Una certeza, sobre todo en estos tiempos, es que la comunicación está en todas partes y en diversos formatos: a través de un cartel en las calles, en las redes sociales digitales, en un sitio web, un anuncio o un medio de prensa. Por eso es preciso saber comunicar e informar, y hacerlo bien.
Cuba cuenta con una Política de Comunicación del Estado y del Gobierno cubanos que fue aprobada en enero de 2018, luego de ser evaluada y aprobada también por la dirección del partido. Esta política abarca la sociedad en su conjunto y debe ser cumplida por los órganos, organismos del estado, el gobierno, otras formas de propiedad no estatales, los medios de comunicación masiva, las organizaciones políticas y de masas, asociaciones, fundaciones, todos los ciudadanos que residen de manera permanente o temporal en Cuba o que transiten por el territorio nacional.
En este punto es preciso aclarar, además, que la comunicación es un derecho ciudadano. Así queda se refleja en la Constitución de la República de Cuba, exactamente en los artículos 10 y 53 donde se refiere la obligación de directivos, funcionarios y empleados para respetar, atender y dar respuesta al pueblo, así como el derecho de todas las personas a solicitar y recibir información veraz, objetiva y oportuna.
Sobre este principio, la reciente Ley No 132 de Organización y Funcionamiento de las Asambleas Municipales del Poder Popular y de los Consejos Populares, destaca entre las funciones del presidente de la Asamblea Nacional está dirigir y controlar lo relacionado con la comunicación institucional y el desarrollo del gobierno electrónico, atender el desarrollo del trabajo comunitario integrado es imprescindible la comunicación tanto institucional como comunitaria y evaluar sus resultados.
En medio de este contexto y con tales antecedentes, después de nueve años de profundo debate e intensa investigación científica, en los que se decidieron principios, funciones y normas que pautan la política de comunicación del estado y del gobierno cubano, nace el Instituto de Información y Comunicación Social (IICS). Así se dispuso en el Decreto Ley 41 “De la Creación del Instituto de Información y Comunicación Social’’ publicado en la Gaceta Oficial número 96 del 24 de agosto de 2021.
Desde Cubahora proponemos a nuestros usuarios tres claves para entender mejor lo que significa el IICS y su importancia para el escenario comunicativo e informacional en Cuba.
¿Qué es el Instituto de Información y Comunicación Social?
Como Organismo de la Administración Social del Estado, tiene la misión de conducir y controlar la Política de la Comunicación Social del Estado y el Gobierno cubano; proponer su perfeccionamiento, así como contribuir a fomentar la cultura del diálogo y el consenso en la sociedad cubana. El Consejo de Ministros dispone de un plazo de 30 días para proponer y aprobar las funciones del nuevo instituto, su composición y estructura.
Onelio Castillo Corderí, director general de la Radio Cubana dijo que el nuevo instituto robustece la institucionalidad del país en un campo esencial para Cuba como lo es la comunicación. Destacó además el liderazgo del Partido en la creación del grupo temporal de trabajo en el año 2013, para la constitución del Instituto, que evaluó de forma integral la gestión comunicacional del país.
Recordó que el escenario de aquel entonces era diferente al actual, marcado por hechos de otra naturaleza. Sin lugar a dudas se trazaban el camino sobre la construcción de una mirada más científica, articulada, integradora de los procesos de comunicación, que dejaran atrás esa mirada unidireccional, transmisora, que tuvieran una conceptualización de la comunicación como un proceso estratégico en la dirección del estado e instituciones.
Sobre todo, señaló, que se fuera fomentando un camino y un trazado jurídico que permitiera acompañar el discurso político del Partido durante muchos años desde una plataforma jurídica expresada en resoluciones, legislaciones, decretos leyes, etc.
De acuerdo con Castillo Corderí, durante todo el proceso de trabajo del grupo temporal se ha enriquecido todo lo dispuesto y se ha construido con una mirada inclusiva, colectiva, de mucha participación, a partir de lo que fue aconteciendo en la vida política de la nación.
La proyección del instituto consolida el trabajo que se venía realizando, pero tiene también como premisa la implementación de la política de comunicación.
A su vez, se articula con lo dispuesto por la Constitución de la República, que defiende la información, la comunicación y el conocimiento como derechos ciudadanos y como bien público de la ciudadanía.
Además, entre otras funciones, prioriza la investigación y traza la capacitación de los profesionales de la comunicación. De igual forma, coordina e impulsa la inclusión de contenido diferenciado sobre comunicación social en los distintos niveles de enseñanza.
“Estamos pensando que tiene que producirse una transformación cultural desde el punto de vista comunicacional en todos los actores de la sociedad”, agregó.
En tanto, asume la coordinación de la planificación de los recursos humanos, materiales y financieros para el funcionamiento y desarrollo de la comunicación social. Gestiona, además, lo relacionado con la marca país.
¿Qué importancia tiene la creación del Instituto de Información y Comunicación Social?
Humberto Juan Fabián, vicepresidente de la Asociación de Comunicadores Sociales expuso que lo más importante es entender que la creación del instituto es una excelente noticia. “La comunicación es un recurso estratégico y uno de los tres pilares básicos de la actualización del Modelo Económico y Social Cubano. Por tanto, constituye un cambio cultural, tanto en los espacios físicos y virtuales. Contribuye a legitimar el campo de la comunicación social en Cuba y de sus profesionales”, agregó.
Las normas que pautan la creación del Instituto no son sinónimos de erradicación inmediata de los problemas de comunicación que tenemos en el país.
Advirtió que las relaciones públicas, la propaganda, la comunicación institucional y las investigaciones en este campo del saber no siempre han sido bien comprendidas, entre tanto se entiende comunicación al periodismo.
Añadió que el nuevo organismo debe ser un facilitador, un conductor de la gestión comunicativa para favorecer el diálogo y el consenso de la sociedad cubana, “para garantizar la participación de los ciudadanos en las complejas tareas que demande la sociedad”.
¿Qué pasará exactamente con el ICRT?
No presupone lacerar el trabajo y el desarrollo de la radio y televisión en Cuba, medios que son parte indisoluble de la vida del país. Estos se mantendrán funcionando con nuevos retos y reciben así un espaldarazo para seguir creciendo cualitativamente, no solo en los contenidos de corte informativo.
Ahora comienza un proceso durante el cual el ICRT se irá extinguiendo a partir de los procedimientos y disposiciones legales que el país tiene establecidos en estos casos. De hecho, no es la primera vez que un organismo de la administración central del Estado se extingue en Cuba, hay una plataforma de qué hacer en esos casos, cómo se desarrolla todo el proceso.
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