XVII Rally "A lo cubano": belleza y regularidad

Edición XVII y, sin dudas, un nuevo éxito del Rally de Regularidad "A lo Cubano", que disputaba la Copa Castrol con la participación de 60 autos y 15 motos, provistos todos de vistosos colores y preponderantes logos.
Entre esas bellezas de autos clásicos, aparecían muchos de las afamadas marcas Ford, Pontiac o Chevrolet. Y entre las motocicletas, levantaron a todos con su run-run las poderosas y muy bien conservadas Harley Davidson.

Todos salieron a competir y exhibirse por las calles de La Habana en un recorrido de 50 kilómetros (31 millas), que todos debían ejecutar durante hora y media

¿Cómo era la "carrera"? Se trató de un rally de “regularidad”, no de velocidad. Esto significa que los organizadores establecen un circuito y fijan un tiempo para su ejecución que va dándole puntajes a los participantes.

Este rally, que salió del parqueo del afamado Cabaret Tropicana, hizo atravesar a los autos clásicos por puntos emblemáticos de la capital como el Hotel Nacional, El Malecón, el Capitolio y hasta la Plaza de la Revolución.
En el tramo, habían puntos de chequeo tanto visibles como ocultos para los participantes. No se ganaba por llegar primero, sino por realizar el recorrido con precisión y cumpliendo los parámetros establecidos, especialmente el tiempo.

Y después de mucho andar, y tras la valoración del jurado, en la categoría de motos se impuso una Triumph de 1955, en la cual trabajaron Lázaro y William González, padre e hijos, respectivamente.Mientras, en autos se llevaron los lauros de manera compartida un Austin de 1951 (integrado por Jorge García-Roidel de la Cruz) y un Studebaker de 1956 en el que transitaron Amílcar Hernández y su esposa Susana Arencibia con sus tres hijos.

Es la primera vez que participo. Te aseguro que jamás pensé ocupar el primer lugar porque aquí intervinieron parejas con mayor experiencia. Pero mi esposa e hijos me ayudaron mucho y estamos muy felices con el resultado, expresó Amílcar Hernández en exclusiva con Cubahora.