¡Qué manera de enredarse la pita en pelota!

A estas alturas, lo más lógico era que ya hubiese algún clasificado directo a la segunda ronda del campeonato cubano de béisbol. A lo mejor, dos. También debía quedar, si acaso, un boleto disponible para el play off de comodines, y de los partidos aplazados debían ser necesarios a lo sumo uno o dos. Quizá tres.

Pero la lógica es otra. Testaruda. Muy afín al refrán geométrico de la pelota: redonda que viene en caja cuadrada. La realidad se le cuadró a la lógica y ahora mismo, salvo los que ya dijeron adiós: Camagüey, Granma, Guantánamo, Cienfuegos y Matanzas, el resto tiene chances para seguir soñando, aunque en el caso de Pinar del Río con pie y medio fuera también. “Mientras haya un dedo dentro, hay vida”, diría Pedro Luis Lazo.

Ahora que cuenta con Erly Casanova y Bladimir Baños, acompañando al trío de abridores integrado por Yosvany Torres, Yaifredo Domínguez y Frank Luis Medida, su rotación puede echarse encima al equipo en la recta final: tres juegos ante su vecino Artemisa y dos suspendidos, uno frente a Mayabeque y otro ante Holguín. No es tarea fácil, porque los tres rivales andan en lo mismo que ellos, buscando pasaje. Su ofensiva, que produce la menor cantidad de carreras por cada nueve inning (3.7) en el campeonato, no parece apta para cumplir la prueba de Hércules que tiene el Gigante Lazo con su equipo, pero en cinco duelos y con un torneo demencial como este, de rivalidad sin calidad, nada es descartable.

Cualquiera diría que en Ciego de Ávila se pasaron de tragos después que les otorgaron la sede del Juego de las Estrellas. Del primer lugar, estable y con la venia de la mayoría de los especialistas para mantenerse en él, se han desenganchado del cuarteto de la vanguardia, tras recibir una impensada barrida de los Leñadores de Las Tunas, en una subserie en la que Jorge Yhonson llegó a los mil hits en series nacionales y Danel Castro completó los 200 jonrones y se convirtió en el onceno bateador con 2000 indiscutibles y 200 bambinazos. La perseverancia merece esos premios, aunque uno de los hombres de más disciplina en el home merecía mejor suerte en las selecciones nacionales.

Los Tigres andan ahora por el quinto escalón y llevan cinco derrotas seguidas. Imagino la cara de Roger Machado. Están casi obligados a vencer par de veces a Industriales en su próxima subserie para no verse con serias posibilidades de vivir nuevamente la muerte súbita de la que salieron cabizbajos en la temporada anterior. Lo mismo les sucede a sus rivales de turno, pues dos fracasos los pondrían a ellos entonces casi en la misma situación de los avileños, y ambos, obvio, quieren pasar directo a la segunda fase. Ni siquiera los Azules de Rey Anglada, acostumbrados a ganar juegos buenos, desean verse en ese veleidoso play off de comodines, y más cuando tienen un pitcheo al que le anotan 5.6 carreras por cada nueve capítulos.

Así que entre viernes y domingo habrá tremenda bronca de fieras en el Cepero. Dos equipos que tienen más de una razón para jugar sin guardarse nada. Hay, incluso, morbo, porque en los últimos tiempos Ciego ha sido “Papá” de Industriales en postemporadas, y eso en la capital duele. Más que nunca ambos bandos saldrán al terreno a buscar la victoria, la suerte del calendario (imagino que la Comisión Nacional jugó con el plus de espectáculo que este choque representa) y el destino quisieron que concluyeran esta fase entre ellos y para más adrenalina, rifándose un cupo directo. Quien pida más es un glotón de marca XXLLLL.

Pero no solo los ojos expectantes de la afición estarán en el Cepero. Holguín, que está en la cima de la tabla de posiciones, no podrá resbalar ante un eléctrico Mayabeque que sigue con muchas oportunidades de ocupar uno de los cuatro puestos de la vanguardia. Pese a caer dos veces ante los ya eliminados y eternas promesas que no pasan de ser eso, solo proyección, los Toros de Camagüey, los Huracanes ganaron el último duelo ante estos y se reencontraron con el camino exitoso cuando les falta muy poco para una clasificación entre los ocho no prevista salvo por ellos.

El Villa Clara de Eduardo Paret, casi sin batear, pero con el mejor cuerpo de lanzadores en la actual fase del torneo, está encumbrado y con serias posibilidades de liderar este segmento. Es el equipo que menos juegos ha perdido (15) y tiene por delante seis partidos ante elencos ya eliminados: tres ante Granma, dos frente a Camagüey y el último contra Matanzas. En la confianza que esto podría generar y la anemia de sus bates está el peligro, y eso lo sabe muy bien Paret. Las Tunas, después de esa sensacional barrida ante los Tigres, va a un pareo aparentemente cómodo versus Matanzas en sus predios del Julio Antonio Mella, donde mismo estuvieron cerquita de coronarse en la campaña pasada, lo que aumenta sus opciones de asegurar un cupo directo a la segunda fase.

De tener un mal fin de semana, a esos elencos les queda el consuelo de los comodines, los mismos a los que están aspirando también Santiago de Cuba, Sancti Spíritus, Isla de la Juventud, Artemisa y hasta los Vegueros de Lazo. Demasiada cola para tan pocos pasajes. Al menos, habrá entretenimiento, aunque la semana próxima, con la celebración de los juegos aplazados, es que se debe decidir el ordenamiento definitivo, y se podrán establecer favoritos en los pareos de comodines.

58 SNB REPROGRAMACIÓN DE JUEGOS