Si la vida fuese eterna, lo más seguro es que el maestro japonés Jigoro Kano (1860-1938) habría estado como observador el más reciente fin de semana en San José, Costa Rica. Allí se disputó el Campeonato Panamericano. Es de suponer que hubiese felicitado a las cubanas (campeonas en la competencia individual). Y a los brasileños (nuestros compatriotas quedaron segundos).
Las muchachas que dirige el profesor Ronaldo Veitía recuperaron el dominio en estos certámenes del continente, gracias a las tres coronas obtenidas por Idalys Ortiz (división de más de 78), Maricet Espinosa (63) y Yanet Bermoy (52). A esa cosecha se sumaron las preseas de plata de Onix Cortés (70), Heidy Abreu (también en más de 78), Dayaris Mestre (48). Ello las ratificó como integrantes de la elite.
Se debe escribir que el triunfo, algo lógico por la rivalidad y el alto nivel existente, resultó apretado. Ese 3-3-0 obligó a la decisión por medallas de plata, pues las brasileñas trabajaron para 3-2-2. Luego se ubicó Canadá (1-1-2).
Un correo electrónico enviado desde la sede por Veitía, al colega Carlos González, de la AIN, da cuenta del acumulado de preseas de cubanas y brasileñas, y de que en los duelos entre ellas sus muchachas ganaron cuatro peleas y perdieron dos.
UN CAPRICHITO DEL PROGRAMA
El calendario quiso que en la primera jornada (el viernes), lo cual permitió abrir con el pie derecho, subieran a los tatamis dos de los tres medallistas cubanos en los Juegos Olímpicos de Londres, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte 2012: la ya citada Ortiz (monarca en aquella ocasión) y en el masculino Asley González (90), subcampeón bajo los cinco aros. Ambos ratificaron las coronas ganadas en el anterior certamen continental de Montreal, Canadá 2012.
Ortiz tuvo una final menos desacostumbrada o peligrosa que la de otros momentos: ante su compatriota Heidy Abreu.
Y Bermoy, por cierto, dejó atrás su bronce en Montreal 2012. Se ratificó así también como una figura de primerísimo nivel, pues antes ganó medallas de plata en los Juegos Olímpicos de Beijing, China 2008, y Londres, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Hay un entretelón importante: un año atrás perdió en las semifinales del torneo panamericano contra la brasileña Erika Miranda. La revancha a este nivel llegó ahora, en la misma fase de la competencia, en el gimnasio de la Ciudad Deportiva de Hatillo. Es decir: un buen desquite de nuestra compatriota. En el duelo por el oro se impuso a la mexicana Luz Olvera.
No se corrió igual suerte, aunque el mérito salta a la vista, en el duelo final de los 48 kilogramos entre representantes de las dos naciones más destacadas de este certamen, ambas competidoras olímpicas de Londres 2012: la cubana Dayaris Mestre quedó en plata, al ceder ante Sarah Menezes, invencible hace un año en la capital británica. Menezes había doblegado antes a María Celia Laborde (séptima), quien como publicamos en Cubahora, en febrero, había sido medallista de bronce en el Grand Slam de París, bautizado como un “mundialito”.
ALGO MÁS SOBRE LOS HOMBRES
En el masculino lo más significativo, como ya adelantamos, lo constituyó el oro de Asley González (81), también medallista de plata en el Campeonato Mundial de París, Francia 2011, ahora mejor en la final contra el brasileño Tiago Camilo.
Y tres se adueñaron de las preseas de plata: Magdiel Estrada (73), José Armenteros (100) y Oscar Brayson (más de 100).
Una de bronce fue al cuello de Alex García (también en más de 100).
El dominio de los sudamericanos se redondeó con 5-1-2. La tercera plaza correspondió a los estadounidenses (1-1-5).
En la suma de la faena tanto del masculino como la del femenino, Brasil conquistó ocho de oro, y Cuba cuatro (complementadas con seis de plata y una de bronce).
Un año atrás, en Montreal, Brasil se alzó hasta 9-2-3, y Cuba, en segundo lugar, a 5-2-3.
Si se intentará resumir lo acontecido se puede apuntar que el masculino continuó mostrando un nivel importante, que se desea sea superior, y el femenino, como ya dijimos, su permanencia en los primeros planos.
Las chicas de Veitía, por citar solo dos ejemplos, poseen en sus expedientes haber sido primeras en competencias (individuales) como las de los Juegos Olímpicos de Sydney, Australia 2000, o el Campeonato Mundial de El Cairo, Egipto 2005.
Este desempeño de las mujeres en las porfías individuales (nos queda pendiente referirnos a las de por equipos), el cual se puede calificar de esperanzado, hace pensar que andan bien en el primer año del nuevo ciclo olímpico, el cual finalizará en Río de Janeiro 2016.
Esperemos ahora por otras competencias de este año 2013…
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.