Poner fin a las desigualdades, poner fin al Sida

A cuatro décadas de detectarse los primeros casos de Sida, el VIH es todavía una amenaza para la salud mundial. Hoy en día se disponen de mayores conocimientos, medios y medicamentos más eficaces, sin embargo, las desigualdades derivadas de la pobreza y discriminación, hacen que la meta global de poner fin a esa epidemia para el 2030 se dificulte.

Es por ello que la campaña de este año por el Día Mundial del Sida hace un llamamiento a lograr un acceso equitativo a los servicios de salud y en especial al tratamiento y prevención de esa enfermedad. Con el lema “Pon fin a las desigualdades. Pon fin a las pandemias” se promociona la importancia del apoyo a las comunidades y personas más vulnerables.

“Sin una acción audaz contra las desigualdades, el mundo corre el riesgo de no alcanzar los objetivos de acabar con el sida para el año 2030, así como de sufrir una prolongada pandemia de la COVID-19 y una crisis social y económica cada vez mayores”, explica el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA).

Aunque no existe actualmente una cura para la infección por el VIH, con un diagnóstico y tratamiento oportuno se ha podido reducir la mortalidad y aumentar la calidad de vida de los pacientes. Por eso se valora que todos reciban a tiempo el tratamiento antirretrovírico (TAR), que también previene la transmisión si se suprime la carga vírica.

Desde 2016, es recomendado por la Organización Mundial de la Salud que se suministre el TAR de por vida a todos los infectados. No obstante, a pesar de la cooperación internacional, no todos los países y regiones no tienen igual acceso a este, lo mismo sucede con el diagnóstico y pruebas rápidas.

Según datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), alrededor de 37,7 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo en 2020. De ellos aproximadamente 6,1 millones no sabían que estaban viviendo con el VIH ese año. La tasa mundial de cobertura del TAR era del 73%, solo el 54% de los niños recibían el tratamiento.

VIH y COVID-19

Por otra parte, la pandemia de la COVID-19, y todo el despliegue de recursos necesarios para combatirla, ha significado un problema para los servicios de salud a personas con VIH/SIDA.

Por ejemplo, una encuesta de la OMS realizada en vísperas de la conferencia bianual de la Sociedad Internacional del SIDA, dio a conocer que 73 países corrían el riesgo de que se agotaran las existencias de medicamentos antirretrovíricos y 24 habían reportado la bajada a niveles críticos de esas medicinas. Esto se debe a problemas con la producción, disminución del transporte y falta de recursos por la COVID-19.

Además, la enfermedad por el SARS-cov-2 es un riesgo en sí misma para los pacientes con VIH. La ONUSIDA explica que estos sufren cuadros más graves y tienen mayores comorbilidades por COVID-19 que las personas que no viven con el VIH. Además, añade que, a mediados de 2021, la mayoría de las personas que vivían con el VIH no tenían acceso a las vacunas antiCOVID-19; lo que demuestra nuevamente la desigualdad de acceso a la salud.

Prevención y tratamiento del VIH/SIDA en Cuba

En Cuba, la respuesta al VIH se hace desde la Atención Primaria de Salud, y se centra en las poblaciones claves. Se garantiza a nivel de países el tratamiento gratuito a los pacientes y con el apoyo de varias instituciones como el MINSAP y el Centro Nacional de Educación Sexual y Reproductiva (Cenesex) se promueve la prevención para evitar contagios.

Nuestra nación tiene la particularidad de haber recibido por la OMS en 2015, la condición de ser el primer país del mundo en eliminar la transmisión madre a hijo del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la sífilis. Actualmente esta se mantiene y fue revalidada en 2017 y 2019.

“En nuestro país, la mortalidad relacionada con el SIDA disminuye progresivamente y la incidencia de esta enfermedad muestra una tendencia a la estabilización. Uno de los indicadores positivos, es que las personas menores de quince años no están prácticamente afectadas por esta epidemia.”, expresó el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda durante reunión de alto nivel sobre el VIH / SIDA en la ONU junio de este año.

En la conferencia, Cuba renovó su compromiso de continuar garantizando el disfrute del derecho a la salud de todo nuestro pueblo y la respuesta mundial y regional al VIH/SIDA.

Portal Miranda destacó que a pesar del esfuerzo por enfrentar la COVID-19 y la asfixiante guerra económica impuesta por Estados Unidos, la nación cubana ha mantenido las acciones de prevención y la atención a quienes se han contagiado con el SIDA.

Durante la Jornada de respuesta al VIH2021, que se extiende hasta el 17 de diciembre, se continuará trabajando para avanzar hacia la meta de poner fin a las desigualdades, al sida y a las pandemias.