuba. Además, fue el primero en crear un catálogo con los libros y folletos existentes en la colonia luego de la introducción de la imprenta en el año 1940.  

Por otra parte, Bachiller aunó sus habilidades para trabajar a fondo en el estudio de la bibliografía hispanoamericana, otro motivo para que se considerase como un hombre de pensamiento enciclopédico. De ahí que se decidiese tomar el día de su nacimiento para recordar la trascendental obra que ese gremio lleva a cabo.      

En este 2020, cuando la Covid-19 azota a la humanidad, nuestros bibliotecarios y cientistas de la información continúan empeñados en organizar, conservar y difundir conocimientos, sobre todo por la Infodemia masiva que a la par del nuevo coronavirus está afectando a la sociedad. Se trata según, la Organización Mundial de la Salud (OMS), de un exceso de información que en algunos casos es correcta y en otros no, lo cual dificulta el discernir cuáles son las fuentes confiables.

En esa lucha constante, agravada por la compleja situación que vivimos hoy, tienen los profesionales de la información su campo de batalla. Unos desde casa, otros desde sus puestos cotidianos, pero todos volcados hacia la tarea invaluable custodiar y atesorar la literatura, los conocimientos y la información e instruir a nuestro pueblo.     


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Laura Mercedes Giraldez Collera

Periodista


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