Temprano en la mañana de este martes, el Presidente Raúl Castro Ruz despidió en el aeropuerto internacional José Martí a su homólogo francés François Hollande, quien llegó a la capital cubana en horas de la noche del pasado domingo para realizar una visita oficial, calificada de histórica por ser la primera de un dignatario galo a la nación caribeña.
Luego de un intercambio en los salones de la terminal, Raúl acompañó a Hollande hasta la escalerilla del avión que lo llevaría con destino a Haití, último punto de su recorrido por el Caribe. Minutos antes de partir, el mandatario agradeció al General de Ejército “por esta visita tan útil”, y auguró la presencia aquí de muchos otros presidentes, además de un buen desarrollo para la nación, “ustedes podrán hacer lo que quieran con su país”, consideró.
Después de la despedida, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros ofreció a la prensa sus consideraciones acerca de la estancia aquí del mandatario francés, así como de otros temas de la actualidad cubana. Dijo Raúl que desde la noche anterior le había comunicado a Hollande que vendría a despedirlo, “eso es una muestra de la satisfacción que tenemos con los resultados de su visita”.
Raúl resumió el programa de actividades del mandatario galo en la capital que incluyó una visita al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, una conferencia magistral en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, la inauguración de la nueva sede de la Alianza Francesa y la realización del Foro Empresarial Cuba – Francia, donde se mostraron grandes perspectivas en los negocios. “Fue muy nítido, muy claro, muy amable”, consideró el General de Ejército.
Al ser interrogado sobre las relaciones con la Unión Europea (UE), el Presidente cubano explicó que en junio se realizará en Bruselas la Cumbre UE – CELAC, en la que “esperamos no tener que hablar tanto como en la de Panamá, porque en definitiva la Posición Común de la Unión Europea hacia Cuba no debió existir nunca, eso fue una importación…cuya instrucción se llevó hasta en inglés, pero eso se va a resolver”.
Acerca del perfeccionamiento del modelo económico y social comentó que “marcha a nuestro ritmo, muchos critican que vamos lento, y yo me pregunto por qué tenemos que ir corriendo para cometer errores... No queremos tomar ninguna medida que sacrifique a nuestro pueblo, eso es lo más importante y nuestro pueblo lo entiende”.
Raúl apuntó que “la cuestión del bloqueo no está resuelta, ahora es que empieza”. Sobre la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo señaló que ese era un “título honorífico” impuesto injustamente. “Como dije en Panamá, qué clase de terrorismo es ese que los muertos son nuestros y quienes nos agreden no tienen ninguno. Nosotros no hemos asesinado a nadie, ni hemos puesto ninguna bomba en ningún hotel”.
Comentó que el próximo 29 de mayo concluirá el término de 45 días posteriores a la certificación del Presidente Obama al Congreso, “se levantará esta acusación y podremos entonces avanzar en el proceso de restablecer las relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas, incluida la acreditación de embajadores en ambos países”.
Después, se refirió a las restricciones de movimiento que se les impuso a los diplomáticos cubanos en Estados Unidos de aproximadamente 20 millas, desde el gobierno de Reagan. “Entonces nosotros se lo pusimos igual a los de ellos aquí. Ahora alegan que sus diplomáticos no deben tener más limitaciones de movimiento que en otros países”. Seguidamente Raúl se refirió que ha manifestado que lo que más nos preocupa es que continúen cometiendo ilegalidades como hasta ahora, que nos obliguen a tomar medidas. “Lo que sencillamente planteamos es que tenemos que ajustarnos a los acuerdos sobre el comportamiento de los diplomáticos en todo el mundo, aprobados en la Convención de Viena”, apuntó.
Una vez restablecidas las relaciones diplomáticas se podrá avanzar hacia su normalización, significó Raúl, pero eso es otro tema. Para ello “tiene que eliminarse el bloqueo y la Base Naval de Guantánamo debe ser devuelta”
Mientras Raúl decía estas palabras, el avión del Presidente francés se alistaba para despegar, culminaba así una visita calificada como histórica y útil para ambas naciones, en la cual volvió a evidenciarse la buena acogida del pueblo cubano a sus invitados. No por azar las últimas palabras de Hollande a los periodistas antes de partir fue: “gracias por la hospitalidad”.
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