Maikel Massó salta sobre la COVID y mira a Tokio

El saltador Maikel Massó sigue siendo una de las principales figuras del atletismo cubano.

Dos reinados en campeonatos mundiales juveniles, presencia en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016; en paradas de la Liga del Diamante, en citas del orbe para mayores, incluido el meritorio quinto lugar en Londres 2017, y varios brincos sobre los ocho metros son avales suficientes para fijar la mirada en este prometedor joven de 20 años de edad.

Sin embargo, en el Campeonato Mundial de Atletismo Bajo Techo de Birmingham 2018 concluyó en la decimotercera posición, condicionado por la lesión sufrida en su primer salto, que le obligó a abandonar la competencia.

«Fue un instante muy difícil. Hasta ese momento era uno de los hombres a seguir, junto a otros compañeros de equipo como Lester Lescay y el ahora número uno de Cuba y entre los mejores del mundo Juan Miguel Echevarría. Me sentía en perfecto estado físico y sicológico, pero la lesión lo trastocó todo», señaló en diálogo telefónico.

Más adelante abundó: «El personal médico hizo un trabajo muy dedicado, pues la lesión era en la rodilla y el bíceps femoral. También se hizo mucho hincapié en el aspecto síquico. De hecho, regresé a la alta competencia el año pasado y gané el Mitin Atlético de Huelva y salté 8.30 metros en la Copa Cuba. Tuve, sin embargo, un resultado discretísimo en los Panamericanos de Lima, donde terminé penúltimo. No obstante, puedo asegurarte que estoy totalmente recuperado de la lesión y preparándome para empeños mayores».

Massó logró clasificarse el pasado mes de febrero a los Juegos Olímpicos de Tokio, pactados ahora del 23 de julio al 8 de agosto de 2021, debido a la actual pandemia de coronavirus que afecta a más de 180 países del orbe.

Con brinco de 8.26 metros en el Festival Nacional de Saltos Manuel Pérez Ruiz, el santiaguero aseguró su pasaje a Japón: «Para estar en Tokio se pedía un registro mínimo de 8.22. Terminé segundo, por detrás de Lescay. Ya Juan Miguel estaba clasificado, así que Cuba irá con sus tres principales figuras. Sentí mucha alegría al poder saltar cuatro centímetros más. Fue muy gratificante luego del calvario de lesiones que enfrenté», indicó.

«Afortunadamente, antes de la propagación de la COVID-19 pudimos efectuar varias giras invernales y bases de entrenamiento en Europa. Incluso, la Copa Cuba se realizó a puertas cerradas, solo con atletas, árbitros, entrenadores y el personal médico. Ese certamen cerraba el primer macrociclo de la preparación rumbo a los Juegos. Allí terminé segundo con 8.08, por detrás de Juan Miguel», aseveró.

Su diálogo con JIT continuó: «El atletismo está llamado a ser uno de los grandes exponentes de medallas en Tokio, y realmente espero aportar mi granito de arena en ese empeño. Me debo a mí mismo, y a la afición deportiva de Cuba, un gran resultado en eventos de mayores. Me siento bien en todos los aspectos, así que con constancia y disciplina espero lograr mi sueño».

Al referirse a la batalla contra la COVID-19, manifestó: «El mundo atraviesa por una situación muy tensa. Desde marzo estoy en casa cumpliendo el aislamiento y haciendo algo de ejercicios. Exhorto a que todos hagamos lo mismo, siguiendo lo dictado por nuestro gobierno».