Desde los tiempos de los aborígenes ya existía un juego llamado “Batos”; algo parecido a los elementos básicos que rigen a la “pelota” que conocemos hoy.
Pero no fue hasta mucho tiempo después cuando el béisbol, ya proveniente de Estados Unidos, se tornó más serio y empezó a impregnarse en nuestro pueblo y a formar parte también de la cultura deportiva cubana.
Según la historia más conocida y aceptada, aunque puedan existir otras versiones, el 27 de diciembre de 1874 se realizó el primer partido oficial de béisbol jugado en Cuba; cuando peloteros habaneros y matanceros se enfrentaron en la llanura de la provincia de Matanzas, denominada Palmar de Junco, y concluyó favorable a los visitantes 51 corridas por 9.
Igualmente la primera narración de dicho primer partido de baseball brotó de las manos de Wenceslao Gálvez y del Monte, en el periódico El Artista, publicado en La Habana pocos días después.
Antes de esa fecha, hay que destacar nombres que emanan de los antecedentes de aquel entonces nuevo pasatiempo en Cuba, como Alfredo Maruri, Ernesto Guilló, Lavotal, Bulnes, Enrique Canals, Ricardo Mora y Emilio Sabourín; así como Nemesio Guilló, a quien se le considera fue el primero en traer un bate y una pelota de la nación norteña a Cuba en 1864.
Luego de 143 años, el béisbol, con todas sus reglas e indumentarias principales así como el bate, el guante y la pelota, constituye un deporte del imaginario popular cubano; en el que no solo son protagonistas los propios jugadores; sino también los aficionados que rellenan las gradas y animan a los equipos entre debates en cada rincón.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.