A la Liga Superior de Baloncesto le queda poco

A muchos colegas les encanta hacer pronósticos. No les importa equivocarse, a fin de cuentas, eso es parte del oficio. Yo, sin embargo, trato de ser más cauteloso, poro no puedo negar que me fascinan los vaticinios. Quizás por esa contención no quise augurar antes un vencedor en el play off por el título de la Liga Superior de Baloncesto (LSB).

Si lo hubiera hecho para los dos partidos iniciales en La Habana, entre Capitalinos y Ciego de Ávila, me hubiera equivocado completamente. Juro que pensé en una división de honores, en dos duelos reñidos, en mejor eficiencia en los disparos de campo y en el cobro de los tiros libres. ¡Dios mío!, nada más lejos de la realidad.

Ahora el pleito anda dos a cero a favor de los Búfalos avileños, actuales campeones de la LSB, y con dos triunfos más en su casa, entre lunes y jueves, todo habrá concluido, y la corona seguirá en su poder.

Según las estadísticas históricas, desde la Liga 2004-2005, en que cambió de estructura el certamen, ambos quintetos se han enfrentado 29 veces en finales, con 17 éxitos para los avileños, sin contar los dos de la actual postemporada.

Pero ninguno había logrado pasarle la escoba al rival. Los dirigidos por Jesús Martos se impusieron en los playoff de las Ligas del 2006-2007 y 2007-2008, en ambas ocasiones tres juegos a dos. En la justa del 2008-2009, los Búfalos se volvieron a ceñir la corona, al ganar cuatro juegos en seis salidas. Y en el torneo siguiente, los Capitalinos lograron sacarse una espinita al menos, con un convincente 4 a 1. No obstante, el año pasado, los avileños les devolvieron la misma moneda.

Ahora se enfrentan por sexta vez en la discusión del puesto más encumbrado de la LSB, y según lo visto en los dos partidos iniciales escenificados en la Ciudad Deportiva, de La Habana, los reyes seguirán siendo los mismos, pues solo necesitan dos triunfos en su cancha, donde resultan poco menos que invencibles, con un público que los corea hasta el delirio.

Imaginé (y deseé, para bien del baloncesto masculino cubano), que este tope se extendería a seis encuentros por lo menos, pero como van las cosas, dudo mucho siquiera que llegue a cinco.

Solo una reacción soberbia de Capitalinos podría ponerle unos kilómetros de más a la vía férrea de esta final, pactada al mejor de siete duelos.

Los avileños han lucido superiores en el juego, muy bien colocados defensivamente, fuertes, impenetrables sus líneas y con un espíritu elevadísimo, seguros de sí y sordos a la bulla de las gradas.

Si bien las estadísticas colectivas no reflejan la superioridad exhibida sobre el tabloncillo de la Ciudad Deportiva, los anfitriones no pudieron con el gardeo de sus rivales, tampoco tuvieron efectividad desde el perímetro, pues apenas encestaron siete de 41 disparos, y en los intentos de dos puntos, no pudieron hacerlo peor: 38 aciertos en 103, y de los tiros libres, ni hablar, 45 de 144.

Los numeritos de los Búfalos no fueron tampoco muy elogiosos, pero sí tuvieron más eficiencia y un juego más armónico, bonito y coordinado, gracias a la guía de Yasser Rodríguez, un base organizador muy talentoso.

Bajo las tablas, los corpulentos Yoan Luis Haití y Vanier Reyes han sido los dueños, por delante de los capitalinos Orestes Torres, Arlen Alorda y Jasiel Rivero, quienes se han visto disminuidos en la cancha.

Armando Acosta, director técnico de Capitalinos, les ha dado juego a todos sus alumnos, en aras de cambiarle la dinámica a los partidos, pero sus intentos han sido infructuosos, y ahora como huéspedes tendrán que hacer la hombrada de la semifinal, cuando levantaron un 0-2 ante los Tigres de Camagüey. Equipo tienen para estirar el play off. ¿Podrán? ¿O todo quedará en la tierra de la piña? Me inclino por la segunda opción.