Al camagüeyano Gerdan Fonseca no hay quien le haga un "cuento" de los juegos parapanamericanos, pues ha estado presente en todas las ediciones y sueña con sumar los de Santiago 2023 como séptima experiencia.
Así lo confesó el veterano lanzador (amputado de miembro inferior) en encuentro con JIT, poco antes de viajar hacia el Grand Prix de Paratletismo de Xalapa 2023, en México, para su debut internacional en la actual temporada.
El venidero fin de semana pretende conseguir en la urbe azteca las marcas que le aseguren cumplir varios de los objetivos fijados para el año.
Entre esos están la clasificación para el Campeonato Mundial de Paratletismo de París 2023, a principios de julio, y la cita multideportiva de la capital chilena programada para noviembre.
Desde la pasada campaña Gerdan lanza desde la posición de sentado, categoría F57, incursionando en la jabalina y la bala para conseguir lo propuesto.
Sin perder el ánimo anda enfocado en todos sus proyectos y lo que suceda en Xalapa dejará más claridad para el futuro inmediato. Sobre esos planes, algunos cambios en su entrenamiento y otros temas marcaron el diálogo con el más veterano de los lanzadores cubanos.
- ¿Cómo ha sido la transición para lanzar sentado?
- Ya era demasiado tiempo de pie y eso me provocó una lesión de menisco en una ocasión que se me rompió la prótesis. Lo principal ha sido adaptarme a estar sentado, porque el movimiento es diferente. El pasado año tuve una experiencia con la nueva posición, cuando el grand prix fue en Monterrey, y terminé cuarto en la jabalina.
- ¿Mucha la diferencia?
- Lo primero es que nuestras sillas son personales. Tengo una que me donó una amiga mexicana. Se le han hecho adaptaciones para ajustarla a mi forma y peso. Eso implica un cambio, sobre todo en la estrategia. Tengo la base, lo que hay que coordinar diferente el movimiento de fuerza, que ahora es con el tronco y el brazo. También el ángulo de impulso varía.
Cada atleta busca su posición para hacerlo más cómodo. De lado hay más recorrido para utilizar la fuerza del tronco que se transmite al brazo. También he ido cambiando hasta los ejercicios en el gimnasio y Xalapa será la “prueba de fuego” para comprobar los resultados.
- Tene dos medallas de bronce en juegos paralímpicos en la bala, pero luego lanzó más la jabalina. ¿Por qué la retoma ahora?
- En mi categoría para los Paralímpicos de París solo convocaron jabalina y bala, por eso el cambio. Haré los dos y trataré de conseguir la clasificación.
- Entonces está en París 2024 el punto de mira más importante…
- Sería la meta, pero en ese camino tengo que ir venciendo cada escalón. Primero están los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023, mis séptimos de ese tipo. Se convertirían en un logro sin igual.
Me siento afortunado por la carrera que he tenido y agradezco mucho a todos los que me han acompañado, pero sobre todo al pueblo de Lugareño, en Minas. Uno nunca debe olvidar de dónde viene. Si a veces no lo recuerdas, tienes que coger un aire, mirar atrás y pensar en todos los que te llevaron hasta donde estás.
- Cumplió en marzo 48 años de edad. ¿Hasta cuándo cree que pueda seguir?
- Falta todavía. Por ahora solo tengo a París 2024 en la mente, pero el día que no pueda ser atleta quiero dedicarme a transmitir conocimientos, a formar a otros como lo hicieron conmigo. Así voy a ser feliz igual.
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