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martes, 19 de noviembre de 2024

De cómo una noticia llega al papel: Venturas y desventuras de un periódico

De la concepción del equipo editorial hasta que el periódico sale de imprenta. ¿Cómo se logra?...

María del Carmen Ramón en Exclusivo 08/05/2015
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FOTOS, INFOGRAFÍAS Y VIDEOS: FERNANDO MEDINA (Con la colaboración de JAVIER MONTENEGRO y estudiantes de Periodismo)

Desde que una redacción concibe un periódico hasta que éste alcanza cada punto del territorio nacional, ya sea la Ciénaga de Zapata o el Cabo de San Antonio, transcurren unas pocas horas.

¿Cómo se logra? Un mecanismo de producción engranado, pero no exento de dificultades, permite que esto suceda cada uno de los 365 días del año.

VIAJE AL CENTRO DE UN PERIÓDICO

Pareciera que la planificación diaria de un periódico nacional como Granma se inicia con el consejillo de redacción, a las dos de cada tarde. Ese es el momento en que, de acuerdo con su director general, master en Comunicación y periodista de amplia trayectoria Pelayo Terry Cuervo, los equipos de trabajo analizan el periódico que está en la calle ese día y se proyecta el que habrá de salir a primera hora del día siguiente.  

Pero bien sabe su director que para redactar lo mismo una noticia que un reportaje es necesario estar informado permanentemente. La práctica profesional obliga a saber de Cuba y del mundo, a tomarle constantemente el pulso a la opinión pública, buscar y contrastar fuentes, consultar las redes sociales, jerarquizar información. Todo eso es vital para elaborar los mensajes y forma parte de la rutina de cualquier periodista de los medios de comunicación.

Entonces, se desata el proceso de producción. “Los periodistas escribiendo, los equipos de corrección revisando, el diseño y la maquetación de las planas; luego pasa de nuevo a correctores y de ahí a la dirección. El proceso se hace tantas veces como sea necesario, hasta que la página quede bien”, explica Terry.

Alrededor de las once de la noche la prueba de la primera plana del periódico recibe el visto bueno del director para ser entregada a imprenta. Pero eso es en un día sin sobresaltos. Imaginemos, casi al cierre, como ocurre a menudo, tener que desmontar y volver a montar una página, por una noticia de última hora, o cuando es necesario incrementar el número de páginas, en determinadas coberturas.

“Generalmente se hace una edición única y se cambia a segunda edición cuando hay acontecimientos de mucha trascendencia, por cuyo reporte debemos esperar”, comenta Terry.

Aunque los costos de edición y producción de periódicos se han disparado, la prensa en Cuba mantiene el mismo el precio. Los 20 centavos que cuesta cada ejemplar se distribuyen de la siguiente manera: ocho centavos para la editora, ocho para Poligrafía y cuatro para Correos de Cuba, el distribuidor para todo el país, precisa Mariano Flores, director comercial del Grupo Empresarial Correos de Cuba.

En la actualidad, la tirada de Granma es de 500 mil ejemplares y la de Juventud Rebelde, de 250 mil, diarios, menores que a principios de la década de 1990, debido al impacto del Período Especial. Precisamente el cierre de periódicos, su salida menos frecuente y la reducción de la cantidad de ejemplares fueron parte de las afectaciones que tuvieron los medios de comunicación cubanos entonces.

Cuenta Juan Marrero,quien fue jefe de redacción de Granma a partir de su fundación, que el día que el órgano oficial del PCC vio la luz por primera vez, en 1965, los cilindros de la rotativa no cesaron de girar hasta imprimir 498 784 ejemplares, “muchos miles más que la tirada de la veintena de diarios capitalinos juntos, antes de 1959”.

Omar Quevedo, jefe de circulación de Granma, refiere que antes de los años 90 el periódicosalía de lunes a sábado, en tres ediciones. Usualmente se hacían tiradas de 700 mil ejemplares y en ediciones especiales llegaban a 800 mil y a veces hasta un millón. El órgano del PCC es el periódico de mayor tirada en la historia de Cuba, con un récord, en 1973, de un millón 247 mil 866 ejemplares en los que se difundió el discurso pronunciado por Fidel el 26 de juliode ese año.

 “Sin embargo, la llegada del Período Especial provocó una caída drástica en las tiradas de periódicos. Las grandes carencias materiales obligaron al diario a salir solo cinco días a la semana, de martes a sábado, en formato tabloide, mucho más pequeño, y con solo cuatro páginas. Con el declinar de la crisis, a partir de mayo de 2000, volvió a salir seis días, de lunes a sábado, con una tirada de 500 mil ejemplares. En marzo de 2008, la edición de los viernes comenzó a tener 16 páginas”, explica Quevedo.

Pero Terry Cuervo reconoce que Granma tiene una amplia tirada con respecto a la tendencia mundial y de acuerdo con la densidad poblacional del país. “Quinientos mil ejemplares en el mundo es bastante, asegura Terry.

