Se consideran cocteles clásicos cubanos, aquellas combinaciones cuya afamada preferencia ha trascendido en épocas y circunstancias. Igualmente, su fundamentación y tránsito en el tiempo están respaldados por evidencias documentales, y por la permanencia en la memoria afectiva. La mayoría de ellos se sitúan en lugares universalmente destacados, a semejanza de grandes clásicos internacionales como Martini, Whisky Sour, Old Fashioned, Margarita, Piña Colada y Caipirinha entre otras joyas de la coctelería internacional.
Los 10 cocteles clásicos cubanos son: Canchánchara, Cuba Libre, Daiquiri, Havana Special, Isla de Pinos, Mary Pickford, Mojito, Mulata, Presidente y Saoco. Desde Cubahora haremos un recorrido por la historia de todos ellos adentrándonos en las tradiciones cubanas y su gente.
Acompáñanos a descubrir Cuba y su cultura a través de su sabrosa coctelería; esa que es ideal para disfrutar este último mes de verano.
Canchanchara: de la manigua vengo
El primer coctel del que se tienen referencias preparado por cubanos, es el Canchanchara. Existe generalizado consenso de que su origen no procede de bares y cantinas, sino de la manigua cubana en el oriente del país, donde los mambises cubanos que luchaban por la independencia de España a finales del siglo XIX, lo tomaban para enfrentar el frio, las dolencias respiratorias y la soledad de los campamentos en plena manigua, dado el empleo de miel de abejas, limón y base alcohólica de aguardiente de caña. En sus orígenes se servía en un recipiente llamado jícara, consistente en una güira pequeña, cortada a la mitad y desecada.
En la década de los años 80 del siglo XX, fue rescatado el coctel en la ciudad de Trinidad, utilizando para servirlo vasijas redondeadas de poca altura construidas de barro y agregando hielo. En esta ciudad, existe un emblemático establecimiento perteneciente a la Empresa Extrahotelera Palmares que oferta básicamente esta bebida y posee fama internacional.
Receta oficial
En una jícara o similar, verter:
50 ml de aguardiente de caña.
20 ml de zumo de limón.
20 ml de miel de abejas.
3 o 4 trocitos de hielo.
Preparación: mezclar bien el zumo de limón con la miel y añadir el aguardiente y los trocitos de hielo. Revolver y presentar con dos pajillas o absorbentes cortos.
La Canchanchara, ha seguido evolucionando con el paso del tiempo y en la actualidad Havana Club internacional sugiere el coctel Cancha, que sustituye el aguardiente por Ron Havana Club añejo 7 años.
Coctel Cancha
En un vaso old fashioned, verter:
50 ml de ron Havana Club 7 años.
20 ml de hidromiel (miel diluida en agua al 50%)
10 ml de jugo de limón.
4 o 5 cubitos de hielo.
Preparación: mezclar bien el hidromiel con el jugo de limón y agregar el ron y el hielo. Revolver y presentar con pajillas o absorbentes.
Decorar con una rodaja de limón.
Coctel Havana Special: dos historias, un mismo sabor
El origen de este afamado y delicioso coctel tiene dos versiones y ambas con un prestigioso barman como protagonista. La primera se remonta a la antigua Habana de los primeros años del siglo XX (entre el 1915 y 1930 aproximadamente) época en que la cosmopolita capital cubana disfrutaba de una etapa de esplendor y auge en la creación de cocteles nuevos y con gran aceptación entre los pobladores de la ciudad y sus visitantes.
En esta primera versión del origen del coctel aparece el nombre de Emilio González, alias “Maragoto”, conocido también como “Rey del coctel”, que se dice fue el creador de esta deliciosa y tropical combinación y su creación se debió llevar a cabo en alguno de los hoteles donde trabajó por esa época: El Florida, Cosmopolitan, Telégrafo, Inglaterra y Café Tacón, en Prado y San Rafael.
Maragoto, de origen español, fue una especie de genio de la coctelería cubana y de su autoría se destacan otros cocteles que aún perduran en las cartas de muchos bares de Cuba y el mundo. Falleció el 30 de julio de 1940.
La otra versión y por la cual más me inclino, tiene como protagonista a otro grande de la cantina cubana: Constantino “Constante” Ribalaigua.
Fue en el año 1912 que el multimillonario norteamericano Henry Flagler construyó una ruta ferroviaria que unía a las ciudades de Nueva York y Miami, y a la que llamó “The Havana Special”. De Miami, la línea se extendía a través de los cayos del sur de La Florida hasta Cayo Hueso. Una vez aquí, los coches del tren eran montados en enormes barcos preparados para ello y transportados hasta llegar a La Habana donde continuaban su recorrido ferroviario hasta Santiago de Cuba. Gracias a este itinerario, Cuba era visitada por millones de turistas cada año los que, en su recorrido por La Habana, en espera de continuar su viaje hasta Santiago de Cuba, visitaban lugares importantes, entre los que no podía faltar el bar Floridita. La mayoría de los historiadores, cuenta que fue allí donde su propietario Constantino “Constante” Ribalaigua Vert creó este coctel con el objetivo de sorprender y enamorar a los turistas para que regresaran a su establecimiento.
