La judoca Yanet Bermoy le aportó a Cuba su primera medalla en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y el color de ella (¿oro o plata?) se definirá en su próxima salida a la Excel North Arena 2.
A pesar de que fue otro combate muy difícil, como los dos anteriores de su división de los 52 kilogramos, el que nos ocupa pareció ser algo menos complicado, aunque tuvo enfrente a una rival experimentada, pero que no estaba en los planes.
Nos referimos a Ilse Heylen (Bélgica), bronce en Atenas, Grecia 2004, séptima en los de Beijing, China 2008, donde la cubana fue subcampeona en la división de los 48 kilogramos.
Bermoy se golpeó duro el pecho con la mano derecha cuando se dirigía camino hacia el tatami, para darse fuerza…
La primera mitad de los cinco minutos seguidos de pelea, como en las dos anteriores, terminó sin que la pizarra cambiara el 0-0.
Luego la acumulación de dos shidos por pasividad en contra de loa europea les permitieron a la antillana anotarse el 1-0 (yuko), el cual pudo ampliar a 2-0 con la llegada de un waza-ari.
“Consume el tiempo inteligente”, le gritó Ronaldo Veitía, jefe de entrenadores.
Un poco después ambos sonrieron por primera vez.
Y Yanet Bermoy inició el camino hacia los vestidores dándose otra vez golpes en el pecho… ahora para soltar stress.
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