Desde la fundación los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), aquel 28 de septiembre de 1960, no ha existido un pasaje significativo en la Mayor de las Antillas en que no esté la presencia de esta agrupación de pueblo materializada en calles, cuadras, zonas, municipios, provincias, nación.
Por ello, cuando la máxima dirección del país llama al combate contra el delito, las ilegalidades e indisciplinas sociales, la organización ha asumido su enfrentamiento como brújula esencial en su trabajo. Sus miembros tienen ante sí el reto de ayudar a transformar este escenario de manera creativa y de forma efectiva.
El VIII Congreso de los CDR ha sido esencial en este debate, sobre todo en la sesión plenaria de este viernes, donde los delegados junto al General de Ejército Raúl Castro Ruz, expresaron la necesidad de tener una organización de masas despojada de toda miseria humana, desde la cual sea posible combatir cualquier actitud que niegue el orden y la legalidad.
Numerosos delegados reafirmaron que la vigilancia popular revolucionaria sigue siendo una de las principales tareas para esta lucha, y dentro de esta la guardia, la que ha desempeñado un rol fundamental en diferentes momentos y hoy se adapta a las necesidades de cada lugar.
Se trata de enfrentar problemas como los relacionados con los microvertederos, la higiene comunal, el maltrato a la propiedad social, los escándalos públicos, la música alta, las palabras obscenas, el alcoholismo, el asedio al turismo, entre otros que protagonizan en nuestras cuadras.
Según el informe central de la cita de enero a agosto se reportaron 7502 delitos en el barrio vinculados al robo con fuerza en viviendas, bodegas y centros educacionales, 290 menos con relación al año anterior, que representa el cuatro por ciento, por lo que el mismo decrece. En este sentido, existe una tendencia a la disminución en 94 municipios y 12 provincias.
Dando cumplimiento a las proyecciones de trabajo se mantienen acciones preventivas para combatir las indisciplinas, sobre todo en los territorios más complejos, donde se ha manifestado el tráfico, la siembra y el consumo de drogas y hechos vandálicos contra Etecsa, la Unión eléctrica y los Ferrocarriles.
Como señalaba Joaquín Bernal, vicejefe del Departamento de Organización del Comité Central del Partido, hay que afrontar los problemas en el lugar en que existan y en ello mucho pueden aportar los jóvenes. Esta batalla requiere de la participación de todos, y de un plan de acciones coherentes.
En todo esto influye, como expresaron los delegados, las carencias en el trabajo educativo con la familia como forma de labor preventiva, así como la falta de preparación de muchos cuadros profesionales. Son deficiencias a erradicar por los CDR para lograr la efectividad en la lucha contra las indisciplinas sociales.
Orestes Llanes, vicecoordinador nacional de los CDR argumentó que no es secreto que actualmente en la sociedad hay un desvío de las buenas conductas y se han generado actitudes inadecuadas en el comportamiento de las personas y que la organización como aglutinadora de la familia cubana tiene que ayudar a mejorar ese comportamiento social.
En este sentido, se realizará una nueva convocatoria para combatir «sin tregua las indisciplinas sociales», y rescatar el orden, la convivencia y la educación formal en el país, desarrollaran los CDR, conjuntamente con la Federación de Mujeres Cubanas. Una campaña como se conoció en este Congreso que ha dado ya sus primeros frutos y donde se aprecia mayor comprensión y reconocimiento de la situación por los cederistas.
Se impone trabajar sin tregua, amorosamente; no olvidar que en los Comités hay múltiples potencialidades que sería imperdonable no defender y desarrollar. Debemos elegir a los más capaces para tomar decisiones dentro de los CDR; a no acostumbrarnos a vivir casados con la indisciplina social; a romper la inercia y la rigidez mental a la hora de concebir el trabajo desde la organización de masas.
Como sociedad socialista, y gracias al prestigio de la Revolución, tenemos la capacidad de movilizar a todas las fuerzas en una misma dirección. No existen recetas, hay que analizar detalladamente los problemas, en cada barrio, y desde ahí deben partir las acciones para solucionarlos.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.