Este 12 de julio se conmemora el aniversario 201 del cumpleaños de Doña Mariana Grajales Cuello, quien nació el 12 de julio de 1815 en Santiago de Cuba y su partida bautismal está registrada en la parroquia de Santo Tomás Apóstol. Mariana fue hija de padre dominicano y madre cubana.
La madre de la familia heroica tuvo 14 hijos; los tres primeros: Felipe, Manuel y Fermín, con Fructuoso de los Santos Regüeiferos, quien fallece en 1839. Tiempo después, en 1843 se registra en la iglesia de San Nicolás de Morón, el nacimiento de un hijo natural de la patriota, a quien pone por nombre Justo Germán.
Posteriormente establece relación con Marcos Evangelista Maceo, con quien tuvo diez hijos, de estos los cuatro primeros, fueron bautizados como naturales de Mariana, pues el matrimonio entre los padres aún no se había formalizado, ellos fueron: Antonio de la Caridad, María Baldomera, José Marcelino y Rafael. Después de oficializada la unión conyugal, el 14 de julio de 1851, se produce el nacimiento de los restantes hijos: Miguel, Julio, Dominga de la Calzada, José Tomás, Marcos y María Dolores Maceo Grajales —esta última fallecida 15 días después de haber venido al mundo. De manera que fueron en total 14 los hijos que tuvo Mariana Grajales.
Cuando comienza la Guerra de los Diez Años, la madre de los Maceo Grajales toma su crucifijo y hace jurar a toda la familia luchar por la libertad de la patria o morir por ella. Durante los años que duró la contienda brindó sus servicios al Ejército Libertador desde los hospitales de sangre. Superó las dificultades que impone la vida en la manigua y sufrió la muerte de su esposo, hijos y otros familiares sin amilanarse.
Después de culminada la guerra y realizar los trámites correspondientes para la recuperación de las propiedades embargadas, se establece en Kingston, Jamaica; allí sufrió la pobreza y la vigilancia española que interceptaba la correspondencia con sus hijos prisioneros en España. En esta tierra hermana falleció, el 27 de noviembre de 1893. Sus restos fueron trasladados a Santiago de Cuba el 23 de abril de 1923 y sepultados con merecidos honores en una tumba del cementerio de Santa Ifigenia, donde también se encuentran los de sus hijas María Baldomera y Dominga de la Calzada.
El legado de esta heroica familia, actualmente se mantiene vigente con algunos de sus descendientes que viven en la ciudad de Santiago de Cuba; hoy damos a conocer el testimonio de Marlith Tabares Andreu —ingeniera geóloga y licenciada en Estudios Socioculturales—, familia de Mariana por la rama de una de sus hijas, la patriota María Baldomera Maceo Grajales y su esposo el Teniente Coronel del Ejército Libertador Magín Rizo Nescolarde.
Ella nos comenta: “Mi abuela paterna era Mariana Rizo Maceo, hija de María Baldomera, por tanto nieta de Mariana y yo tataranieta de esta y bisnieta de María Baldomera y Magín. Mi padre: Juan Luis de la Caridad Tabares Rizo, fue el hijo menor de mi abuelita Mariana Rizo y a la vez bisnieto de Mariana Grajales.
“A Mariana Grajales la ‘conocí’ no como la luchadora, la patriota que se alzó en la manigua a luchar contra los españoles, sino como la anciana aguerrida, como una abuela que tenía mi papá, como una abuelita de toda la familia, de la cual se contaban innumerables historias de su participación en la guerra, cuando toda la familia se reunía en casa de mi abuelita ‘Anita’ —como le decían a Mariana Rizo Maceo—, o cuando todas las tardes —siendo yo aún muy pequeña— mi abuela me narraba de sus historias, lástima que dada mi corta edad no puedo recordarlas todas, solo se me grabaron aquellas que más me impresionaron. Recuerdo además, que en la sala de la casa de mi abuela todas las fotos de la pared eran de los Maceo —para mí eran de mambises que pelearon fuerte en las guerras—, de Antonio y otros familiares y tanto mi hermana como yo, nos preguntábamos el motivo, si en otras casas no eran así las fotos de familia. En aquel momento por nuestra corta edad no lo entendíamos; que ellos eran nuestra familia.
