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jueves, 28 de noviembre de 2024

Atletismo cubano en 2022: Cinco puntos para reflexionar

Una mirada a la temporada del atletismo cubano en 2022, entre retos y reflexiones...

Lilian Cid Escalona en Exclusivo 23/11/2022
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Greysi Roble-Keily Pérez-Atletismo
Greysi Roble y Keily Pérez son de las jóvenes con proyección dentro de los 100 metros con vallas. El atletismo está en manos de los jóvenes; si su desarrollo falla, todo fallará.

El 2022 no ha sido un año bueno para el atletismo cubano; para el que se gestiona desde aquí, bajo la conducción de la Federación Cubana y la Comisión Nacional. Hago énfasis en este aspecto porque a simple vista encontramos actuaciones de atletas como Reynier Mena, Roger Iribarne, Andy Díaz, Jordan Díaz, Pedro Pichardo y hasta Yasmani Copello que tienen vestigios de cubanía pero no tributan al historial de nuestra tierra.

El 2022 será recordado con timidez. Quedará en el imaginario colectivo como un periodo marcado por sucesos inéditos para un deporte que clasifica en la historia del movimiento deportivo cubano como uno de los más laureados y de mayor proyección internacional donde el punto clímax fue no alcanzar ningún puesto en el podio en el campeonato mundial de Eugene. Asimismo, es una de las temporadas con menor presencia internacional de las que recuerdo en el tiempo cercano, y aunque los jóvenes tuvieron múltiples oportunidades, los resultados de la gran mayoría de ellos siguen estando alejados de una progresión que pueda catalogarse de élite.

Hoy repasamos algunos de los hechos que marcaron el 2022, para revisar lo sucedido y reflexionar sobre los retos que tiene por delante el llamado deporte rey en nuestra tierra.

LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO MARTÍNEZ

Lázaro Martínez se fue en blanco en la final del Campeonato Mundial pero su 2022 es el mejor año de su carrera. Ganar un título mundial en invierno y conseguir seis de las 10 marcas más destacadas de su carrera hacen de esta una temporada especialmente importante para él.

Lázaro venía de arrasar —literalmente— en las categorías inferiores donde ganó tres preseas de oro antes de cumplir los 20 años de edad. Desde entonces, el octavo lugar de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro era su principal resultado hasta que despegó en Belgrado para titularse en este año con aquel brinco de 17.64 que es su mejor marca de por vida.

Lázaro sumó también el título Iberoamericano en Alicante y una victoria en la parada de Bruselas de la Liga de Diamantes. Se codeó de tú a tú con una élite cubana de triple salto, y asumió con bastante aplomo el hecho de ser el único de todos los protagonistas de esta prueba que compite en representación de la Federación Cubana de Atletismo.

¿Las claves?

Según sus propias palabras: “… la disciplina, la organización y el enfoque en las cosas que uno verdaderamente quiere lograr. Anteriormente era lo que me faltaba, tenía el talento, las condiciones, pero me faltaba esa disciplina. Además, creo fundamental la confianza que tengo en mi entrenador, que eso para mí también es extremadamente importante”.

Lázaro se enfrenta a un 2023 desde la condición de líder entre los triplistas que se entrenan en casa. Modalidad que cierra el año con la agradable noticia de que el especialista Cristian Nápoles y el entrenador Juan Gualberto Nápoles están de vuelta en el equipo nacional tras haberse distanciado – de acuerdo sus propia declaraciones- por diferencias con la anterior dirección de este deporte.  Su regreso en un paso positivo, no solo porque se rescata un atleta competitivo y un avezado preparador, sino porque supone una declaración positiva de las intenciones de la administración de Rolando Carlos Charroo en tiempos donde sumar y unir es paso decisivo en el enconado camino que conduce al triunfo.

SIN MEDALLAS EN EL MUNDIAL DE MAYORES

Cuba se fue sin medallas en Eugene, hecho tristemente inédito. Solo cuatro atletas lograron ser finalistas (situarse entre los ocho primeros) y los 15 puntos que reportaron son, apenas, la segunda cosecha más discreta en la historia de estas citas que nacieron en Helsinki en el año 1983.

Cuba sumó en Eugene 15 puntos, con cuatro finalistas; en Helsinki 83 se acumularon 11, con idéntico número de atletas ubicados entre los ocho primeros.

Solo una atleta, Leyanis Pérez, logró superarse a sí misma en su presentación mundialista. Cuarto lugar en el triple salto, debutando en este tipo de campeonatos.

Solo tres atletas igualaron o superaron sus marcas de la temporada: Leyanis Pérez, Maykel Massó y Luis Zayas, este último en la fase de clasificación.

Lo del Mundial fue una debacle, pero se podía prever. Que no se lograra hacer ondear la bandera de la estrella solitaria en el mítico Hayward Field que no vamos a olvidar, pero lo sucedido en Eugene es también un reflejo de la situación real del atletismo en la isla. Un deporte donde muy pocos de nuestros representantes tienen opciones reales de subir a un podio al más alto nivel, aunque nos duela decirlo. La salida de varios atletas establecidos ha descontinuado los resultados y los jóvenes que aquí entrenan, aunque talentosos, aun precisan de tiempo y trabajo sólido para escalar posiciones.

