La historia de las Series Nacionales puede escribirse, a caballo, entre la primera y el home plate del estadio Latinoamericano. Aquel prodigio que empezó en 1962, no hay dudas, se expandió como la mala hierba a todos los recodos del archipiélago y se convirtió en un fenómeno de dimensiones conocidas aquí y allende los mares. Pero en el Coloso del Cerro, mal que bien, ha pasado mucho y de lo más importante de la pelota en Cuba desde —y antes de— aquel año.
Esta noche, otra vez el emporio del béisbol en Cuba resultó escenario de una proeza que, quizás, resulte una huella difícil de borrar a la vuelta de pocos años. Una huella que, aún hoy y mañana, puede ser más profunda.
Alfredo Despaigne, el granmense nacido en Santiago de Cuba, disparó sendos cuadrangulares contra lanzadores zurdos para convertirse en el primer cubano capaz de batear 35 jonrones en una Serie Nacional, y, de paso, colaboró para que su novena, Granma, le endosara a Industriales, el máximo ganador del país, una de las humillaciones más grandes —si no la mayor— que ha recibido en el Latinoamericano.
El jardinero izquierdo, en el segundo capítulo y contra una recta de 84 mph de Ian Rendón, partió el madero al momento de realizar un poderoso swing y alcanzó a deleitarse viendo pasar su conexión por encima de las bardas entre los jardines central e izquierdo, para romper el récord vigente desde la Serie de Oro.
Yohenis Céspedes, ex jardinero central de los equipos Granma, implantó la marca de 33 cuadrangulares en la Serie 50, en cuyo campeonato regular también alcanzó esa cifra José Dariel Abreu, al final ganador de la corona de máximo jonronero porque necesitó menos veces al bate.
Mas este tres de abril, la marca pasó a mejor vida y más de una vez, porque el ahora tercer bate de los Alazanes, al parecer liberado de tensiones y motivado por aparecer por vez primera en TV esta Serie, volvió a tener un movimiento de muñecas destructor en el octavo acto, ante Roberto Carlos Santiesteban, y elevó a 35 su cantidad de cuadrangulares en la temporada con un fly más alto que largo por el jardín derecho.
Así, Despaigne se colocó a un bambinazo de conseguir 200, al cabo de ocho temporadas, y lo hizo con una frecuencia de 13.36, solo inferior a las del bejucaleño Romelio Martínez (370 jonrones, frecuencia de 12.84) y el santiaguero Orestes Kindelán (487, 13.32), los dos primeros en este acápite en la historia de las Series Nacionales.
De la XLVII a la actual Serie, Alfredo Despaigne ha conectado 155 cuadrangulares, con la siguiente secuencia: 24 en la 47, 32 en la 48, 31 en la 49 y 33 —27 en el calendario regular más 6 en la postemporada— durante la Serie de Oro. Sin dudas, una monstruosidad.
La ofensiva del slugger, esta noche, contribuyó a que Granma (48-37) aplastara 21x10 a Industriales, y se reafirmara en el cuarto puesto de la Liga Oriental, ahora con un juego y medio de ventaja sobre el quinto lugar, Santiago de Cuba (45-37).
Esta humillación es, según recuerda este redactor, una de las peores —sino la peor— que han recibido los Leones en su cuartel general y la mayor desde que el 27 de marzo de 2008, en el Capitán San Luis, cayeron con pizarra de 24x0 ante Pinar del Río.
Fue en cuartos de final de la XLVII Serie Nacional de Béisbol, en un juego sin errores, e Industriales apenas bateó dos hits (sencillo de Carlos Tabares y biangular de Alden Mesa) en contra de Pedro Luis Lazo e Irandy Castro.
¿Saben quién salió derrotado aquel año olímpico? Ni más ni menos que el mismísimo Ian Rendón, sí, solo duró uno y un tercio de su apertura, en los que aceptó tres limpias de la ofensiva pinareña, toda una joya de pitcheo comparado con las seis carreras limpias que le fabricaron esta noche los granmenses, en uno y dos tercios.
En La Habana, cuatro años después, peor que en Pinar del Río. Ahora, en un juego (con 31 hits, 7 errores y 11 boletos) que también quedará incrustado en la memoria como uno de los más horribles que ha televisado Tele Rebelde en su historia.
Quizás el Latinoamericano no quiso ser menos y le guardó esta encerrona a Rendón, a Industriales. Quizás quiso, como siempre, ser el principal escenario de la historia azul —y de la pelota cubana— que es. Quizás no. A lo mejor solo está calentando la previa del jonrón 200 en Series Nacionales de Alfredo Despaigne. Quién sabe.
Alex Sobrino
11/1/13 12:38
Es bueno contar con grandes peloteros en nuestro país, no importa de donde sean. Yo soy azul de la cabeza a los pies, pero me conmuevo cada vez que veo a un Yuliesky, un Despaigne, o un Cepeda sacarla del estadio. Soy fiel seguidor del beisbol cubano, y es dificil que me pierda un partido, cualquiera que fuese, de hecho, disfruto mucho ver jugar a Villa Clara, Sancti Spíritus, entre otros. Esperemos que estas grandes estrellas nos den muchas más emociones dondequiera que se encuentren, ya sea en series nacionales, grandes ligas, o misiones internacionales, siempre seguirán siendo peloteros cubanos.
Mercedes
4/4/12 12:53
Alguien vio lo que yo vi? cuando Despaigne, miembro del equipo nacional rompió su récord no hubo nada de parte del equipo Industriales ni del público habanero que se regocijara con el récord. ¿Dónde ha quedado la ética, el sentido de la solidaridad? Es verdad que Granma le cayó a palo a Industriales anoche, pero un alto en el camino no mella sino engrandece. Felicidades Despaigne.
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