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sábado, 16 de noviembre de 2024

Reflejo del barullo mundial

Reunidos en Indonesia, los cancilleres del grupo no ocultaron las serias divisiones sembradas en el planeta por las apetencias hegemonistas Made in USA...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 09/07/2022
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Cumbre G 20
La reunión de cancilleres del G 20 puso otra vez en evidencia los graves costos para el mundo de la caprichosa irracionalidad geo-política gringo-otanista (Foto: Russia Today).

La historia no es para vivir de ella. Ningún ente político medianamente sensato puede imaginar medrar a cuenta de “glorias pasadas”. Es indispensable poner bien los píes sobre la tierra, porque la historia del presente hay que hacerla, y al menos intentar que resulte la mejor obra posible. No es con abstracciones, voluntarismos, gruñidos y pantomimas que las sociedades avanzan.

Y ciertamente, lo ocurrido hace apenas unas horas en Bali, Indonesia, durante la reunión del G-20 a escala de cancilleres, indica que para cierto número de países miembros –los Estados Unidos y sus alabarderos de Europa Occidental y otras latitudes- nada de lo resumido en nuestro párrafo inicial es válido.

 Por tanto, el cónclave de esa entidad internacional centrada en temas económicos y financieros desde sus orígenes, concluyó como una cita muerta, donde los enconos y la pretensión de aislar, ofender y doblegar a pretendidos enemigos llegó incluso a sabotear los más simples actos protocolarios.

Pasemos rápida revista. Washington y sus pajes de la OTAN abrieron su particular agenda solicitando de China una “posición más consecuente contra Rusia” por la guerra que le fue impuesta por ellos mismos en Ucrania, a lo que el gigante asiático respondió con una declaración conjunta de su cancillería y la rusa acerca del incremento de las alianzas bilaterales entre Beijing y Moscú, calificadas más de una vez por ambos colosos como “estratégicas y fundamentales” ante los retos de sus absolutistas oponentes.

Por demás, la cita careció de una declaración final. A la recepción inicial Occidente, bajo el mando gringo y contra todo protocolo, se ausentó como “protesta” por la presencia de Rusia. Y ni siquiera se pudo dejar constancia gráfica de la reunión debido a la suspensión de la foto grupal correspondiente.

Asimismo, durante las sesiones, el Secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, se dedicó a desbarrar contra Moscú y su operación militar en Ucrania sin sumar mayores apoyos adicionales entre los concurrentes, en una intervención a la que no hizo acto de presencia el canciller ruso, Serguei Lavrov, que ignoró en todo momento la estadía en Bali del jefe de la diplomacia gringa. “No corremos detrás de nadie, ofreciendo una reunión. Si no quieren hablar, es su elección", dijo el jefe ruso de exteriores, luego de recordar que es Washington el que cortó todo  diálogo con el gigante euroasiático.

Lavrov desmintió también otras falacias de factura USA, como la pretendida culpabilidad rusa en la carencia de cereales en el mercado internacional, y puntualizó que Ucrania apenas aporta el uno por ciento de la producción mundial de granos, por lo que no tiene un impacto real en la seguridad alimentaria. Todo se resolvería, precisó, si Washington no atentara contra el comercio global de alimentos, de los cuales Rusia es un productor clave.

¿Resultados por tanto de semejante irracional comportamiento de los promotores genéticos de desastres globales?

 Dejemos el balance al canciller de Indonesia, Retno Marsudi, quien en desilusionantes declaraciones a la prensa admitió que  “ahora es mucho más complicado sentarse juntos"…y a buen entendedor…

 


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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