Durante el cierre de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas “Para la vida, la paz y el desarrollo”, que se llevó a cabo en Cali, Valle del Cauca, el presidente Gustavo Petro Urrego y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sellaron la creación de una alianza que abordará políticas de drogas y migración, dos problemáticas que aquejan a ambas naciones; y el cambio de deuda externa por acción climática, en la que el mandatario colombiano viene insistiendo en diferentes escenarios internacionales.
“La alianza estratégica. A configurar un gran acuerdo latinoamericano sobre política de drogas y política de inmigración. Con México propondremos el cambio de deuda por acción climática”, fue el mensaje de Petro en su cuenta de X (antes Twitter), anunciando la alianza binacional.
Esta alianza se venía configurando desde noviembre del año pasado, cuando el mandatario colombiano visitó México y planteó la necesidad de reformar el esquema de la política sobre drogas y ahora, para hacerlo se conformará un grupo de trabajo bilateral para diseñar una hoja de ruta que permita configurar el nuevo enfoque de la estrategia global.
Esto, pensado también en la lucha contra el fentanilo que según el Gobierno de Estados Unidos –principal país consumidor del opioide sintético–, está siendo fabricado masivamente en México por los carteles.
Al respecto se refirió el presidente mexicano en la clausura de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas en la que participaron delegaciones de 33 países del hemisferio, incluidas organizaciones internacionales y no gubernamentales, expertos y miembros de la sociedad civil.
López Obrador afirmó que “es una pandemia que están enfrentando” y que ya ha causado la pérdida de 100.000 vidas al año, así que resulta necesario actuar ya para combatirla.
“Si aumenta el consumo en nuestros países sería terrible”, sentenció.
“Tenemos la obligación moral de participar en el combate contra el consumo del fentanilo. Tenemos que actuar con humanismo y entender que independientemente de nuestras diferencias, por encima de ideologías partidistas, están los derechos humanos y el principal es el derecho a la vida”, continuó.
Así que propuso no solamente reunir esfuerzos para hacerlo desaparecer, pues “va a surgir otra sustancia igual de dañina o peor”, sino invertir en políticas de salud pública y educación.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro apuntó que “para que no haya quien lo consuma, la sociedad tiene que ser amorosa”.
Y lanzó un mensaje a los países desarrollados, pidiéndoles que no repliquen el discurso en el que Colombia es victimario: “Eso no lo produce un campesino, ni una planta, se produce en una fábrica”, concluyó.
Pese a que el tema causa preocupación en la región, no se había planteado en ninguno de los paneles anteriores de esta conferencia. De hecho, desde el primer día, el alcalde de Cali manifestó que quería ponerlo sobre la mesa pues en la ciudad ya se incautaron 16 ampolletas de la droga luego de que se rompiera la cadena de custodia en un hospital.
En Medellín, por su parte, hace unas semanas se conocieron los primeros casos de consumo de este opioide sintético luego de que dos personas llegaran a centros asistenciales intoxicados tras consumir dicha sustancia que es hasta 50 veces más potente que la heroína y que mata a casi 200 personas al día en Estados Unidos.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.