Idalis Ortíz y el cetro de los Juegos Centroamericanos

En muchas lides de alto entorno, Idalis Ortiz es recibida con el mismo rigor diseñado para las divas. En otros escenarios es tan aclamada, que los organizadores de la competencia piden cordura a sus fans. En la mayoría es vitoreada profusamente la judoca oriunda de la provincia de Artemisa.

La jovencita de  ¡---! de edad (no se le pregunta a las damas); 1.70 metros de talla; y 78, o más, kilogramos de peso, tiene un cofre en cuyo interior residen bastantes medallas: una de oro y otra de bronce olímpica; dos títulos de campeonato del mundo; más de diez preseas correspondientes a Copas del Mundo;  tres cetros panamericanos. Sin embargo, la artemiseña carece del máximo pergamino de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe (CAC).

Le sugerí un recuento para evitar omitir algún lauro importante y me ofreció su parecer: “Quizás sea una mala  costumbre, pero nunca he llevado la cuenta. Cuando lo haga estaré en el umbral, o muy cerca, de abandonar el deporte activo”.

Secretos y filosofías

La muchacha descubrió algunos secretos y parte de la filosofía que la acompaña: “Ya no percibo los pre arranques antes de iniciar un combate, como me sucedía en 2006, año en que efectué el primer combate internacional. Ahora busco concentrarme bien en el plan establecido para obtener el éxito. Competir mucho proporciona tener esa conducta  y sentir escasamente la presión antes de una ocasión  de primerísimo nivel.

 “La más difícil de todas mis adversarias soy yo misma. El día que no pueda vencer a mis contrincantes será por ejecutar una mala preparación. Es difícil entrenar en la pista un día lluvioso, o de mucho sol. O permanecer dentro del dojo numerosas horas un fuerte día de verano. En esas ocasiones hasta el kimono te molesta, pero tienes que comportarte, sobreponerte. Si no vences esas situaciones, siempre quedarás lejos de las grandes metas enlos eventos”.

LOS CAC

“Para nada llegaré confiada en la victoria en los CAC, dijo Ortiz. En Veracruz también consideraré peligrosas a todas las participantes en mi división (78 kg) y la libre. Ellas también desean obtener la medalla de oro. Por eso a todas las situaré en el mismo lugar de las asiáticas, deportistas cuya preparación física y técnico-táctica es muy valorada en cualquier esquina del planeta.

“Todas las integrantes del equipo confirmaremos allí la planificación de nuestros profesores. Aunque tengamos cierto aval internacional, no pensamos que  esa competencia se gane en un abrir y cerrar de ojos. Ese engreimiento conduce al fracaso. Sabemos que  las judocas mexicanas y puertorriqueñas tienen calidad, pues ya las hemos enfrentado. Asimismo, existen otras con clase pertenecientes a selecciones llamadas débiles.

“Para no cometer lamentables errores, lo mejor es mantenerse alerta. Los buenos rendimientos conforman la máxima palabra en cualquier justa”.

En 2013 Idalis fue una de las mejores deportistas  del país. Ahora está en la misma senda. Además, tiene grandes proyectos: “En este cuatrienio deseo revalidar tanto el título de campeona olímpica, así como los otros”.

¿Relegará Cuba a Japón en Río de Janeiro 2016, como sucedió en Sidney 2000? Esa es una pregunta comprometedora, sospecho, hasta para el estratega Ronaldo Veitía.

La fornida morena dijo: Descarto vaticinar. Pero igualar aquella actuación no es una quimera. Todo dependerá del empeño que demostremos. En aquellos juegos olímpicos no seremos unas simples competidoras. Seguramente todos los presentes en aquella linda ciudad respetarán que seremos unas campeonas en pos de volver a la cima. No sobre estimaremos, ni devaluaremos a ninguna judoca. Nosotras tenemos las habilidades para cumplir ese objetivo”.