De acuerdo con datos del año 2014 ofrecidos por la Vanguardia, de lunes a viernes The New York Times vende 639 887 ejemplares para una población de 318 582 000 habitantes, mientras que los domingos distribuye 1 181 160 copias. The New York Times ocupa la tercera posición en circulación entre los diarios de Estados Unidos. El primero es USA Today, con 4,1 millones de copias diarias, y el segundo The Wall Street Journal, con 2,3 millones de copias.

“Quinientos mil, para once millones de cubanos, es una tirada alta. Creo que debemos mantener el periódico de papel en los volúmenes en que se encuentra hoy, mejorarle la calidad y apostar a la Web”, considera Terry.

Son las once de la noche y ya casi es tiempo de entregar a la imprenta el Granma del día siguiente. En los diferentes departamentos se respira la presión del trabajo contra cierre, pues como dice el director, si no se es riguroso con la entrega el lector que busque a primera hora el periódico no lo encontrará. Los periodistas, subdirectores, editores y diseñadores lo saben, por eso el estrés se apodera de todos cuando, en días atípicos, el cierre se retrasa por una cobertura especial.

En la redacción deportiva, el periodista Harold Iglesias Manresa nos invita a ponernos en su piel cuando le corresponde cubrir eventos deportivos que terminan tarde en la noche. “Por lo general se generan situaciones complejas, tanto en certámenes domésticos como en eventos multideportivos con escenario en América, y lógicamente la premura también deriva en menos posibilidad de investigación y en textos menos depurados. La esencia está en ir adquiriendo ese ritmo, en consonancia con el medio al que cada uno de nosotros se debe”.

Lo mismo piensa Claudia Fonseca Sosa, quien atiende temas relacionados con Asia, en la redacción internacional. “Cuando se trata de coberturas de gran magnitud para el país la tensión aumenta, pues la urgencia de la entrega de un trabajo no puede dar lugar a errores. En ese momento el mundo gira alrededor de la noticia, el artículo o el reportaje que cada uno tiene que entregar”.

Las 11:15 pm y, ahora sí, ha cerrado la edición del día. Sobre la mesa del director de Granma descansan varias planas impresas, con anotaciones de su puño y letra. Pero ahí no termina el trabajo, las rotativas no imprimen los miles de ejemplares diarios, ni estos pueden ser distribuidos, lógicamente, si antes los editores no revisan la prueba de impresión. El Granma finalmente viaja hacia el área donde el contenido será llevado al papel.

LA CALIDAD DELA IMPRESIÓN ¿QUIÉN RESPONDE?

Máquinas de tres pisos, un ruido constante que obliga a hablar todo el tiempo en voz alta y tinta por doquier. Esa es la imagen con que los tres poligráficos del país reciben a todo el que llega, el escenario donde sus trabajadores han aprendido a trabajar en las noches y descansar durante el día.

Fotogalería: El proceso de producción de un periódico

El Combinado Poligráfico Granma de La Habana es una empresa en perfeccionamiento empresarial. Sus ingresos por concepto de impresión de la prensa le aportan el 40 por ciento de sus ganancias totales: por cada periódico que se imprime, corresponde a la Poligrafía ocho centavos de los 20 que tiene como precio de venta al público el ejemplar. Pero ¿cómo es el trabajo? ¿Cómo establecen el compromiso los impresores con los editores de los diarios? ¿Cuáles son sus principales desafíos?

Nos adentrarnos en este mundo conducidos por los ingenieros Carlos Alberto Moreno, director del Poligráfico de La Habana, y Humberto Ferrán Morejón, jefe de la Fábrica de Impresión del Combinado.          

“Inicialmente, cuando se fundaron los poligráficos de La Habana y de Holguín, en 1984, la mayor cantidad de periódicos se imprimía en la capital. En ese entonces, las máquinas trabajaban 24 horas y cualquier incidente en la transportación nacional atrasaba la distribución. Por eso se acordó esta manera de imprimir, estándar a nivel mundial, pues las editoras tienden a subcontratar el servicio de impresión lo más cerca posible del cliente final, en aras de la inmediatez”, explica Moreno.

En un día normal, explica Moreno, Granma y Juventud Rebelde deben entregar la edición terminada a la Poligrafía sobre las 11:00 p.m., cuando comienza el proceso de impresión diaria de 500 mil ejemplares, en el caso del primero, y 250 mil, el segundo. Poco después de la 1:00 am, en un día normal, los periódicos deben llegar a manos de Correos de Cuba para su distribución por todo el país.

El proceso que termina con la impresión consta de varias etapas, explica Ferrán mientras nos lleva a cada uno de los departamentos del Poligráfico de La Habana, donde se trabaja contra reloj, en el momento de nuestra visita.

El primer paso, detalla el jefe de fábrica, es pasar la página digital a una película de poliéster  o fotolito, en el departamento de digitalización. Después, al área de fotomecánica y luego el pase a la plancha, soporte que utiliza la máquina para realizar la impresión. Finalmente, se envía la plancha al área de impresión, donde están las máquinas rotativas de bobina que imprimirán los de periódicos.

