La espera valió la pena

Casi 48 horas después de lo originalmente previsto, salieron las estrellas del béisbol cubano en el firmamento de uno de los estadios icónicos de nuestro país, sede de las Avispas que buscan regresar a los play off.

En el segundo juego de estelares que se sale del formato tradicional de Occidentales y Orientales y mezcla de lo que se aspira para el futuro, el equipo de talentos, integrado por jóvenes menores de 25 años, derrotó a los consagrados por 8-6 con protagonismo del intermedista anfitrión Santiago Torres, quien pegó el jonrón que puso a ganar a su elenco en el octavo segmento.

Del primer inning al resto del choque hubo una gran diferencia, como si hubiesen sido dos juegos diferentes. Ninguno de los abridores, Lázaro Blanco y Yosimar Cousín, pudieron manejar a los bateadores rivales y se fueron sin cumplir la encomienda de sacar tres outs.

Si  los bisoños no marcaron más de tres carreras en la apertura se debió a la agresividad de César Prieto en los senderos que quiso hacer doble un hit al jardín izquierdo y Frederich Cepeda lo enfrió, recordándole que por gusto este no es su décimo choque de esta naturaleza, el que más acumula entre los jugadores en activo.

Poco duró la ventaja de los chamacos, pues en la parte baja de ese mismo acto, Lisbán Correa, el líder en jonrones de la temporada regular (16), pegó el primer Grand Slam en la historia de los juegos de las estrellas.

Quedó asombrado cuando se enteró al término del partido, en el que dos jovenzuelos que debutaron en fiesta de luminarias fueron los encargados de voltear la pizarra en el octavo con sendos palos de vuelta entera: Ivan Prieto, cátcher de Holguín que viste el traje de los Alazanes de Granma y Santiago Torres.

La victoria se la adjudicó Laidel Torres, el mismo que hace unos fines de semana blanqueó a Industriales, y el taponero de los Leones, Andy Rodríguez, sacó los últimos cuatro outs por los jóvenes, tres de ellos por la vía del ponche para firmar el salvamento.

Fue un juego de rivalidad, como hacía tiempo no se veía en este tipo de choques. Los nuevos impetuosos, por mostrar su talento; y los más viejos enfocados en no dejarse robar el protagonismo.

Con el jonronero que empató el partido a seis carreras en el octavo, Iván Prieto, conversó Cubahora.

“Estoy muy contento de estar aquí, siempre tenía esperanzas, pero sabía que era difícil. Agradezco a Granma por la acogida en la actual temporada y voy a entregarme en cada juego por aportar al triunfo del equipo”, dijo poco después de concluido el duelo.

“Cuando decidí irme a jugar con los Alazanes estaba claro que tendría que luchar fuerte para ganarme un puesto de regular, pues ahí está Ariel Pestano, pero siempre me preparé para cuando me tocara mi turno. Nunca me desanimé, ni me desesperé”.

Sobre su regreso a Holguín, explicó que por ahora no está en sus planes, desea concluir esta campaña y la próxima con los granmenses, después, dijo, tomaré decisiones, porque sí piensa retornar a su provincia de origen.

Sobre sus referentes mencionó a Alberto Hernández, la ofensiva de Yosvani Alarcón y los cátcher de Matanzas, aunque sigue mucho el béisbol internacional para aprender.

“Si tuviera que escoger prefiero batear, pero en mi preparación no descuido ningún aspecto, pues la receptoría es una posición muy compleja”, aclaró.

HABILIDOSOS

Al concluir el choque se efectuaron las pruebas de habilidades y en la más expectante, Yasser Julio González ganó el derby de jonrones, la combinación de Yorbis Borroto, Jorge Enrique Alomá y Lisbán Correa fue la mejor ejecutando el doble play, Richel López resultó el cátcher más efectivo en el tiro al barril y en la carrera de home a primera el santiaguero José Luis Gutiérrez, invitado a las competencias, fue la sensación con una velocidad que es propia de un atleta de 100 metros planos.