Radiografía a una noticia

Hace pocas horas surgió una noticia deportiva para disfrutar. Y merece hacerle una radiografía. Es de uno de los siete deportes priorizados en la estrategia cubana (sí, las luchas)…

“Hermanos, después de 11 años la lucha volverá a contar con su equipo nacional juvenil a partir del próximo curso escolar, en ambos estilos, y sexo. Con una matrícula de 20 atletas y dos entrenadores por equipos”, leímos en Facebook.

La nota apareció firmada por la Federación Cubana de Luchas, en la página de Luis de la Portilla, el comisionado nacional de esa durísima y antiquísima disciplina de los tackles y desbalances.

Ahh… un apunte rápido antes de seguir camino: Se trata del único deporte en el cual nuestro país ha podido ganar al menos una medalla de oro en todos los Juegos Olímpicos a partir de los de Barcelona 1992.

Quiere decir lo anterior, sí, que esa racha mágica se mantuvo después en Atlanta 1996, Sídney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016.

Quiere decir lo anterior también, sí, que han pasado desde entonces siete ediciones, y nada más y nada menos que 28 años.

¡QUÉ DATOS!

¿Hace falta recordar la importancia del desarrollo en las filas juveniles para garantizar el futuro? No lo parece. Y por eso solo con la pregunta ya potenciamos el tema…

Y por eso nos pareció mejor zambullirnos sin demora en la muy buena base de datos de la World United Wrestling (UWW), antes conocida como FILA.

Los cubanos han tenido frecuente presencia en los podios de los campeonatos mundiales juveniles: 24 medallas de oro, 15 de plata y 13 de bronce (para un apreciable total de 52).

Vamos a desglosar por estilos esa cosecha:

• Lucha grecorromana: 15-6-6=27.
• Lucha libre (masculina): 8-7-7=22.
• Lucha libre (femenina): 1-2-0=3.

En esa búsqueda de datos saltó a la vista algo también muy interesante, lo cual se relaciona, por supuesto, con dos elementos: la ausencia por 11 años de equipos nacionales juveniles, y la escasa participación internacional de ellos.

¿Qué fue lo que saltó a la vista? Un poquito de paciencia. Desde que Yasmani Lugo (división de los 96 kilogramos en el estilo grecorromano) se coronó campeón mundial en Ankara 2009 tuvieron que pasar diez años para el gran éxito de otros cubanos.

UN POCO MÁS

Gabriel Rosillo es otro con posibilidades en los Juegos Olímpicos de Tokio (Foto: Sierra Maestra)

Los que cerraron ese largo y negativo paréntesis abierto desde Ankara 2009 hasta Tallin 2019 fueron Gabriel Rosillo (97 de la grecorromana) y la también muy prometedora Milaimys de la Caridad Marín (76), primera cubana con oro, ambos siendo integrantes de las preselecciones mayores de adultos.

Sí, no olvidamos que las muchachas empezaron después…

Y tampoco olvidamos que en vertiginoso ascenso en los últimos tiempos nuestras chicas habían ganado dos años antes en Tampere 2017 sus primeras medallas, ambas de plata, gracias a Lianna de la Caridad Montero (55) y Yudaris Sánchez (67).

¿Hace falta recordar que Yasmani Lugo, aquel campeón de Ankara 2009, aunque después no todo le salió como hubiera deseado, ganó medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016?

¿O que Roberto Monzón, el único cubano tres veces campeón mundial juvenil (Cali 1992, Budapest 1994, Walbrzych 1996) terminó con la de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004?

(Monzón tiene también bronce de Turku 1997).

¿O que Héctor Milián tras ser invencible en Schifferstadt 1986 lo fue también en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992?

CASI TERMINANDO

Unos tres ejemplos más:

Juan Luis Maren (58 de la greco) fue el mandamás en Wolfurt 1988, y luego conquistó tres medallas en Juegos Olímpicos: dos de plata (Atlanta 1996 y Sídney 2000) y una de bronce (Barcelona 1992).

Geandry Garzón (66 de la libre) dominó en Estambul 2003, y después ha obtenido cuatro medallas en mundiales de adultos: una de plata (Bakú 2007) y tres de bronce (Budapest 2005, Guangzhou 2006 y Moscú 2010).

Yandro Quintana (58) quedó con bronce en el campeonato mundial juvenil de Sídney 1999, y con ese impulso se empinó hasta la de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

La radiografía de hoy, que pudiera ser todavía más detallada, pensamos que mostró porque al principio escribimos que el rescate de los equipos juveniles es “una noticia deportiva para disfrutar”…