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jueves, 26 de diciembre de 2024

FAO y Cuba, cooperación por la soberanía alimentaria

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) participa en varios proyectos nacionales para mejorar el sistema agroalimentario cubano…

Laydis Soler Milanés en Exclusivo 13/07/2022
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Agricultura de Cuba - siembra de ají
Lograr una producción sostenible de alimentos, que tome en cuenta, además, la resiliencia ante el cambio climático, es prioridad

La soberanía alimentaria tiene prioridad para Cuba dentro de su Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social para 2030. Por ende, varios son los proyectos que se realizan para conseguirla. En ese sentido, la cooperación internacional es fundamental, ya que facilita las inversiones, el intercambio de experiencias y el acceso a las tecnologías.

Para nuestro país, el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha sido relevante para la recuperación de la agricultura ante eventos meteorológicos, y también para implementar modelos sostenibles de producción de alimentos.

La Mayor de las Antillas es miembro fundador de la FAO y pertenece a esta desde que se creara el 16 de octubre de 1945. Pero, no fue hasta 1978 que se estableció oficialmente en La Habana una representación con un representante.

Para la soberanía alimentaria el asesoramiento de la FAO de conjunto con organizaciones nacionales ha sido esencial, por ejemplo, a la hora de desarrollar programas de autoabastecimiento local y de crear la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria, aprobada este año.

La colaboración de la FAO en Cuba se rige por el Marco de Programación de País 2020-2024, realizado con la participación del gobierno cubano. Este tiene como esferas prioritarias: los sistemas alimentarios inclusivos contra la malnutrición que contribuyen a la soberanía y la seguridad alimentarias y el desarrollo sostenible; y el enfrentamiento al cambio climático, el incremento de la resiliencia y el fortalecimiento de la gestión de reducción de riesgos de desastres en paisajes productivos sostenibles. 

El objetivo, según establece la organización internacional, es la transformación de los sistemas alimentarios para hacerlos más sostenibles, con menos dependencia de medios e insumos externos, con respeto a la diversidad cultural y la responsabilidad ambiental. Por otra parte, se busca promover el cambio de los hábitos alimenticios en favor de dietas saludables y aporten una alimentación suficiente, diversa, balanceada, nutritiva e inocua, a la vez que se combaten los efectos del cambio climático.

Además, establece como temas transversales la ciencia, tecnología e innovación; la juventud rural; la Cooperación Sur-Sur, la inclusión social con enfoque poblacional y de género; el desarrollo local; el financiamiento de inversiones, entre otros.

PROYECTOS DE COLABORACIÓN

Una estrategia de la FAO para este año y los venideros es ayudar a implementar en Cuba el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional (Plan SAN) mediante asistencia técnica, metodologías e intercambios.

Con ese objetivo la institución se involucra en el proyecto Apoyo estratégico a la seguridad alimentaria sostenible en Cuba, con el cual se pretende incrementar la producción de alimentos de calidad para satisfacer la demanda local.

Asimismo, colabora en la innovación en la agricultura nacional. Por ejemplo, la iniciativa   “Modelos Agroecológicos Sostenibles” (MAS), implementada por el Ministerio de Agricultura y que cuenta con el apoyo técnico de la FAO, realiza un sistema de  gestión integrado del conocimiento en el sector agrícola que favorece el intercambio de ideas innovadoras y avances científicos que potencien un mejor desarrollo de la producción de alimentos.

Además, es fundamental el enfoque de género en todos los proyectos. Se intenta dar participación a las mujeres rurales, lo cual aparece reflejado en la Estrategia de Género del Sistema de la Agricultura, , la política de igualdad de género de la FAO y el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres.

Por otra parte, contribuir a la protección de la biodiversidad mediante el uso sostenible de los recursos permanece como prioridad. Tal es el caso de del programa que se lleva a cabo en el Golfo de Guacanayabo para implementar alternativas pesqueras sostenibles.

Lograr una producción sostenible de alimentos, que tome en cuenta, además, la resiliencia ante el cambio climático, la vida de las poblaciones rurales, la cultura y la inclusión social son objetivos que permanecen en la agenda del país y que cuentan con el apoyo y la experiencia de organizaciones como la FAO. Queda entonces que la implementación de los proyectos se generalice, que seamos capaces de innovar y de crecer ante las adversidades.


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Laydis Soler Milanés

Periodista, amante de la literatura y de la buena música.


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