Invertir más y mejor en la juventud

Invertir más y mejor en las generaciones más jóvenes es uno de los principales desafíos en materia de dinámica demográfica, sobre todo cuando se trata de un país como Cuba, que ya experimenta un acelerado envejecimiento de su población y tiene que sostener un mayor consumo de esa población adulta. Las decisiones que se tomen ahora tendrán un importante impacto en la vida de este siglo.

Así lo valoró Arie Hoekman, representante del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas y director de País para Cuba y República Dominicana, en visita reciente a la Mayor de las Antillas, donde destacó que es clave diseñar políticas integrales para la juventud que respondan a las necesidades de cada territorio, con una visión afirmativa de los más nuevos.

Después de ocupar ese encargo del 2005 al 2009, ahora Hoekman vuelve a trabajar con Cuba, y en un encuentro de bienvenida con funcionarios de organismos e instituciones de nuestra nación subrayó que no se trata simplemente de un gasto superior en las poblaciones mayores, sino de invertir más en un sector que es capaz de aumentar la productividad en su sistema económico.

Apuntó que otro elemento que influye en este sentido es la necesidad de una mejor articulación de la economía cubana. “Por ello son trascendentales los cambios que en ese sentido se gestan en Cuba para generar mecanismos que conlleven a un mejor aprovechamiento de los factores de producción disponibles, para que esos jóvenes laboren en lo que han sido preparados.

”Este invertir en los jóvenes incluye además el diálogo intergeneracional, para que jóvenes y adultos mayores sepan convivir en armonía. ¿Cómo interpretar esta aparente paradoja? Invertir en los más nuevos supone también poder cuidar a los adultos, y que todos entiendan la necesidad de construir una sociedad más incluyente, pues la juventud de hoy será la población adulta mayor del mañana.

”En ese invertir en las nuevas generaciones no se pueden tomar en cuenta solo las decisiones que parten de los datos de los jóvenes, de cuántos son, edad, nivel escolar, entre otras estadísticas, sino que se debieran considerar cuáles son las ideas que ellos tienen, los problemas que enfrentan y qué es lo que piensan en relación a cómo deberíamos estar mejorando una sociedad, donde ellos son partícipes también. Eso es fundamental para el camino que se tracen”, señaló.

MOTIVO DE CELEBRACIÓN

Al referirse al tema del envejecimiento de la población, el representante del UNFPA consideró que más que considerarlo un problema social, debe ser motivo de celebración, pues en no todas las naciones gran parte de sus habitantes alcanzan edades avanzadas, sobre todo con salud y con alta expectativa de vida. “Es algo que debemos reconocer como sociedad y sobre todo seguir educando a los jóvenes para que también contribuyan al sostén y cuidado de sus antecesores”.

Hoekman ponderó el hecho de que el proceso de actualización del modelo económico cubano, basado en los Lineamientos de la Política Económica y Social, así como los documentos del 7mo. Congreso del Partido, incluyan una política para atender los desafíos demográficos y el envejecimiento en el país; y estén siendo además, ambos documentos, motivo de consulta, en aras de que los propios sectores involucrados tomen mayor conciencia y protagonismo en la ejecución de estas políticas públicas.

“Es estupendo llevar las decisiones a la población misma, no solo a nivel de individuo sino también en su forma organizada, para que los ciudadanos tengan la oportunidad de expresarse y proponer alternativas para mejorar o articular de forma conjunta el entorno en el que se vive. Para formar políticas públicas uno tiene que realmente conocer lo que se está viviendo dentro de la sociedad, lo que piensa la gente.

”Muchas veces nos quedamos con la parte cuantitativa, de clasificar en números y tablas y olvidamos en la formulación de las decisiones estos otros aspectos. Es un buen ejemplo lo que en este sentido está haciendo Cuba, pues si bien a veces este proceso en términos de políticas públicas tiende a tomar más tiempo que el dictaminar desde arriba lo que va a hacerse, vale la pena, pues se necesita más que una buena lectura de los datos para que las decisiones tomadas sean más efectivas”, reconoció.

Hoekman agradeció la participación y avances de Cuba en temas como la salud sexual y reproductiva, la educación integral de la sexualidad, la prevención del VIH/sida y violencia intrafamiliar, la capacitación en materia de género, el desarrollo de investigaciones demográficas y sobre la niñez, adolescencia y la juventud, así como el desarrollo local y territorial con enfoque de población.

Igualmente, manifestó su satisfacción por el trabajo conjunto que el UNFPA y Cuba han realizado a lo largo de más de 40 años para que el tema de población y desarrollo constituya una prioridad en la agenda nacional e internacional. “Cuba cumplió con antelación gran parte de las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo del Milenio y mantiene su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda de Desarrollo hasta el 2030”.