“Aquí el periódico nada más dejó de salir cuando la Tormenta del Siglo (1993). Gracias a ese colectivo de trabajadores, innovadores, ingenieros y operarios calificados, la prensa nunca ha tenido problemas. A veces una máquina está rota y trabajan 24, 36 horas. Otras, hay una rotura y los mecánicos están hasta las 12 de la noche del otro día, cuando va a arrancar de nuevo el periódico”, relata Moreno.

Y es que hace 25 años dejó de existir la República Democrática Alemana, uno de los países socialistas de Europa del Este, el mismo del que proceden las máquinas empleadas todavía hoy en la impresión de la prensa. Ferrán Morejón formó parte del equipo que montó esta maquinaria en Cuba en 1984. Al recordarlo, no puede evitar la nostalgia. “Fue difícil, varios hombres trabajamos para lograr lo que durante todos estos años ha permitido la salida de la prensa”.

La obsolescencia de los equipos, la escasez de piezas de repuesto, el entrenamiento para que los jóvenes impresores los dominen, así como el costo del papel, son parte de los desafíos cotidianos en el presente.

Moreno asegura que probablemente Cuba sea el único país que en la actualidad utiliza esa maquinaria. “Hoy están funcionando gracias a la calidad que tienen, pero se trata de una tecnología muy envejecida. Ya estos equipos no se producen en el mundo, pues existe una tecnología automatizada, con una electrónica más rápida y de mayor calidad en los sistemas de impresión”, detalla el directivo.

“Afortunadamente —añade—, la fábrica alemana que creó estas maquinarias aún existe y hemos logrado que nos atiendan encargos de determinadas piezas de repuesto, indispensables para el funcionamiento de las máquinas. Solo en 2015 prevemos invertir tres millones de pesos para la compra de piezas de repuesto, pero se trata de pedidos específicos, por encargo, lo que complica mucho el proceso de adquisición y encarece el producto”.

Ferrán sabe lo que significa que los operarios dominen bien esas maquinarias. “La formación no es tarea de un día, un mínimo error en la impresión puede ser rápidamente visible para los lectores”, explica, y alerta: “No todo el mundo en Cuba ha aprendido a trabajar con ellas”.

Señalando con sus manos dos ejemplares de un mismo diario, Moreno asegura: “Cuando tú miras una impresión, enseguida te percatas de quién es el impresor. Al analizar cada detalle te das cuenta de que son de diferentes máquinas o de una misma, pero con diferentes operarios. Difieren en el ajuste del equipo, la uniformidad, la nitidez; todo depende de la preparación del operario”.

Los elevados precios del papel en el mercado internacional convierten la salida diaria de estas publicaciones en un reto, añade Ferrán.

Una tonelada de papel gaceta, el más económico para imprimir los periódicos y otras publicaciones nacionales, cuesta actualmente entre 800 y 850 dólares. En una tirada del Granma de ocho páginas se emplean 6 toneladas, lo que equivale a cuatro mil 800 dólares.

Y de ese papel siempre se desperdicia un 10 por ciento, por diversas causas, unas asociadas a inadecuadas prácticas de los operarios, otras por la llamada “maculatura”, así como por la manipulación de la bobina y el pape que se utiliza para ajustar la máquina, que no se imprime.

Aun cuando todo se haga perfecto, siempre existirá un desperdicio muy alto, asociado a la obsolescencia tecnológica. Moreno asegura que “con una maquinaria más moderna se podría reducir a apenas un tres por ciento”.

Quizás la mejor de las noticias para los operarios que trabajan cada noche en esta función sea que hay grandes posibilidades de sustituir la maquinaria actual.

“Hay un proyecto de reconversión tecnológica de la prensa y se está trabajando en una tecnología mucho más moderna”, afirma Moreno. En realidad, se había pensado en eso desde el año 2000, pero por limitaciones económicas no fue posible. “Es una tecnología cara y los destinos fundamentales de nuestras producciones son sociales, no tienen un fin lucrativo”, aclara.

De acuerdo con nuestros entrevistados, una nueva tecnología permitiría obtener un periódico de cuatro colores, con más opciones en el paginado, así como la posibilidad de imprimir hasta 164 páginas. “Son máquinas muy rápidas que permitirían superar la velocidad actual, de 18 a 20 millares por hora, por 80 o 90 mil por hora”.

Mientras, es de madrugada y la Poligrafía debe poner en manos de Correos de Cuba los periódicos que ha terminado de imprimir. El viaje aún está inconcluso. 

¿Cómo llega el periódico a cada punto de venta? Ese será el tema de nuestro próximo reportaje.

Puede ver las imágenes en alta resolución en nuestra página en FLICKR


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María del Carmen Ramón

Se han publicado 1 comentarios


sergio martinez
 19/9/15 18:10

me encantaria ser un cotribuyente tecnico para mejorar la calidad de la impresion de vuestro periodico

lo veo impreso solo a dos colores, me encantaria se comunicaran y les puedo serles util adelante por 

favor  me encantaria ayudarles atenta y respetuosamente SERGIO

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