Mirada integracionista desde el Caribe (+ Thinglink)

Con la disposición de promover, consolidar, y fortalecer el proceso de cooperación e integración regional, se celebrará en La Habana la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), entre los días dos y cuatro de junio próximo.

Desde su fundación en 1994, la AEC trabaja para establecer un espacio económico ampliado, incrementar la competitividad en los mercados internacionales y facilitar la participación activa y coordinada del Caribe en foros multilaterales, desde cuatro ejes de trabajo estratégicos: el comercio, el transporte, el turismo sustentable y el enfrentamiento a los desastres naturales.

Sin embargo, aunque son apreciables los logros y avances alcanzados en la región, a partir del trabajo que por más de dos décadas ha promovido la asociación, nos restan importantes desafíos, anunció en conferencia de prensa, Manuel Aguilera de la Paz, director general de la Dirección General de América Latina y el Caribe de la Cancillería cubana.

Los retos, en su mayoría relacionados con el desarrollo del comercio y las inversiones, asignatura pendiente para los países del Caribe, se ven reflejados en los problemas con la conectividad aérea y marítima y la deformación de las economías caribeñas, sometidas a los embates de la crisis global, económica y financiera internacional, puntualizó el funcionario del Minrex.

Como una estrategia en pos de subvertir tales estragos, la cita, que se prevé sirva de espacio para continuar evaluando las maneras de implementar soluciones factibles para el desarrollo de la región, volverá sobre temas asociados con el fortalecimiento del desarrollo del turismo multidestino, la diversificación de los mercados turísticos y la calidad de los servicios vinculados a este sector, agregó Aguilera.

En la actualidad, el turismo se presenta como una de las fuentes de ingreso fundamentales en el Caribe. Según la Organización de Turismo en el Caribe (OTC), el 2015 fue el segundo año consecutivo en el que la región superó el crecimiento de turistas del resto del mundo, y es el sexto año consecutivo que se reporta un crecimiento al PIB regional.

A su vez, si entendemos que el turismo y la agricultura devienen fuentes económicas fundamentales para los países del Caribe, el fortalecimiento de la cooperación regional, en pos de contrarrestar los efectos del cambio climático, se suma también a los debates de esta séptima cumbre. Las consecuencias negativas del aumento de las precipitaciones, las sequías extremas y la elevación del nivel del mar, se hacen más visibles en los países de la región, reconoció el director general de la cancillería cubana.

De esta forma y como resultado del consenso sobre los principales asuntos llevados al diálogo en el encuentro, que contará con la participación de altos representantes de la región, quedará aprobada laDeclaración de La Habana y el Plan de Acción de la Asociación para el periodo 2016-2018 que da continuidad al aprobado en la V Cumbre de la AEC, que se celebró en abril de 2013 en la ciudad de Pétion-Ville en Haití, informó Aguilera.

CUBA UN PAÍS EN EL CARIBE

La AEC fue la primera organización regional a la que Cuba se integró como miembro pleno y fundador. En un momento donde los Estados Unidos recrudecían el bloqueo económico comercial y financiero, la mayor de Las Antillas contó con la solidaridad y el respaldo de la región.

En este sentido, la nación cubana ha desempeñado un papel significativo dentro de la asociación. Cuba ha asumido la vicepresidencia de la Mesa Directiva del Consejo de Ministros, ha participado activamente en los cinco Comités Especiales que forman parte de la estructura permanente de la Asociación. Actualmente preside el Comité Especial de Presupuesto y Administración y es miembro de la Subcomisión Científico-Técnica de la Comisión del Mar Caribe, entre otras responsabilidades.

En la actualidad, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla asume la presidencia protempore de la AEC, y desde su posición ratifica la voluntad cubana de contribuir al proceso de rehabilitación regional en un momento donde la ofensiva de las oligarquías financieras contra los gobiernos populares amenaza la paz en la región.