Los nombres de la discordia en pelota

Con el anuncio de los nombres de los seis equipos para la Liga Élite del Béisbol Cubano se destapó un vendal de críticas en las redes sociales digitales. Busco y rebusco y solo encuentro rechazo.

Lo que desde hace tiempo es un anhelo de la afición y una necesidad de nuestro deporte nacional está agonizando en el parto. No nace, y ya muchos auguran la muerte del torneo llamado a cerrar la temporada cubana.

Si la polémica iba subiendo de todo desde que en el momento clímax del play off final por el título de la Serie Nacional fue hecha pública la variante de organización de los equipos, este miércoles se dispararon los decibeles del rechazo.

Y lo más lamentable es que en medio de las tensiones entre los que defienden la liga élite con el formato de integrar provincias por cercanía geográfica y quienes consideran que no es el más adecuado en estos tiempos, hubo un movimiento aglutinador alrededor de las encuestas populares para escoger los nombres.

Parecía que al menos, en ese punto, se estaba construyendo un consenso y hubo notable participación popular. Incluso, algunos sugirieron logos para identificar a los equipos.

Fueron varias las encuestas, fundamentalmente, en redes sociales para proponer o votar por los nombres, el movimiento había prendido, y en el sitio www.beisbolcubano.cu se publicó la encuesta oficial.

Pero este miércoles, en una nota sin muchas explicaciones se informaron los seis nombres en la publicación deportiva JIT. Cuatro eran de los propuestos inicialmente, pero dos aparecieron por primera vez y sin que antes se hubiesen manejado (o al menos fueran de los más mediáticos).

Desde entonces se destapó el huracán en redes sociales. Al equipo integrado por Industriales y Mayabeque lo denominaron Portuarios, y Agricultores a la simbiosis entre Las Tunas y Granma. Según la nota, porque las propuestas originales no recibieron más del 50 por ciento de los votos.

Los demás también tienen apelativos poco originales: Tabacaleros (Pinar del Río, Artemisa y La Isla); Centrales (Matanzas, Villa Clara y Cienfuegos); Ganaderos (Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey); y Cafetaleros (Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo).

En términos de espectáculo no se puede negar que son poco atractivos; es difícil que las aficiones simpaticen con ellos, salvo que se despliegue una poderosa estrategia de marcas y comunicación para generar empatías.

Imagino que a los seguidores de Industriales, identificados con el león, fiero, agresivo, inspirador en el campo de juego, les resulte complicado ahora seguir una mascota inspirada en un buen hombre, trabajador, noble, como son los portuarios.

Y así sucede con los demás elencos. Gran ejercicio para que los asuman el reto de hacer la mascota del Centrales de Matanzas, Villa Clara y Cienfuegos, que nunca antes habían jugado juntos.

Así, la Liga Élite, un campeonato que debe contribuir a la preparación de jugadores para una temporada internacional muy activa en 2023, sigue generando tensiones.

Afortunadamente quedan algunos meses antes del play ball para revertir el estado de opinión y de ánimo en torno al certamen, y eso solo será posible con aseguramientos que garanticen su éxito, sostenibilidad y organización.

Hablamos de nuestro principal deporte, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, joya de nuestro país, cuyas épocas doradas siguen inspirando y resultan el horizonte.

Una mala jugada (otra en los últimos tiempos) costaría caro, muy caro.