Comprar comida de buena calidad, hortalizas, carnes y todo aquello que garantice una buena alimentación, es una de las preocupaciones más comunes en los hogares cubanos.
Todos sabemos que uno de las principales cuestiones que afectan al país es que la producción de alimentos no satisface la demanda. Muchas son las causas de este problema, entre ellas, como lo ha determinado el propio estado, están la falta de insumos básicos para la agricultura como fertilizantes y plaguicidas; las afectaciones climáticas, importaciones y la problemas en la encadenación productiva de las empresas encargadas de producir alimentos.
No obstante, el gobierno cubano no hace caso omiso a las dificultades existentes y ha incluido como una de sus prioridades desarrollar la agroindustria en el país. Así aparece reflejado en el nuevo modelo económico con los Lineamientos de la Política Económica Y Social Del Partido y la Revolución para el período 2016-2021.
La actual gestión de gobierno, encabezada por el accionar del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, da continuidad a la actualización económica y ha desarrollado nuevas estrategias para desarrollar la producción de alimentos. En los recorridos por las provincias y sus reuniones cómo mejorar la vida de las personas ha sido un tema recurrente. Esto incluye garantizar que en la mesa de todos los cubanos haya comida suficiente, nutritiva y de buena calidad.
¿Qué objetivos tuvo la agroindustria en 2018?
Como prioridades del sector estuvieron los programas de producción de alimentos, la sustitución de importaciones y la generación de exportaciones. En el chequeo sistemático del 10 de mayo de 2018 del Ministerio de Agricultura y Ganadería, destacaron los siguientes objetivos:
Hagamos un recorrido para saber cómo se han desarrollado las diversas estrategias para incrementar el desarrollo de la agroindustria en Cuba.
Autoabastecimiento municipal
Uno de los principales retos que tiene el país es cumplir con el Plan de Autoabastecimiento Municipal (PAM). Este se vincula con el Plan de Desarrollo para el 2030 y tiene como meta alcanzar que a nivel municipal se produzca suficiente alimento (viandas, hortaliza, granos y fruta) para abastecer al pueblo.
Se ha fomentado que desde la autonomía local, las empresas y demás productores, además de exportar o suministrar alimentos a nivel nacional, dediquen parte de su trabajo a proveer a la localidad. ¿Cómo es posible qué dentro de un pueblo se produzca algo y solo se exporte, sin beneficiar al lugar donde se hace? Este programa intenta cambiarlo.
Pero, no es solo garantizar esa cantidad de alimentos, sino que sean de calidad. “Este plan tendrá un gran significado para la canasta básica de alimentos del pueblo cubano, y va a llevar al mercado local productos de alto valor nutricional”, afirmó la especialista del Ministerio de la Industria Alimentaria, Gloria Almandoz, en la Semana de la Agricultura y la Alimentación en Argentina.
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De hecho, es un derecho referido en la Constitución de la República de Cuba
Cuba tiene previsto actualizar, crear y aplicar nuevas leyes y comprobaciones para asegurar estándares internacionales de calidad e inocuidad de los productos alimenticios, tanto para el mercado nacional como para la exportación.
Agricultura urbana, suburbana y familiar
Mejorar el rendimiento del PAM depende también del programa de Agricultura urbana, suburbana y familiar, cuyo objetivo es desarrollar el potencial productivo de cada localidad.
La jefa nacional del programa, Elizabeth Peña Turruellas, declaró a Granma que se ha enfatizado en incrementar la estabilidad de la producción de hortalizas y condimentos frescos, avanzar en la producción de semillas en las fincas municipales, y alcanzar mayor eficacia en el funcionamiento de las unidades empresariales de base-granjas.
Las provincias más destacadas en el recorrido del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar del pasado 2018 fueron Santiago de Cuba, La Habana y Sancti Spíritus.
Sin embargo, aunque se intente propiciar una mayor producción local, la mejora del rendimiento de la producción de alimentos en Cuba también depende más de las grandes industrias. Es por ello que se trabaja en el encadenamiento productivo, se invierte en la recuperación de las fábricas y optimización de procesos.
Agroindustria: encadenamiento productivo e inversiones
La innovación desde la ciencia
Una de las preocupaciones del presidente cubano, Miguel Díaz- Canel, ha sido la vinculación de la investigación científica a la industria nacional. Ha señalado a la ciencia como como vía esencial para la solución de los problemas.
El mandatario insiste en la investigación para obtener semillas de calidad, que califica como un tema básico y definitorio para la agricultura en el país, la agroecología y optimizar los sistemas de riego.
Las inversiones están también encaminadas a contribuir con la Tarea Vida. Por ejemplo, a la construcción de trasvases, que asegura mayor disponibilidad de agua para el riego de los alimentos, y menos derroche de este recurso. Uno de los principales problemas a resolver de la agricultura actual es hacer un uso racional del agua.
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¿Hacia dónde vamos?
El gobierno cubano se ha concentrado este último año en garantizar la producción nacional de alimentos, invertir en el desarrollo de la industria, el encadenamiento productivo y las exportaciones.
Sí, queremos una industria integrada y eficiente que sea capaz de producir con calidad, en grandes cantidades y con bienes para vender a otros países. Invertimos para ello, trabajábamos para ello e investigamos con el mismo fin. Pero, siempre con respeto hacia el medio ambiente y la vida de las personas.
¿Qué aspiramos como país según la gestión de gobierno? Eliminar malas prácticas como la demora del pago de las entidades estatales a los productores campesinos, exportaciones innecesarias y la falta de integración en las producciones.
Lograr el abastecimiento seguro de alimentos. Defender la producción nacional de carne y hortalizas y productos procesados y mejores condiciones de trabajo en el sector agrícola, incluido mayores salarios según los resultados.
Vamos a por más, quedan desafíos, pero avanzamos con objetivos claros.
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