jueves, 25 de abril de 2024

Peligro inminente (+Video)

Estados Unidos y sus aliados en Bolivia intentan recuperar el riquísimo país andino mediante un golpe de Estado contra el actual gobierno...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 14/11/2021
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Presidente de Bolivia-Luis Arce
El presidente Luis Arce llamó al pueblo boliviano a defender el voto popular ante los planes desestabilizadores de los departamentos de la Media Luna separatista.

En momentos de expectativas en América Latina, donde cuatro elecciones legislativas, regionales y generales pueden mover la geopolítica continental, Estados Unidos (EE. UU.) y sus aliados bolivianos intentan un golpe de Estado contra el presidente Luis Arce, tres años después de interrumpir el proceso revolucionario liderado por Evo Morales.

Este mes Argentina (legislativas, el 14), Chile (presidenciales el 21), Venezuela (regionales el 21) y Honduras (presidenciales el 28) ponen a prueba en las urnas a sus gobiernos y, en consecuencia, eventuales cambios con repercusión en la política de Sur y Centroamérica.

Los estrategas imperialistas reconocen la importancia de estos comicios y lo que puede costarles en el orden político si surgen nuevas administraciones progresistas o se fortalecen las ya existentes.

El expresidente Donald Trump afirmó que uno de sus propósitos era acabar con lo que él llamó socialismo, cuando en realidad se trata de gobiernos inclusivos, humanistas e independentistas. Barak Obama también actuó en igual sentido, una estrategia continuada por el demócrata Joseph Biden con sus planes encaminados a condenar al subcontinente al neoliberalismo.

Objetivo básico de Estados Unidos: demostrar que es el gendarme de los pueblos latinoamericanos y, en esa línea de pensamiento, adueñarse de los riquísimos recursos naturales de la región. En el caso de Bolivia, sus grandes yacimientos de hidrocarburos y de litio, que mucho teme sean incorporados a la ruta comercial de China.

Washington considera, por su carácter imperial, ser el único y mayor socio comercial de los países de América Latina y el Caribe, lo que en los últimos años comenzó a cambiar con la presencia de los nuevos socios chinos y sus acuerdos comerciales de respeto hacia los países y su soberanía económica.

Por eso, a los furibundos ataques contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, en especial, las críticas a otros que no actúan con sometimiento, ahora hace blanco para desestabilizar y derrocar al presidente boliviano y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).

Arce, quien ganó las elecciones en 2019 con más del 55 % de los votos, un año después que su antecesor Morales se viera obligado a renunciar y exiliarse, está ahora en la mira de la Casa Blanca, que tiene sus principales aliados en los Comités Cívicos departamentales, entre ellos los de Santa Cruz y Potosí.

NO AL GOLPE DE ESTADO

En poco más de un año de gobierno, Arce, exministro de Economía de Morales, ha demostrado manejar con suma inteligencia los resortes productivos de un país que vivió un año de dictadura cívico-militar, bajo la presidenta de facto Jeanine Áñez, amparada y dirigida por las fuerzas armadas y la jerarquía eclesiástica, entre otros grupos opositores al progresismo..

Algunos analistas consideran que la administración del MAS comete el error de esperar demasiado para juzgar a los confabulados en el golpe de Estado que quebró la democracia en la nación andina, con un saldo de 37 muertos en las matanzas de Senkata y Sacaba, y cientos de detenidos, secuestrados y desaparecidos.

Aunque la expresidenta y algunos de sus más cercanos colaboradores están detenidos, aún no tienen fecha de juicio, lo cual significa que el sistema judicial contribuye a que se fortalezcan los núcleos opositores, mientras se crea un clima de desesperación en quienes claman justicia para sus familiares.

Uno de los principales complotados en octubre de 2018 fue precisamente el ahora gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien aunque está acusado de conspiración, sedición y separatismo, sigue en libertad sin fecha de juicio todavía y continúa con sus planes de desestabilizadores.

En estos momentos, tanto Camacho como otros gobernadores y jefes de los Comités Cívicos de la llamada Media Luna —Pando, Beni, Tarija y Santa Cruz— impusieron un paro desde hace una semana que han causado choques entre defensores de esa medida de presión y trabajadores unidos al gobierno. El jefe del Comité santacruceño, Rómulo Calvo, afirmó ante la televisión que “hay que tumbar al gobierno”, mientras el oficialismo llama a defender el voto popular que recolocó en el poder al MAS.

