Cuba se compromete con la CEPAL

Si hubo una imagen hermosa en la inauguración del 37 periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que se realizó por segunda vez en su historia en La Habana, fue la de los niños de la compañía infantil de teatro La Colmenita bailando la canción A bailar el toca toca, de Adalberto Álvarez y su Son, con el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

La buena vibra que dejaron las “abejas” de Alberto Cremata en el ambiente del Palacio de las Convenciones marcó las sesiones del encuentro, que celebró en la capital cubana el aniversario 70 de este organismo regional de las Naciones Unidas. “¿Cómo empezar?”, se preguntó Alicia Bárcena al intentar iniciar su discurso de inauguración. “Me late el corazón. Me ha emocionado profundamente la actuación del grupo La Colmenita; en realidad, este homenaje hermoso que han brindado a la CEPAL es algo histórico”.

En la reunión más importante que realiza la CEPAL, Alicia Bárcena dijo sentirse honrada por estar en Cuba, junto a este pueblo noble que ha labrado su propio y original destino. “Este país que hoy nos acoge, y es justo subrayarlo, ensaya caminos propios de cara a los brutales costos humanos que ha supuesto durante más de 50 años la imposición de un bloqueo injusto. Nosotros lo evaluamos cada año, como Comisión Económica, y sabemos que este bloqueo le cuesta al pueblo cubano ya más de 130 000 millones de dólares, a precios corrientes, y que ha dejado una huella indeleble en su estructura económica”.

Para esta ocasión, hasta La Habana llegó también António Guterres, secretario general de la ONU, que además paseó complacido por La Habana Vieja con el historiador Eusebio Leal y sostuvo un ameno encuentro, a juzgar por las imágenes de la televisión, con el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, el General de Ejército Raúl Castro Ruz.

En sus palabras a los asistentes a la cita dijo que “…la historia de la CEPAL es la historia de la lucha por la justicia económica y social dentro y fuera de la región, es una historia que nos recuerda que no debemos rendirnos jamás”. Convocó entonces a seguir creando, a seguir trabajando y a seguir luchando por una globalización equitativa que no deje a nadie atrás.

Y ese fue el compromiso que Cuba puso sobre la mesa el día que asumió la responsabilidad de guiar durante dos años los pasos de la Comisión. Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente cubano recién electo por la Asamblea Nacional del Poder Popular, reiteró que la isla caribeña continuará su cooperación solidaria sobre la base del respeto mutuo, la ayuda desinteresada y la complementariedad. “Pese a carencias y dificultades, mantendremos esta voluntad, siguiendo el principio de compartir lo que tenemos, no lo que nos sobra”.

Pondremos nuestros esfuerzos —aseguró— en apoyar la vocación de la CEPAL de impulsar la búsqueda de un mundo justo, equitativo e inclusivo que reconozca a las personas como el elemento central del desarrollo sostenible.

“Es preferible el bien de muchos a la opulencia de unos pocos”, dijo Díaz-Canel en su discurso, citando al Apóstol de la isla, una máxima que se hace camino a seguir cuando Cuba asume la presidencia y se compromete con la CELAC.