Luz cubana en Ciudad Luz (+Audio)

Vamos a intentar el poder utilizar otra vez la tan bella imaginación. Este domingo muchos en Cuba estuvimos tratando de tirar las patadas voladoras del taekwondo. Sí, una forma de tratar de apoyar a un compatriota en una competencia durísima…

De por medio había seis horas de diferencia con París (allá, claro, más avanzadas).

Y siete mil 633 kilómetros de distancia…

O un vuelo calculado en nueve horas y 55 minutos…

Un Grand Prix que por la fuerza de su imán se tornaba muy atractivo para lo que más vale y brilla de nuestro planeta.

Una ciudad bellísima, la sede también, por cierto, de los tan esperados Juegos Olímpicos de 2024.

Aterrizó en ella con casi ninguna competencia internacional nuestro Rafael Alba, quien creo es nuestro mejor exponente histórico del taekwondo, y en la afirmación no olvido que otro grande como Ángel Volodia Matos, fue campeón olímpico en Sídney 2000.

Bueno, parece que esa trasmisión de energía telepática funcionó: el santiaguero, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (aplazados para 2021 por la Covid), terminó encaramado en lo más alto del podio: Sí… ¡FUE EL CAMPEÓN!

VALORACIONES

Acá en La Habana, Iván Fernández Quirós, comisionado nacional, presidente de nuestra federación de este deporte de combate proveniente de un arte marcial de origen milenario, nos hizo entusiasmado declaraciones para los lectores de Cubahora.

OTROS ENTRELONES

¿Cuál fue el camino ahora de Alba en París?

En la tan esperada final le ganó en tres asaltos (4-0, 4-5 y 7-2) al croata Iván Sapina, bronce en el 2019 en el Campeonato Mundial de Manchester (Reino Unido), bronce en el Campeonato Europeo de Sofia (Bulgaria) 2019, y oro este año también en Manchester.

Para llegar a la discusión del oro se impuso nada más y nada menos 2-0 que al campeón olímpico en 80 kilogramos de Río de Janeiro 2016, Cheick Sallah Cissé, de Costa de Marfil. Antes doblegó también por 2-0 al croata Pasko Bozic (bronce este año en el Campeonato Europeo de Manchester) y al noruego Milos Pilipovic (noveno en la competencia acabada de mencionar), así como 2-1 al marroquí Ayoub Bassel (dos medallas de plata en el Campeonato Africano, en 2018 y 2021).

Alba, 29 años de edad, ha sido dos veces campeón mundial, una de ellas en Puebla, México 2013, donde nuestro país terminó en segundo lugar, por detrás de Sudcorea, ¡tierra de la cuna del taekwondo! La otra ocurrió en el 2019 en Manchester. Y también conquistó la de bronce en 2015 en el de Cheliábinsk (Rusia), por citar sus resultados más relevantes.

No olvidé cuando pensé en el título de este trabajo (Luz cubana en Ciudad Luz) que acá en nuestro país hemos estado sufriendo duros apagones (por causas explicadas una y otra vez): Pero, valga la repetición, me era muy difícil no reflejar que un cubano había ofrecido su luz en la llamada Ciudad Luz.

Unos apagones, por cierto, que han afectado todos los sectores de nuestra vida, incluido, claro está, el periodismo deportivo. Ah, se me disparó un recuerdo inolvidable: en República Dominicana sufrí hace años algo parecido. Ocurrió en 1987 cuando llegué a cubrir el Segundo Torneo Meteoro de la Confraternidad de Beisbol, como enviado especial del periódico Granma. Terminé dictando estirando lo más posible el cable de un teléfono y apoyado por la lejana luz de una lámpara de la calle. Pero de todo eso a lo mejor escriba en otro momento…

Ahora hay algo que no deja de darme vueltas en la cabeza. Otra idea perturbadora, casi de novela, cargada de misterio o de suspense: ¿Se verán las caras ahora el ruso y Alba?