No vaya usted a creer que los ojos rasgados merman la puntería. Si fuera así, los sudcoreanos no mandarían a su antojo en el tiro con arco. Ni tampoco la china Siling Yi acabaría de proclamarse dueña y señora del rifle de aire a 10 metros.
La asiática de 23 abriles alargó su hegemonía en los Juegos Olímpicos. Venía de triunfar en el certamen planetario del año 2010, los campeonatos continentales 2012, y de lograr varias medallas en paradas de la Copa del Mundo. Y ahora, en Londres, le puso la guinda a su pastel.
Aun por debajo de sus acumulados habituales, Yi logró comandar a todas las tiradoras de la prueba con 502.9 puntos, suficientes para aventajar a la polaca Sylvia Bogacka (502.2) y a su compatriota Dan Yu (501.5). Por cierto, la checa Katerina Emmons, monarca en Beijing 2008, apenas hizo 500.3 y no pudo defender debidamente el trono.
Y eso que Yi no había salido a la vanguardia de la clasificatoria, donde fue relegada al segundo lugar por la atleta de Polonia. Pero entonces desarrolló una ronda final con disparos entre 10.8 y 10.0, con lo que le sacó partido a las imprecisiones cometidas a esas alturas por su contrincante europea.
Muy mal trago se dieron las cubanas en esta competencia. Ninguna de las dos logró acceder a la instancia decisiva, y ni siquiera se acercaron a conseguir las prestaciones necesarias. Véalo: Dianelys Pérez terminó en el peldaño 29 (393 unidades), y Eglys Cruz solo marcó 391 rayas que le depararon el lugar 44.
Pero tampoco es este el fin del mundo, pues el evento “fuerte” de Cruz (rifle en tres posiciones), ese en el que ganó el bronce olímpico hace un cuatrienio, no verá acción hasta el sábado próximo.
Lo cierto es que China empezó temprano su cosecha dorada en la cita londinense, en la cual los expertos le auguran ubicarse a la cabeza de la clasificación por naciones.
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