Dos semanas de trabajo conjunto con la élite kazaja darán realce al reinicio de los entrenamientos de la preselección cubana de boxeo, que recién vivió una confrontación interna bien calificada por sus estrategas.
Los kazajos arribarán a mediados de enero y tras cubrir los protocolos establecidos como parte del enfrentamiento a la COVID-19 se sumarán a la Escuela Nacional Holveín Quesada, donde los mejores exponentes de la Isla buscarán sumar méritos de cara al torneo preolímpico de América.
«El reconocido nivel de los visitantes garantizará el cumplimiento de objetivos asociados al reencuentro de nuestros atletas con otros estilos», dijo a JIT el comisionado Alberto Puig en alusión a los muchos meses sin confrontación con foráneos.
El también titular de la Federación Cubana de Boxeo comentó que la ruta concebida para el certamen continental, programado para mayo en sede por definir, prevé igualmente una estancia de preparación y topes en México, del 13 al 21 de marzo.
La Copa Teófilo Stevenson (29 de marzo-4 de abril en Las Tunas) y la final de la Serie Nacional (19-24 de abril en Camagüey) serán otros preámbulos competitivos de la eliminatoria donde Cuba intentará inscribir a sus ocho representantes para la cita bajo los cinco aros de Tokio.
Como sucedió con el resto de los deportes, el pugilismo cierra una temporada de posposiciones que incluyó los Juegos Olímpicos y limitó la proyección internacional de los cubanos, que en sus inicios apenas cubrieron segmentos en Alemania y Kazajistán.
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