Para Arce: “Las declaraciones de los comités cívicos muestran claramente su intención golpista, desnudan la cara democrática que querían mostrar al pueblo boliviano, y eso no lo vamos a permitir”.

Una de las excusas de los contrarrevolucionarios, que esta vez utilizan a Potosí, la ciudad de mayor altitud del planeta como centro de sus fechorías, es una legislación refrendada por sus propios diputados, para justificar el paro iniciado el lunes pasado.

Son los legisladores de ese territorio los que ahora más vociferan contra la Ley 1386 de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento al Terrorismo, que primero firmaron y ahora rechazan, creando confusión en algunos sectores sociales.

El titular de Economía, Marcelo Montenegro, ratificó la disposición al diálogo y refirió que, al contrario de lo dicho por algunos políticos de la oposición, la legislación no afecta a los transportistas, pequeños comerciantes ni al sector gremial.

El diputado del MAS Juan José Jáuregui denunció que el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) se constituyó en el brazo operativo de la oposición, tras definir en un cabildo la abrogación de la controvertida Ley 1386, poco explicada y cuya remisión solicitan algunos sectores sociales.

En Potosí se suscitaron acciones violentas por parte de los opositores, en las que murió el joven indígena y campesino Basilio Titi Tipolo, de 22 años, en circunstancias aún imprecisas, cuando chocaron en la plaza 10 de noviembre, tomada por seguidores del gobierno que no acatan la paralización laboral.

Miembros del Comité Cívico Potosinista expulsaron por la fuerza a los también representantes de organizaciones sociales que permanecían en vigilia en rechazo a la pausa laboral.

Por otra parte, el viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, Jorge Silva, calificó de “sometimiento inhumano” a la población el anuncio del denominado Comité Cívico Pro Santa Cruz de radicalizar sus medidas.

Esa instancia opositora declaró que continuará con el paro indefinido mediante el cierre de mercados y el desabastecimiento de combustibles desde el pasado sábado, como expresión del golpismo y castigo a la población.

El ministro boliviano de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, advirtió que el paro en Santa Cruz ocasionará daños económicos y desabastecimiento de combustible y cada día de paralización Bolivia pierde 112 millones de dólares.

Un boletín institucional informó que hay más de 300 cisternas que transportan gasolina y diésel varadas en la carretera Camiri-Santa Cruz debido a los bloqueos de carreteras. Tales combustibles pueden abastecer tres o cuatro días la demanda de ese departamento pero si se mantiene la actual situación en las próximas 48 horas podrían faltar esos recursos en el oriente del país, ya que también la Planta Separadora de Líquidos de Gran Chaco puede parar su actividad, debido a que no existe manera de sacar la producción.

Observadores consideran que las afectaciones a la producción en las áreas urbanas y rurales serán irreversibles si continúan estas medidas de presión con fines políticos. La irresponsabilidad de los líderes contrarrevolucionarios podría causar también daños en el control de la pandemia de la COVID-19, ya que afecta la libre circulación del personal médico y el envío de medicamentos a hospitales y áreas de salud.

RESPALDO A ARCE

El actual intento de golpe de Estado, rechazado por los sindicatos y las organizaciones sociales, mantiene polarizada a Bolivia, como ocurrió cuando la Media Luna se declaró en rebeldía y la solidaridad de los gobiernos progresistas de la zona impidió la salida por la fuerza de Morales.

Ahora, en un contexto bastante similar, Arce recibió el respaldo de millares de personas convocadas por organizaciones sociales que se manifestaron en varios departamentos a favor del MAS.

En un acto masivo efectuado en Cochabamba, el presidente recordó que la oposición acude a las intentonas golpistas porque está consciente de que nunca accederá al Palacio Quemado mediante elecciones.

La población boliviana ya está en alerta permanente ante la posibilidad de un recrudecimiento de las acciones violentas de la oposición. En ese sentido, el secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, Ever Rojas, destacó que se instruyó a las organizaciones de los nueve departamentos a desarrollar reuniones ampliadas para analizar la actual coyuntura y exhortó a mantener la unidad, pero sin estar de rodillas, sino siempre de pie. Como hizo, hace siglos, el líder indígena Túpac Amaru, gran referente libertario de los bolivianos.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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