Por la felicidad de todos

Combatientes como los del Ministerio del Interior (Minint) tienen por delante la posibilidad hermosa de prestarles a nuestro pueblo y a nuestra Patria uno de los más preciados servicios: el de preservar su vida, su tranquilidad y su felicidad, como expresó Fidel en 1971, durante el acto por el décimo aniversario de la creación de esa institución armada.

Bien lo sabe la teniente coronel Odalys Bravo Lluesma, jefa del Departamento de Captación y Selección del Minint, una mujer que durante 27 años se ha entregado con creces a esta práctica: “Mi pertenencia al Minint ha sido una de las experiencias más placenteras en la vida. Sobre todo saber que de nosotros depende también sembrar en los jóvenes la semilla de la motivación, pues esa es la única manera de ganar fuerzas”.

Es un trabajo duro y difícil, pero muy honroso, como nos ha dicho esta oficial, quien asegura que cuando se trata de serle útil a la sociedad y de estar al lado de la población no hay tarea difícil. “En las más disímiles misiones cumplidas por el Minint en estos años ha estado presente el apoyo popular, porque somos el pueblo uniformado, el que tiene por derecho propio que defender la Revolución”.

Recuerda que ingresó al Ministerio siendo muy joven y al integrar las filas de una fuerza uniformada como esa “descubres un mundo de cosas a veces impensable. Lo que más me sorprendió desde un inicio fue la oportunidad de crecer profesionalmente que te brinda, y de formarte como una persona de bien, con esa capacidad de sentir y vivir por el bien público, algo que necesitamos mucho en los tiempos actuales”.

Quienes llegan al Departamento de Captación y Selección del Minint, ubicado en la capital del país, suele ver a esta mujer de un lado a otro, conquistando con su ejemplo a cada una de las personas que llegan allí para formarse como futuros oficiales de la institución. Ese ha sido su actuar cotidiano, no solo en su puesto de trabajo sino también en la comunidad donde vive.

Por ello, asegura con sentido de pertenencia, cada persona que llega al Minint asume el deber de servir en sus filas desde distintos perfiles profesionales, y hacerlo con responsabilidad, conscientes de que deben ser ejemplo de valores éticos como el patriotismo, la solidaridad, la humildad y el humanismo, porque pertenecerán a una institución que no solo sirve al pueblo, sino que tiene que ser el pueblo mismo.

“Esos valores los formamos en nuestras instituciones en cada especialidad, tanto de nivel superior como técnica, y para ello contamos con un claustro de profesores capacitados, con diversas categorías científicas, que se entregan por completo, no solo a su labor como docentes, sino también a esa constante interacción que necesitamos con el relevo, con los valores que debemos fomentar en la sociedad”.

—¿Qué debe caracterizar a una persona que desea ingresar en el Minint?

—Tener vocación por la vida militar es fundamental cuando alguien decide ingresar en nuestras filas. Eso determina que la persona, y si es joven más todavía, venza cualquier obstáculo, se consagre, haga las cosas con deseos, asuma el rigor de su especialidad y a la vez se sienta gratificada con lo que hace, con lo que aporta a su país.

“Nosotros tenemos una responsabilidad en esa vocación, y siempre buscamos para integrarlo a jóvenes que, primero que todo, tenga vocación revolucionaria y estén comprometidos con el proyecto social que construimos y defendemos; que los distingan la laboriosidad, el amor y el compromiso por lo que hacen. A partir de esa simiente seguimos fomentando los valores que necesitan nuestras especialidades”.

—¿Es un proceso difícil la capitación y selección de fuerza?

—No. Siempre tramos de aceptar personas que se sientan motivadas con la profesión que van a realizar, que cultiven los valores que ha fomentado nuestra Revolución y el país, que se sientan comprometidas con Cuba. Aquí los orientamos hacia aquellos cargos afines a sus características físicas y motivaciones, donde puedan desempeñarse con éxito. A veces optan por una especialidad que sabemos que no tienen las condiciones y le proponemos otra. Nuestra meta es siempre sumar.

—Luego de 55 años de creado, ¿cuáles siguen siendo los retos del Minint?

—Mantener ese bien tan preciado que nos distingue entre los países del mundo de seguridad y tranquilidad ciudadana. Continuar enamorando a los jóvenes por nuestra institución, haciéndoles saber su valía para con la sociedad; y, a la vez, seguir evaluando muy bien a las personas, quienes deben ser los primeros en todo, pues así se garantiza un oficial más integral. Y seguir perteneciendo a una fuerza del pueblo, que defiende al pueblo y se nutre de él. Solamente por esas razones vale la pena vivir entregado completamente al cumplimiento de nuestras responsabilidades.