Desde que 2020 y como parte de la implementación de la Tarea Ordenamiento el país se propuso transformar la política de subsidios, dirigida a proteger con mayor eficacia a las personas realmente necesitadas y no subvencionar productos que luego se repartan igualitariamente, no han sido pocos los desafíos, incongruencias, dificultades y esfuerzos en materia de rectificación y perfeccionamiento de mecanismos o normativas.
Ya sabemos cómo en unos casos la falta de una mejor previsión y en otros el impacto inmediato del recrudecido bloqueo estadounidense, de la COVID-19 y de la crisis económica mundial, condujeron a distorsiones, a posponer planes o proyectos, y a centralizar los recursos en aras de enfrentar situaciones de emergencia, de las que aún no nos hemos recuperado por la escasez de divisas con las cuales comprar alimentos, materias primas, insumos y tecnología, y por una galopante inflación.
La crítica situación que atraviesa nuestra economía, y su reflejo en lo social, obliga entonces a con lupa y a punta de lápiz identificar bien en el barrio a quienes urge se les brinden esa ayuda, que ojalá les permitan a muchos salir de las condiciones vulnerables en que se encuentran, cuando hoy día afloran mayores desigualdades en el seno de la población.
Recordemos que en Cuba existen el régimen de seguridad social y el de asistencia social.
Tal cual reflejara un artículo de Cubahora, a raíz de la implementación de la Tarea Ordenamiento, sobre el primero la ministra de Trabajo y Seguridad y Asistencia Social (MTTS), Marta Elena Feitó, ha explicado que ofrece prestaciones monetarias para cubrir riesgos ante la enfermedad del trabajador, la invalidez total o parcial y otros derechos, como la licencia de maternidad. El segundo implica el apoyo a personas sin recursos no aptas para el empleo y que generalmente no cuentan con respaldo familiar.
LA TAREA ORDENAMIENTO GENERÓ MUCHAS EXPECTATIVAS
A raíz de la Tarea Ordenamiento, para ambos casos el monto mínimo recibido se incrementó con vistas a poder afrontar los nuevos precios de productos y servicios. La pensión mínima aumentó a 1528 pesos, el costo de la canasta de bienes y servicios de referencia; mientras que se fijó en 1260 pesos la asistencia social.
Al respecto en la dirección del país hay compresión cabal de que con tales ingresos es imposible satisfacer las más elementales necesidades dado el incremento de los precios, muchos de los cuales son excesivos y abusivos.
También se ha dicho que ante el envejecimiento poblacional no toda la responsabilidad ha de caer sobre el Estado pues la familia debe asumir su papel y las estadísticas indican que casi todos los núcleos familiares tienen, al menos, una persona de la tercera edad.
Recordemos entonces cuánto se ha enrarecido la dinámica demográfica de Cuba en los últimos años, con la tendencia a ser cada vez mayor la población envejecida, para la cual se diseñan proyectos y políticas que alarguen la esperanza de vida.
El asunto por complejo y retador no deja de ser una preocupación de muchos compatriotas cuando en las redes sociales, en las colas, en el trabajo, en el hogar, en los medios de comunicación, en los encuentros de los dirigentes con el pueblo, en fin en cualquier escenario, expresan sus dudas, cuestionamientos y sugerencias respecto a la atención a tales personas, sobre todo por las expectativas que se originaron con la Tarea Ordenamiento y el incremento desmedido de los precios.
Quitar una moneda, establecer un único tipo de cambio, eliminar los subsidios excesivos y gratuidades indebidas y una modificación en la distribución de los ingresos, eran los principales objetivos de esa estrategia anunciada a finales de 2019.
NO SE ESTA DE ESPALDAS A LAS ASPIRACIONES DE JUSTICIA SOCIAL
Aunque ha sido necesario rectificarlos o rediseñarlos, el país no ha estado de espaldas a las aspiraciones de justicia social, pues no son pocas las políticas y normativas que protegen al jubilado y asistenciado, a las madres solteras de tres o más hijos, a los niños y a otros sectores; lo que pasa es que no siempre se cumplen.
Para recibir una ayuda del Estado un núcleo familiar debe estar clasificado como vulnerable. Esto significa que no recibe ingresos económicos ni ayuda familiar suficientes para pagar alimentación y servicios básicos, por no contar con integrantes aptos para el trabajo y sí con adultos mayores o personas en situación de discapacidad.
Existen ayudas y prestaciones en diversas áreas. Por ejemplo, ese último grupo poblacional y los estudiantes pagan un 50 % del pasaje de los ómnibus, en tanto los medicamentos destinados a enfermedades crónicas permanecen subsidiados.
Por el Presupuesto del Estado se subsidian otros bienes y servicios de alta sensibilidad para la población como la canasta familiar normada, y más aún todos los productos destinados a niños de cero a seis años y las dietas por enfermedad como señalamos, las tarifas eléctricas y el abasto de agua, pese a las dificultades existentes con el suministro del preciado líquido.
El Sistema de Atención a las Familias, conocido por SAF, es otro ejemplo del empeño de la Revolución por no dejar a nadie desamparado, unidades en las que a muy bajos precios se les brinda alimentación a grupos vulnerables de la sociedad.
Asimismo se subsidian determinados insumos a los productores agropecuarios y se les pones un precio para estimularlos.