“En la escuela primaria, los niños se burlaban de mí y de mis hermanos (yo era la más pequeña) cuando decíamos que éramos sobrinos de Antonio Maceo y tataranietos de Mariana. A ellos y a nosotros nos pasaba lo mismo, eran mezclas de inocencia e ignorancia infantil; cuando lo entendimos nos sentimos muy orgullosos del extraordinario privilegio histórico de pertenecer a la heroica familia de los Maceo Grajales, de ver en casa de la abuela además de fotos, objetos personales de ellos, como una peineta calada de carey que usaba mi abuela y era de Mariana Grajales.
“Mi abuelita ‘Anita’ no solo heredó el nombre de Mariana, sino un enorme parecido físico, que cada vez que veo una foto de Mariana me viene la imagen de mi abuela, también heredó su carácter, recuerdo que siempre decían que era fuerte, decidida, cariñosa, extremadamente limpia y temeraria. A mi mente llegan siempre historias de ella, por ejemplo cuando contaba que en más de una ocasión su nieto mayor Dámaso José Lescaille Tabares o Ulises Estrada Lescaille —seudónimo de guerra—, incansable luchador estudiantil y de la clandestinidad, estuvo preso en el cuartel Moncada, entonces ella —con un extraordinario valor— se presentaba como la sobrina del General Antonio y nieta de Mariana Grajales y no se iba del cuartel hasta que se lo entregaban.
“Esas características las heredó de Mariana y casi todas las mujeres de mi familia, incluyendo mis tías paternas eran así, de un carácter fuerte, pero a la vez muy tiernas y con un valor extraordinario y no le temían a nada y eso mi hermana y yo lo heredamos también; somos tiernas y refinadas pero no le tememos a nada, ni a nadie y no hay nada peor que provoque nuestra ira que la injusticia y lo mal hecho. Yo no me he propuesto ser como Mariana, soy así y de ella —ahora que la he estudiado—, comprendo todo lo que de ella tengo y que me nace de forma espontánea.
“Hace 22 años formo parte de un colectivo de niños que integran el Proyecto Comunitario Príncipe Enano y hace 18 años soy su directora. El proyecto es de variedades infantiles, que les sirve de orientación vocacional, donde ellos emplean su tiempo libre en recibir preparación técnica en las manifestaciones de música, danza y actuación (teatro), pero donde el objetivo fundamental es la formación de valores éticos y morales en ellos, donde el amor a la Patria está por encima de todo y lleva implícito el amor a la Revolución, a sus héroes y mártires, el respeto y la admiración a nuestro líder Fidel y la formación de valores tales como: la honestidad, la sencillez, la pulcritud, el humanismo, la solidaridad y donde ellos conocen y se aprenden la historia del país directamente vinculados a las fechas y en los lugares históricos donde ocurrieron los hechos.
“Es un proyecto de principios martianos donde nuestro repertorio es rico en la obra de Martí y de la familia Maceo Grajales, vinculados desde sus inicios con el Centro de Estudios Maceístas de Santiago de Cuba. Yo soy así, por naturaleza propia y esto lo heredé de Mariana, donde además varias personas me han dicho que físicamente, también me parezco a ella”.
Precisamente este 12 de julio, a partir de las 10:00 a.m., en el Centro de Estudios Antonio Maceo Grajales, se realizará un encuentro con descendientes de los Maceo Grajales, donde además de Marlith, por la rama de María Baldomera deben participar: Graciela Pacheco Feria, Nancy Rizo y sus hermanos, por José Tomás Maceo Grajales estarán presentes: Rey Maceo y Tania Grajales, por Dominga de la Calzada Maceo Grajales constarán: Ana Celia y Aracelis Romero León “Chely” y sus hermanos, Mirella Grajales y Regina Reginfo Grajales, por la línea de Mariana, entre otros descendientes. En esta actividad se hará la proyección y debate del documental El regreso del cineasta Kuo Weng Joa Sierra, donde se aborda todo lo relativo a la localización y regreso de los restos de Mariana Grajales a Santiago de Cuba.
Baby
14/7/16 23:32
Es realmente interesante y digna de admirar la historia de esta gran mujer.
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