Sin grandes contratiempos, se cumplió el pronóstico. El hala-hala y traqueteo de hoy, en el inicio de octavos de final, dejó listo un interesante pareo de cuartos entre la favorita Francia de Antoine Griezmann y el Uruguay de Luis Suárez, el próximo viernes, en la Copa Mundial de Fútbol con sede en varias ciudades de Rusia.
Con sus habituales armas sobre la cancha, y sin excederse en meter la pierna bruscamente, cada cual hizo la tarea. La escuadra gala venció 4-3 a la Argentina de Lionel Messi, en tanto Uruguay se deshizo 2-1 del cuadro Portugal, encabezado por Cristiano Ronaldo.
En el Kazán Arena, la velocidad en los contraataques del joven delantero francés Kylian Mbappé “desparramó” a la defensa argentina. Y les endosó un letal doblete.
Jorge Sampaoli, el técnico que no repitió ningún equipo en los cuatro partidos, inició este sin delantero de área –Higuaín y el Kun Agüero abrieron en el banco- y ubicó a Lionel Messi como “falso nueve”. Pero pagó cara esa intentona.
En tanto, el timonel galo Didier Deschamps ubicó al gigante ariete Oliver Giroud, en compañía de ese par de joyas que son Antoine Griezmann y Mbappé, con un claro plan: fuerte sprint hacia el área y “darles” las espaldas a los zagueros rivales, confiado en que su prodigioso mediocampo integrado por Pogba, Matuidi y N’Golo Kanté, se turnaría para crearle dificultades a los volantes argentinos, en aras de impedir que le llegaran balones a Messi.
Al minuto 8 avisó Griezmann, con potente disparo a balón parado que rebotó en el travesaño de la valla custodiada por Franco Armani. El ataque de los franceses no se detenía y, en el 13’, en una contra veloz, Mbappé rebasó a dos defensores; pero Marcos Rojo lo derribó en el área. Penal transformado en gol por el delantero del Atlético de Madrid y 1-0 en el pizarrón.
Pero tras el gol, los franceses, conocedores de que la albiceleste se iría en busca del empate, le regalaron la pelota y retrasaron filas. Craso error, porque Argentina se acomodó, trató mejor al balón y creó oportunidades, como la del minuto 41, cuando Di María se quedó solo, sin marca, y le pegó fenomenalmente a la TelStar 18, que se clavó en la cabaña de Hugo Lloris, para el empate 1-1. Y así se fueron al descanso.
En el complementario, Argentina se fue temprano al ataque. Querían más que ese empate. Y en su fuerte batallar llegó el minuto 48’. Di María, crecido anímicamente por el gol, arreció sus llegadas por la banda izquierda, y fue derribado por Pavard. Cobró la falta; hubo rechazo y Messi disparó a puerta, para que el balón golpease en el pie de Gabriel Mercado. Los sudamericanos se adelantaban 2-1.
Entonces, Francia tenía que recuperar el terreno perdido e ir en busca del empate. Presionó en la salida albiceleste y abrió más las bandas, por cuyo sector derecho, en el minuto 57, se internó Pavard, quien recibió un centro y, sin marca, le pegó desde bien lejos a la TelStar 18 para anidarla en la valla de Armani. Empate 2-2.
De ahí en lo adelante, los galos se encomendaron a las veloces y eficientes piernas de Mbappé, quien cristalizó par de goles consecutivos en los minutos 64 y 68. El “Kun” Agüero firmó el tercero de la albiceleste, en el 90+3.
Messi observando la cinta de capitán tras la derrota (Foto: AFP).
CAVANI ENCAUZÓ LA GARRA CHARRÚA
Mientras, en el estadio olímpico de Sochi, un doblete del delantero Edinson Cavani cristalizó el triunfo de Uruguay contra Portugal (2-1). Al cuadro del profesor Óscar Tabarez no le preocupó cederles la pelota a los lusos, y apostar a una genialidad de Luis Suárez o Cavani, una dupla de excelsos delanteros con la que no cuenta ningún otro equipo.
Y el dúo, una vez más, funcionó a la perfección, apoyado en ese mediocampo compacto, de mucho oficio y físico, que mete duro las piernas cuando la ocasión lo amerita.
Suárez, para quien estaban dirigidos los ojos de los especialistas por su mejor olfato goleador, fue un «trabajador» más sobre el gramado, arrastró muchas marcas y, además, sirvió el pase para el cabezazo de Cavani, a los 7 minutos.
Edison Cavani abrió el marcador contra Uruguay (Foto: Reuters).
En tanto, el defensa central Pepe les dio un aliento a los hinchas portugueses, con potente cabezazo a pase del lateral Raphael Guerreiro cuando el partido iba por los 56 minutos. Así, le quebró la imbatibilidad a la portería de Fernando Muslera, que duró 365 minutos sin encajar un gol.
Los charrúas no desentonaron. Mantuvieron su carácter y conservaron sus atenciones defensivas, especialmente con Cristiano –solo en acciones ofensivas-, quien lo intentó de reiteradas maneras, pero su mediocampo apenas le surtió balones. Adrién Silva y Joao Mario no mostraron su real valía.
Así, el partido se decidió en el 62’, cuando Cavani, a pase largo de Rodrigo Bentacur, le pegó un precioso toque de zurda a la TelStar 18, inatajable para Rui Patricio.
Lo anecdótico de esta jornada han sido los dígitos dejados por los astros del fútbol mundial: Messi y Cristiano, quienes, presumiblemente en su última citas del orbe, se despiden si marcar gol en sus respectivas participaciones, luego de que sus equipos avanzaran a los octavos, cuartos, semi o final de una edición. De no volver a vestir la camiseta en estas lides, Messi se fue en blanco durante 754 minutos sobre la cancha, mientras CR7 lo hizo en 514.
Este domingo se disputarán otros dos juegos de octavos de final: España-Rusia y Croacia-Dinamarca.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.