GASTOS MILLONARIOS QUE REAFIRMAN TODA UNA VOLUNTAD POLITICA
En la última sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la primera de la X Legislatura, Vladimir Regueiro Ale, ministro de Finanzas y Precios, informó que en el 2022 se dio prioridad a la atención de 362 083 personas con insuficiencia económica y núcleos en situaciones de vulnerabilidad.
En Asistencia Social se ejecutaron 6 124 millones de pesos, un crecimiento de 1 681 millones con respecto a 2021; mientras en Seguridad Social se hicieron gastos por 39 968 millones de pesos, 7 166 millones de pesos más, y se beneficiaron 1 703 000 pensionados.
Las cifras reafirman toda una voluntad política que difícilmente otros muchos países, en las condiciones de una nación como Cuba, podrían ejecutar, sin olvidar que en ellos el sistema de Seguridad social solo tiene en cuenta lo curativo, no lo preventivo y la rehabilitación.
Pero cualquier reconocimiento o vanagloria en el deseo de hacer mejores cosas por nuestra gente de a pie no puede hacernos creer que todo anda bien.
El informe presentado ante el Parlamento el 22 de julio pasado por el Vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, señala que no se ejecutó con la oportunidad requerida el importante Programa de transformación de barrios y comunidades, toda vez que se inejecutó en 13 provincias, lo que demuestra la falta de evaluaciones puntuales con los municipios y estructuras provinciales implicados en esta actividad.
SUBSIDIOS PARA CONSTRUIR, REPARAR O AMPLIAR LA VIVIENDA: OTRO APORTE CUBANO
Con el fin de brindar mayor protección a familias vulnerables y ampliar facilidades a las personas, desde el 2012 Cuba otorga subsidios para la construcción, conservación, rehabilitación, terminación y ampliación de viviendas.
Con tal propósito se les ha dado a los gobiernos locales la facultad de asignarles recursos financieros a determinados ciudadanos, con vistas a que con sus propios esfuerzos puedan resolver el problema habitacional, combinándose así la responsabilidad estatal con la individual.
Recientemente a partir de los daños provocados por las intensas lluvias ocurridas del 6 al 10 de junio en el oriente de Cuba, por acuerdo del Consejo de Ministros el Presupuesto del Estado financiará el 50 por ciento de los precios de los materiales de construcción que se vendan a los damnificados. En realidad, ante situaciones de catástrofes se ha actuado así.
Pero duele saber que los subsidios de materiales de la construcción tampoco se ejecutaron en 10 provincias el pasado año, aspecto que no ha mantenido una evaluación puntual con los municipios y las estructuras provinciales involucrados en la tarea, en correspondencia a la alta sensibilidad que requiere, ya que responde a un programa de especial atención por los gobiernos.
Dicha política es una de las más atrasadas en el programa de la vivienda, quizás por desconocimiento, pero también por morosidad, incongruencias a la hora de ejecutarse las acciones, violaciones a los procederes, fallos técnicos y humanos.
Sabemos que no solo como parte del ordenamiento monetario, o dentro de la actualización del modelo económico, la postura de la Revolución siempre ha sido la de no dejar a nadie desamparado, pero en las duras condiciones económicas de hoy no pocos ciudadanos se preguntan cuándo les llegará el turno, amén de que no perciban algunos beneficios dados.
EL DERECHO AL EMPLEO, PIEDRA ANGULAR DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL
Marta Elena Feitó, titular del MTSS, ha señalado que la principal seguridad que tiene el país en la esfera social es el derecho al empleo, por ser este la piedra angular de todo el sistema de Seguridad Social; aun así a las personas en situaciones de vulnerabilidad se les ayuda y para eso hay prestaciones que tienen un carácter monetario y los servicios sociales de la asistencia social.
Desde el Presupuesto del Estado, con su control y ejecución en los municipios, también hoy se procura no subsidiar a empresas que tienen pérdidas; sólo de manera excepcional las que asumen un cometido vital que requiere ser priorizado por estar vinculado, por ejemplo, a asegurar la canasta familiar normada.
Hace unos días ante los diputados de la Comisión de Asuntos Económicos, Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, opinó que ante el desmedido incremento de los precios, vulnerable podría ser aquella persona que no le alcanza el dinero para vivir, lo cual no sucede solo con los asistenciados por el Estado.
En sintonía Ulises Guilarte, miembro del Buró Político y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, dijo lo mismo de esos miles de trabajadores con salarios mínimos que les impiden satisfacer sus necesidades y las de sus familias, “por lo que tampoco podemos conformarnos con que existan empresas con pérdidas económicas pues ello repercute en los ingresos personales de sus colectivos”, subrayó.
En fin, cuando siguen siendo escasos los recursos financieros por las razones conocidas, ni se logran altos niveles en la producción de alimentos y de otros bienes y servicios básicos, con su consiguiente impacto en la economía y la sociedad, cuando la desigualdad social aflora con fuerza a partir de una desmedida inflación, urge avanzar con firmeza en la política de proteger con mayor eficacia a las personas realmente necesitadas de ayudas y no subvencionar productos, que luego se repartan igualitariamente.
Salvador
4/8/23 16:23
El subsidio se perdió si miras que los precios subieron desmedidamente.
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