Se han ido dos tercios de la temporada. Es lo mismo que decir diez subseries, que este año se han jugado a cinco partidos, y ahora, con una pelota de menos bote y pocos bates en los equipos es que han comenzado a ajustarse picheo y ofensiva.
Más de la mitad del calendario se jugó con la TeamMate, una bola más viva, poco amiga de los lanzadores, pero se agotaron antes de que llegara el segundo envío previsto y hubo que cubrir el déficit con una Batos que tiene un nombre conocido en Cuba, pero no es cubana.
Apenas entró en juego se notó el cambio: menos conexiones de calidad, menos carreras, más escones, más marcadores ajustados, y todo al parecer a causa de la susodicha, pues la tendencia tradicionalmente es a aumentar los promedios de bateo mientras avanza el torneo.
Ahora también está en la mira la situación con los bates. Según supo este cronista se entregaron 30 por equipos, una cantidad insuficientes para una temporada como la nuestra, de 75 partidos en la fase preliminar y playoffs que pueden sumar otros 21 choques como máximo.
Desde que se destapó la crisis de los bates están apareciendo en las redes sociales digitales varios carpinteros dispuestos a asumir su producción (o parte de ella) aquí.
Y yo solo me pregunto, con la necesidad que tiene nuestra economía de generar encadenamientos productivos para sustituir importaciones y desarrollar nuestra industria, cómo es posible que se importen bates, cuando hasta la diferencia de precios es notable.
Concluido este comentario sobre economía del deporte, volvamos a la temporada, que entra este martes en su segmento conclusivo y por el rumbo tomado parece que habrá sorpresas al término de los 75 choques.
LOS HERMANOS SE REBELAN
Si el mejor saldo de los últimos diez juegos lo registra Mayabeque (9-1), el paso de sus antiguos hermanos de Artemisa sigue siendo una de las noticias más agradables del campeonato. Todo apunta a que ambos equipos estarán en los cuartos de final.
Si bien los Cazadores andan desconocidos con el madero, su punto menos fuerte en campañas precedentes, tienen la mejor dupla de abridores actualmente en la Serie: Yunieski García-Geonel Gutiérrez, mientras los Huracanes disponen del tándem más productivo con el madero: Yasniel González-Dennis Laza.
Michael González consiguió el año pasado incluir a Mayabeque en la postemporada por primera vez y ahora cuenta con una nómina capaz de avanzar una vez iniciados los playoffs y alcanzar, incluso, un puesto en el podio.
Artemisa, dirigido por el también exjugador Yulieski González, busca entrar por vez primera en instancias de muerte súbita, y como se ha comportado en la temporada, sería un adversario muy incómodo para cualquiera.
Si colectivamente son de los de más alto average (.336), OBP (.430) y BABIP (.359), segundos en total de bases recorridas (716), máximos impulsores de carreras (314), cuartos en jonrones (27), los que menos se ponchan (161) y terceros que más boletos toman (231); el dúo García-Gutiérrez es, por mucho, lo más sobresaliente desde el montículo, a pesar de que los números integrales de staff no son halagüeños: tercer peor PCL (6.04) y oncenos en WHIP (1.64).
García (7JG-2JP, PCL: 2.93, WHIP: 0.96, 60K) es líder en juegos ganados y ponches, y Gutiérrez (6-2, 3.84, 1.31, 54), el hombre del Juego Perfecto a Industriales, también está tocando las puertas del equipo Cuba para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador.
Entre ambos suman 13 victorias, casi la mitad del equipo, que aparece ubicado en el tercer lugar del ordenamiento, a una raya de Santiago de Cuba.
Mayabeque ha dado un levantón grande en las jornadas recientes y solo lo separa media unidad de los líderes. Su bateo de largo alcance, únicos con más de 40 jonrones (45) y elevados promedios ofensivos han empujado al conjunto a la cima.
Su tándem Laza-Yasniel es un terror para los pícheres. Laza compila promedios de AVE/OBP/SLU (.340/.464/.574) con nueve bambinazos y 53 carreras impulsadas, mientras Yasniel (.331/.469/.632) ha sonado 12 palos de vuelta entera y acumula medio centenar de empujadas.
Ocupan los puestos dos y tres en el ranking de los máximos empujadores, solo superados por el santiaguero Osday Silva (63), pero no hay otro equipo con un dueto tan temido como este. Basta decir que ellos dos tienen más bambinazos que cuatro nóminas.
Sin embargo, los resultados de Mayabeque tienen sustento también en la sinergia lograda dentro del colectivo y esa es una "métrica" que no va a los libros, pero sí a las victorias.
DEL LÍDER Y LAS NOTAS NEGATIVAS
Además de estos dos conjuntos, hay que ponderar el trabajo de Santiago de Cuba, que se ha mantenido en la cima, pero hay que esperar, pues su tendencia en los últimos años ha sido a ceder demasiado en el tramo conclusivo.
Matanzas con tantas bajas, casi todas temporales, ha logrado sostenerse en la vanguardia, y reconforta que Holguín haga valer la calidad de su plantilla en el terreno, pero es tan poca la deferencia entre unos y otros en la tabla de posiciones que lo mejor está por verse en cuanto a rivalidad.
Las notas menos satisfactorias las van sacando Industriales, Granma y Camagüey, fuera de zona de clasificación, pese a que sus nóminas están por encima de la media del campeonato, independientemente de los ajustes hechos por contratos en el exterior y bajas definitivas.
Quedan 25 juegos más los suspendidos. Ojalá no haya que dejar de celebrar ninguno por falta de bates, que las pelotas TeamMate vuelvan ya al terreno y la logística asociada al evento mejore sus prestaciones. Lo otro va por los equipos.
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