Receta oficial:
En la coctelera, verter:
5 gotas de marrasquino.
45 ml de jugo de piña.
45 ml de ron blanco.
5 o 6 cubos de hielo.
Batir la mezcla enérgicamente, colar y servir en un vaso de 6 onzas y decorar con un triángulo de piña en el borde del mismo y una guinda. También se puede presentar en una copa para coctel, tendencia más común en la actualidad.
Daiquiri: el mito de la coctelería cubana
El Daiquiri es la preparación insignia de la coctelería cubana, ubicado entre los 10 cocteles más populares y vendidos del mundo y sin lugar a dudas uno de los más versionados.
Su nombre proviene de una playa cercana a Santiago de Cuba y de una antigua mina de hierro existente en la zona. Este coctel fue creado a finales del siglo XlX por un ingeniero norteamericano que trabajaba en la mina llamado Jennings Stockton Cox y el también ingeniero minero de origen italiano que compartía labores con Cox, llamado Francisco Domenico Pagliuchi, por entonces capitán del ejército libertador, quienes luego de una larga platica en torno al duro trabajo de la minería y al no tener otra cosa que beber y brindar a sus invitados, echaron mano a un poco de ron, limón, azúcar y le agregaron hielo y luego lo batieron. Después de debatir qué nombre poner a la bebida, Pagliuchi propuso llamarla Daiquiri, haciendo alusión al nombre de la región y de las minas y sin saberlo aún, habían creado uno de los cocteles cubanos más emblemáticos y consumidos a nivel mundial. Un verdadero clásico de la cantina cubana.
Fue en el conocido como “Bar de los Americanos” del Hotel Venus en la ciudad de Santiago de Cuba, donde se dio a conocer públicamente el coctel. Durante algún tiempo fue consumido en la ciudad y adoptado por la oficialidad norteamericana como coctel insignia. No es hasta que el Daiquiri llega a La Habana, que alcanza la fama definitiva y la notoriedad que lo convertiría en un mito de la coctelería mundial.
Fue también “Maragoto” quien enseña la receta del coctel Daiquiri a su amigo Constantino Ribalaigua Vert, conocido como “Constante”, barman en un inicio y posterior propietario del restaurante El Floridita, el que después de varias pruebas lo modifica añadiéndole el licor Marrasquino y usando la batidora eléctrica, que dio lugar al Daiquiri No 4 o Daiquiri Floridita. La creación del Daiquiri Floridita ocurre en una fecha no precisada entre los años 1925 y 1928. Fue en este emblemático establecimiento habanero donde el coctel alcanzó el nivel de mito de la coctelería debido a la fama adquirida por Constante y a la maestría de la que hacía gala a la hora de prepararlo.
Hoy el Daiquiri es el 5to coctel más vendido del mundo y se puede disfrutar en múltiples versiones y sabores.
Receta original
En la coctelera, verter:
1 cucharadita de azúcar de caña.
7.5 ml de zumo de limón.
45 ml de ron Havana Club 3 años o cualquier otro ron blanco.
Batir enérgicamente y servir en copa para coctel.
Receta del Daiquiri No 4 o Daiquiri Floridita
En la batidora eléctrica, verter:
1 cucharadita de azúcar de caña.
7.5 ml de zumo de limón.
5 gotas de Marrasquino.
45 ml de Ron Havana Club 3 años o cualquier otro ron blanco.
Batir y servir en copa para coctel.
A MODO DE SUGERENCIA
Los tres cocteles que presentamos en este primer acercamiento a la coctelería clásica cubana entran en la categoría de Aperitivos. Por sus características se pueden consumir antes de cada comida, tanto por su graduación alcohólica como por la gran mayoría de ingredientes que componen la mezcla que tienen propiedades aperitivas, o sea, estimulan el apetito. Se convierten en un punto de partida para una placentera cena.
Los cocteles aperitivos son muy apreciados y se caracterizan por tener un contenido alcohólico desde medio hasta relativamente alto, no deben ser dulces, sino rondar sobre lo seco, semi seco, pinceladas amargas, balance equilibrado, casi ácido, sin excederse, notas cítricas, aromas frutales, presencia de zumos combinados con alcoholes bases y complementarios, pero en proporciones pequeñas, a modo de equilibrio.
Esta ha sido una primera ruta por tres de los diez cocteles de la coctelería cubana. Cuéntanos, ¿te apetece preparar alguno ahora?
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