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viernes, 27 de diciembre de 2024

Cuba: Derechos humanos sin exclusiones ni demagogias

Cuba figura en el escaso tercio de países del planeta que cumplieron con los Objetivos del Milenio. ¿Por qué figura entre los más sistemáticamente atacados en Derechos Humanos?...

Frank Agüero Gómez en Exclusivo 10/12/2015
1 comentarios
Derechos humanos en Cuba
En Cuba se respeta los derechos de los niños.

Como cada año, este 10 de diciembre vuelve a la palestra mundial los derechos humanos con el día dedicado al tema.

Para unos países es motivo para activar consignas demagógicas y para otros, nueva ocasión de ser víctimas de la guerra mundial contra la existencia de los humanos sin derecho, a los que pocos defienden.

Paradójicamente, uno de los países más celosos de cumplir con sus deberes en la temática figura a la vez entre los más sistemáticamente acusado de violar los derechos humanos.

Es el caso de Cuba, cuyo sistema político, económico y social difiere conceptualmente de la interpretación al respecto de la mayoría de las llamadas democracias representativas, disidencia que está en el pecado original por la cual algunos poderosos insisten en que el experimento caribeño desaparezca definitivamente.

Pero por extraño que les parezca a sus enemigos, la Mayor de las Antillas figura en el escaso tercio de países del planeta que cumplieron con los Objetivos del Milenio, propuesto por la Organización de Naciones Unidas a finales del siglo pasado como una meta que resume básicas aspiraciones del ser humano a disfrutar de la vida en la madre tierra: salud, educación elemental, trabajo digno, higiene, agua potable, alimentación básica, piso cementado, etcétera.

Ciento veinte y ocho naciones, o dos tercios de las reconocidas por el organismo mundial a partir de 1945, no pudieron proclamar lo que logró uno de los países más pobres del Tercer Mundo, asediado constantemente por el imperio mediático mundial y condenado a morir por la imposición de un bloqueo económico, financiero y comercial que ya dura casi seis décadas.

Ah, en Cuba no conocemos de secretos para multiplicar los panes y los peces, pero la ventaja radica en la voluntad política de los gobernantes y en repartir con la mayor equidad posible los recursos humanos, materiales y culturales que el pueblo ha venido alcanzando con duras luchas y privaciones para levantarse entra las filas de los condenados de la tierra.

Cuba ocupa el lugar 51 entre 187 países en desarrollo humano, según índices de la propia organización mundial que decidió elaborar metodología integral para medir el verdadero avance de nuestra especie, a nivel global, más allá de los espejismos de cifras que asombran por supuestos crecimientos económicos y consumo percápita, cortinas que ocultan el mal principal de nuestros tiempos: la inequidad y la injusticia social.

Es que sobre el tema de los derechos humanos hay demasiada hipocresía y desidia. Se crean mitos como que la producción total del mundo globalizado está montado sobre los avances de las nuevas tecnologías, así como que la distribución y acceso a las riquezas están al alcance de todos.

Gran engañifa, como las que preconizaban el triunfo de los que perseveran (más allá de las posibilidades individuales reales y a veces casuales), la democracia total por el acceso al voto y a ser elegido (si figura en la lista de los elegidos, por pecunia o por partido) y la generalización del estado de bienestar, la extinción de la clase obrera y el final de lucha de clases con la desaparición del socialismo en una parte del viejo mundo.

A pesar de cambios positivos en los últimos años con la actual composición de la Comisión de Derechos Humanos, radicada en Ginebra, aún no se lograliquidar la tendencia a la utilización de enfoques punitivos y tratamiento selectivo en la consideración de las diversas situaciones de derechos humanos.

Lejos está aún este foro de poner en el centro de su accionar la cooperación, el diálogo respetuoso y la solidaridad internacional, aspectos que deberían guiar los trabajos de este órgano y no ágora para meros compromisos verbales. Sólo así se podrá estar en mejores condiciones para enfrentar los graves desafíos que plantean las profundas crisis económica, financiera, energética, ambiental y alimentaria que afectan al planeta. 

Cuba seguirá trabajando en la promoción de los derechos de los pueblos a la paz y al desarrollo, por la realización del derecho a la seguridad alimentaria, por el establecimiento de un orden internacional justo y equitativo, que condene el racismo, la xenofobia y todas las formas de discriminación, por la realización de los derechos culturales y el respeto a la diversidad.

Hacia lo interno, en el país se debate hoy, se dota de mayor sentido para el ciudadano el significado sobre el disfrute con plenitud y calidad de sus derechos humanos.  Y se está dirimiendo sobre el balance necesario entre el derecho individual y los de la colectividad. 

Pero más allá de consideraciones individuales, que están en la misma base del derecho de los seres humanos, su plena realización solo será posible cuando desaparezca la dominación, la ocupación extranjera y el interés de rendir a un pueblo por hambre y necesidades. Mientras haya “guerras santas” de mercenarios, intervención “humanitaria”, derrocamiento de gobiernos soberanos a través de “golpes suaves”, no tendrá sentido hablar del respeto a todos los derechos humanos.  La responsabilidad y voluntad política de los gobiernos para con sus ciudadanos han de quedar demostradas.


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Frank Agüero Gómez

Se han publicado 1 comentarios


Juan Arturo Romero Silva
 11/12/15 17:54

Es un articulo revelador , comparto con lo que expresa el autor .

Tambien saber que tenemos a la Republica de Cuba como ejemplo a seguir y por la mezquindad de los gobernantes estamos con brechas amplias para consolidar nuestra propuestas a todos nuestros compatriotas.

 

Saludos desde la Republica del Perú.

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