LAS BAJAS, LOS ABANDONOS

Valentin Iribarne, Reynier Mena, Yiselena Ballar, Cristian Nápoles, Yaimé Pérez, Yarisley Silva, Juan Miguel Echevarría, y demás dejaron de ser parte del equipo cubano de atletismo en esta temporada que vamos cerrando. Al margen de causas, diversas y heterogéneas, el hecho significativo es que salieron de la selección siendo, en muchos casos, atletas exitosos, líderes de sus especialidades y/o con proyección y protagonismo en el presente y futuro inmediato.

Si bien es cierto que hay luces y sombras en el rendimiento de cada uno de ellos, lo que no se puede desestimar es que sus salidas se hacen notar. Por ejemplo, en los 110m con vallas ahora mismo no hay un atleta que sea referente y aunque el desarrollo de Iribarne no apuntaba conquistas extraordinarias, era un atleta con oportunidades de cara a eventos de área y con la experiencia sobre vallas, ese valor subjetivo que tantas veces hace las necesarias diferencias.

La pandemia y otros demonios también han hecho sus “estragos” en la reserva y los resultados que se avistan en las categorías inferiores no son del todo rimbombantes. Los Juegos Escolares y el Nacional Juvenil confirmaron la discreción en el rendimiento de los muchachos y muchachas que representan el relevo.  El Campeonato Mundial para menores de 20 años también es una experiencia reveladora: solo 7 representantes en 100m (ambos sexos) y 200m (femeninos), salto largo (masculino), lanzamiento del martillo (femenino), 400m con vallas (femeninos) y decatlón, quedando sin presencia en pruebas como las vallas cortas, el triple y las restantes pruebas de lanzamiento que a lo largo de estos torneos habían sido especialmente representativas y exitosas para los nuestros.

LOS JÓVENES, LAS OPORTUNIDADES Y EL FUTURO INMEDIATO

Si algo podemos rescatar de este 2022 son las oportunidades que tuvieron los atletas que han de asumir el protagonismo. De los Juegos del Caribe al Iberoamericano y finalizando en el NACAC, Cuba presentó delegaciones noveles y puso sobre la mesa oportunidades de competir internacionalmente a un grupo de deportistas que en otra situación no habrían tenido. Esto también dejó nociones concretas de sus cualidades y señaló un camino que se visualiza escabroso.

El atletismo está en manos de los jóvenes. Jóvenes talentosos retados por el tiempo y por su capacidad de trabajo. Un grupo que tiene la responsabilidad de crecer portando sobre sus resultados el peso incalculable de la historia de éxito de un deporte histórico.

Es importante no perder de vista que los tiempos han cambiado, y hemos de acostumbrarnos a la idea de que el reto es recuperar posiciones, incluso en nuestra área geográfica. Igualmente toca garantizar tranquilidad y apostar por la confianza para ejecutar esquemas de trabajo milimétricos, sin presiones y/o pronósticos surrealistas.

El atletismo está en manos de los jóvenes; si su desarrollo falla, todo fallará.

¿ESTÁ EN CRISIS EL ATLETISMO CUBANO?

El atletismo cubano, como muchos otros deportes, enfrenta un período complejo, y está llamado a reinventarse. Desde la base hasta la cúspide hay mucho por hacer.

Creo que hay mucho trabajo por delante y que pasará un tiempo para que volvamos a sentir que tenemos protagonismo en esta especialidad. Habrá atletas con lindos resultados y probablemente regresemos a la senda de las medallas, pero será gracias al talento individual de figuras muy puntuales. De ello dependemos, en un entorno marcado por la huella imborrable de la tórpida evolución de todos los factores y sucesos que hemos ido recreando en este texto y unos cuantos demonios más.

El atletismo cubano cierra un 2022 entre tormentas en redes sociales y discretos resultados. Un tiempo que, por sobre todas las cosas, tiene que ser considerado como aleccionador. No en vano cuentan los estrategas que de las derrotas y/o de esas batallas que no se deslindan por el curso de lo esperado se extraen las mayores enseñanzas.

Quien escribe ha insistido sobre la necesidad de optimizar la gestión federativa y el manejo eficiente de los atletas, y es que el tema es vital. El deporte es un negocio, y aunque a nosotros no nos guste verlo como tal, Sebastian Coe se las ha ingeniado y se las seguirá ingeniando por hacer del atletismo una disciplina cada día más comercial. Son las reglas del mundo en que vivimos – en el que buscamos brillar-, o nos adaptamos o seguiremos cayendo.

En 2023 nos reserva un año intenso, que incluirá los Juegos Centrocaribes de San Salvador 2023 (23 junio-8 julio) y los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 (20 octubre-5 noviembre). También el Campeonato Mundial de Atletismo de Budapest 2023 (19-27 agosto) y la Liga del Diamante Wanda 2023

En casa se espera una intensa ruta, según contó el comisionado Rolando Charoo a JIT. La información confirma la realización de la Copa Cuba en el Estadio Panamericano de La Habana del 19 al 21 de mayo, con presencia de las principales figuras locales. No faltarán en la escena los llamados festivales nacionales por especialidades: el Aurelio Janet de lanzamientos (24-26 febrero, La Habana), el Rafael Fortún de velocidad (12-14 mayo, Camagüey) y el Manuel Pérez Ruiz de saltos (26-28 mayo, Camagüey). Y destaca la instauración del Memorial Jesús Molina de Atletismo, una competencia de carácter internacional que se estrena en este 2023, programada del 15 al 17 de septiembre.


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Lilian Cid Escalona

Me gusta contar historias.


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